26.- Yeji.

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Rosé, con la voz entrecortada por la preocupación, preguntó a Hyunjin qué había sucedido con Yeji.

_Hyunjin, ¿qué pasó? Estás asustándome. ¿Está todo bien con Yeji?—

El silencio que siguió a su pregunta pareció extenderse en el aire, dejando a Rosé en una incertidumbre angustiosa. La respuesta de Hyunjin se volvía un enigma doloroso, y la ansiedad crecía con cada segundo de espera.

La angustia en la voz de Rosé se volvió palpable, y en un tono urgente, exclamó pidiendo a Hyunjin que le dijera qué estaba sucediendo.

—¡Por favor, Hyunjin, dime qué está pasando! Estoy asustada. ¿Qué ha sucedido con Yeji? ¡Dímelo!—

La incertidumbre se apoderaba de Rosé, y el silencio del otro lado de la línea prolongaba la agonía de no saber qué había ocurrido con su mejor amiga.

Las palabras de Hyunjin resonaron con un peso abrumador.

—Yeji tuvo un accidente.

El corazón de Rosé pareció detenerse por un instante, su respiración se volvió entrecortada mientras procesaba la impactante noticia. Con voz temblorosa y extremadamente asustada, preguntó:

—¿Está bien, Hyunjin? ¿Cómo está Yeji?—

Las palabras de Hyunjin, sollozando al otro lado del teléfono, resonaron con un dolor inimaginable.

—Mi hermana murió..."

El peso de la tragedia llenó la conversación, y el lamento en la voz de Hyunjin cortó como una cuchilla afilada. Rosé se encontró atrapada en un abismo de tristeza, sin palabras que pudieran aliviar el sufrimiento que se extendía a través del auricular. La noticia dejó a Rosé en un silencio abrumador, sumida en una conmoción que le arrebataba la capacidad de expresar cualquier respuesta.

Las lágrimas brotaron sin control de los ojos de Rosé, incapaz de asimilar la abrumadora tristeza que las palabras de Hyunjin habían desencadenado. El dolor se manifestó en silenciosas gotas saladas, un lamento silencioso que fluía con la magnitud de la pérdida.

En el otro extremo del teléfono, el sollozo de Hyunjin y el sollozo distante de Rosé se fusionaron en una sinfonía de pesar, conectando dos almas separadas por la distancia pero unidas en la tristeza compartida por la pérdida de Yeji.

Rosé, entre sollozos, preguntó con desesperación:

—¿Dónde está? Por favor, dime dónde está, Hyunjin.—

Las lágrimas nublaban su voz, reflejando el dolor y la angustia que la noticia había desatado en su corazón. La incertidumbre sobre el paradero de Yeji se sumaba al torbellino de emociones, creando una atmósfera de desesperación y tristeza compartida.

Entre sollozos, Hyunjin compartió la dirección del hospital donde Yeji estaba siendo atendida.

—Está en el hospital ######. Por favor, ven lo más rápido que puedas."

La urgencia en la voz de Hyunjin resonaba en la llamada, y Rosé, a pesar de las lágrimas que nublaban su visión, tomó nota de la información, preparándose para dirigirse hacia el lugar donde la realidad se entrelazaba con la incertidumbre en la sala de espera de un hospital.

Sin dudarlo, Rosé se levantó con determinación, salió de su casa y se subió rápidamente a su coche. Las lágrimas aún resbalaban por sus mejillas mientras conducía a toda velocidad hacia el hospital, el rugir del motor y el viento que golpeaba contra la carrocería se mezclaban con sus pensamientos ansiosos.

El asfalto se desvanecía bajo las ruedas de su coche, y cada semáforo en rojo se volvía una agonizante pausa en su camino hacia la ver a Yeji. La urgencia y el miedo guiaban sus acciones, mientras la incertidumbre del destino de su mejor amiga la impulsaba hacia adelante con una mezcla de esperanza y temor.

