Hearts In Love - Chaesoo

21.- llegada inesperada

A medida que los primeros rayos del sol acariciaban la habitación, Jisoo abrió los ojos con una sensación de desconcierto. La luz revelaba su desnudez, solo cubierta por las sábanas que yacían sobre su cuerpo. La confusión se reflejaba en sus ojos al observar su entorno, mientras la memoria de la noche anterior permanecía como un misterio.

Rosé, despierta a su lado, la miró con una mezcla de complicidad y ternura. Jisoo, aún aturdida, se percató de su desnudez y de la ausencia de recuerdos claros.

-¿Qué... qué pasó anoche?- murmuró Jisoo

-Fue una noche llena de momentos especiales. No recuerdas mucho, ¿verdad?-dijo Rosé, con una sonrisa suave

-Nada en absoluto. ¿Estoy... desnuda?- apretando las sábanas

-Si, anoche me suplicabas por sexo-

-Que?- dijo algo impresionada

-anoche de pronto te pusiste tan caliente que me suplicaste que tuviera relaciones contigo, tal vez tú no lo recuerdas pero es algo que no olvidaré- soltó una pequeña risa

-mierda, te juro que no recuerdo nada, además me duele terrible la cabeza, siento que el explotara- se quejó

-lo sé cariño, por eso esq te prepare un té, iré por él -

-Piensas en todo cielo, muchas gracias - sonrió tiernamente, Rosé igual respondió con una sonrisa

-amor por cierto, hoy nuestro vuelo sale en la tarde-

-esta bien Jiss-

En la encantadora ciudad de Tokio, Jisoo y Rosé exploraron el bullicioso distrito de Shibuya, donde las luces de neón parpadeaban en sincronía con la vitalidad de la ciudad. Pasearon por el animado cruce de Shibuya, absorbidos por la energía única que solo Tokio podía ofrecer.

Después, visitaron el antiguo Templo Senso-ji en Asakusa, donde se sumergieron en la calma espiritual del lugar. Entre incienso y oraciones suaves, compartieron momentos de reflexión.

La tarde los llevó a Odaiba, una isla artificial frente a la bahía de Tokio. Aquí, disfrutaron de una cena en un restaurante con vista panorámica, deleitándose con platillos tradicionales japoneses mientras las luces de la ciudad se encendían al atardecer.

Al regresar al centro de Tokio, tomaron un vuelo nocturno de regreso a Corea. A bordo del avión, las luces de la ciudad se desvanecían gradualmente, ofreciendo un espectáculo impresionante desde las alturas. Jisoo y Rosé, entre susurros y gestos cariñosos, compartieron la emoción de un viaje único.

Al aterrizar en Corea, el paisaje nocturno de Seúl les dio la bienvenida. La ciudad resplandecía con luces parpadeantes, marcando el final de un día lleno de descubrimientos, aventuras y la promesa de más momentos especiales por venir en su historia de amor.

Jisoo, conduciendo por las calles familiares de Seúl, llegó a la casa de Rosé. El motor del auto se apagó suavemente, y ambas se quedaron en un breve silencio, empapadas por la luz tenue de la calle.

-Gracias por este fin de semana, Jisoo. Fue especial.- Rosé sonrió tiernamente

-Fue maravilloso. Aunque la noche anterior sea un misterio, estoy feliz de haber compartido estos días contigo.- Jisoo devolvió la sonrisa

Ambas salieron del auto y se encontraron en la acera, bajo el resplandor de la luz de la calle. Jisoo abrazó a Rosé, dejando que el cariño y la gratitud se expresaran en ese gesto.

-Descansa bien, Rosé. Nos vemos pronto.-

-Hasta pronto, Jisoo. Gracias por todo.-

Con un último abrazo, Jisoo se despidió de Rosé, viéndola entrar a su hogar antes de conducir hacia el suyo. La noche concluía con la promesa de nuevos amaneceres compartidos en su historia de amor.

Rosé entró a su hogar y se encontró con su hermana, quien la recibió con una sonrisa radiante. La emoción era palpable en la mirada de Jihyo mientras esperaba ansiosamente los detalles del fin de semana.

-¡Rosé! ¿Cómo fue tu fin de semana? ¡Cuéntame todo!-

-Fue increíble, Jihyo. Jisoo y yo exploramos Tokio, visitamos lugares fascinantes y compartimos momentos muy especiales. ¿Y tú? ¿Cómo estuvo tu fin de semana?-

-El mío estuvo bien! Pero cuéntame más sobre el tuyo, ¿que tal es Japón?-

Entre risas y abrazos, Rosé compartió con Jihyo los recuerdos de su fin de semana, narrando las experiencias vividas junto a Jisoo en una jornada que había dejado huellas imborrables en su corazón, excepto las partes dónde Jisoo y ella habían tenido sexo, no era lo adecuado para hablar con su hermana mayor.

Por otro lado Jisoo, estaba tan feliz después de lo que había pasado con Rosé, entro a su gran casa, dejando el coche parqueado junto a otros más de ellos, al entrar no miraba a ninguno de sus hermanos, no le dio importancia ya que era de noche, seguro estaban dormidos, fue a su habitación a cambiarse, al bajar por un poco de agua se encontró con la sorpresa de la presencia de sus padres, habían vuelto después de un año.

La tensión se elevó cuando sus padres, notoriamente estrictos, la recibieron con furia al percatarse de su ausencia durante el fin de semana.

-¿Dónde has estado todo el fin de semana, Kim Jisoo? Tu madre y yo esperábamos tu responsabilidad.- Dijo el Padre de Jisoo, con un tono amenazador

-No puedes simplemente desaparecer así. Necesitas aprender a respetar las reglas de esta casa.- hablo la madre

Jisoo, tomada por sorpresa y envuelta en miedo, buscó explicar su situación sin revelar demasiado.

-Lo siento, no sabía que estarían de vuelta. Tuve algunas responsabilidades... actividades académicas.- Jisoo estaba nerviosa pero lo estaba haciendo perfecto ocultando su miedo

-Espero que no estés ocultando algo, Jisoo. Tu comportamiento tendrá consecuencias.- amenazó su padre con desconfianza:

La sensación de miedo y vulnerabilidad se intensificaba mientras Jisoo enfrentaba la reacción impredecible de sus padres ante su ausencia no planificada.

En medio de la tensión, los padres de Jisoo dejaron de lado temporalmente el tema de su ausencia para anunciar una noticia importante. La atmósfera se volvió aún más densa mientras revelaban la novedad.

-Jisoo, tenemos una noticia que necesitas escuchar. Es algo muy importante.

-Sí, queremos discutir contigo sobre un asunto crucial para tu futuro.- Madre de Jisoo asintió

Jisoo, con la incertidumbre creciendo, asintió nerviosamente, preparándose para lo que vendría a continuación. La dualidad de emociones, entre el miedo por la situación actual y la curiosidad ante la noticia anunciada, colocaban a Jisoo en un estado de vulnerabilidad ante sus padres.

Los padres de Jisoo, con semblantes serios, revelaron