Rosé llegó al hospital con el corazón latiendo fuertemente, aparcó apresuradamente y corrió hacia la sala donde se encontraba Yeji. La escena que se reveló ante sus ojos fue devastadora. Yeji yacía en la cama, aparentemente desconectada, mientras Ryujin, su prometida, lloraba y gritaba de dolor, aferrándose a ella con desesperación.

Hyunjin, también sumido en el dolor, lloraba y estaba abrazado por su novio Felix, formando un cuadro desgarrador de sufrimiento compartido. Rosé se quedó paralizada por un momento, absorbida por la tristeza que envolvía la habitación, su corazón latiendo en sintonía con el dolor que la rodeaba.

Entre sollozos y con el corazón desgarrado, Ryujin no podía asimilar la situación. Abrazada a Yeji, expresó con desesperación y dolor

—¡Despierta, por favor! La boda está cerca, no puedo dejarte así. ¡No puedo perderte!—

Sus palabras eran un lamento, un ruego cargado de angustia mientras el peso del futuro planeado se desmoronaba en medio de la incertidumbre sobre la vida de Yeji. La habitación resonaba con la tristeza compartida de quienes anhelaban un despertar que parecía distante e incierto.

Rosé, con lágrimas rodando por sus mejillas, se dejó llevar por los recuerdos. Su mente retrocedió en el tiempo, recordando los momentos en los que Yeji había sido su apoyo incondicional. Imágenes de risas compartidas y momentos de comprensión llenaron su mente, formando un collage de recuerdos que parecían más vívidos que nunca.

Recordó con especial intensidad aquel día en el hospital, cuando Yeji estuvo a su lado tras sufrir los golpes de Chaeyoung y su hermano.  La presencia constante de Yeji, su amistad solidaria, ahora se volvía un tesoro precioso en medio de la incertidumbre presente. Rosé lloraba no solo por la angustia del momento, sino también por la inestimable conexión que compartían, una amistad que trascendía las palabras y se tejía con hilos de comprensión mutua.

Con el paso de las horas, el velorio proporcionó un respiro relativo en medio de la tristeza compartida. Rosé, sintiendo la necesidad de entender más, se acercó a Ryujin y le preguntó cómo fue que se enteró de la devastadora noticia sobre Yeji.

—Ryujin, lo siento mucho por todo esto. Estoy totalmente devastada, era mi mejor amiga, ella era una hermana para mí,  tú igual eres mi amiga. Y....— dijo algo incómoda sin saber cómo preguntar— ¿Podrías contarme cómo te enteraste de lo que pasó con Yeji?—

Flashback

Ryujin, sumergida en su jornada laboral tardeada de repente sintió un mal presentimiento que la hizo detenerse en seco. Un escalofrío recorrió su espina dorsal, como si el universo le estuviera enviando una señal de inquietud. La normalidad del entorno se desvaneció en un instante, reemplazada por la incertidumbre que se avecinaba. Una sensación de pesar flotaba en el aire, aunque aún no conocía la naturaleza devastadora de lo que estaba por descubrir.

Ante la repentina pausa y la expresión preocupada de Ryujin, su compañera de trabajo, Sana, notó el cambio en su comportamiento y se acercó con una pregunta de genuina preocupación.

—¿Estás bien, Ryujin? Pareces preocupada. ¿Puedo ayudarte en algo?—

La atmósfera en la oficina se llenó de una tensión palpable mientras Sana buscaba entender lo que estaba ocurriendo en la mente de Ryujin.

Sin contestar a Sana, Ryujin sintió la vibración de su teléfono y al ver la llamada entrante de un número desconocido, una sensación de aprehensión la invadió. Temerosa pero decidida, contestó la llamada que cambiaría el curso de su día.

—¿Hola?.

La voz del otro lado de la línea, perteneciente a un policía, resonó con una solemnidad que intensificó la inquietud en el corazón de Ryujin.

Hearts In Love - ChaesooKde žijí příběhy. Začni objevovat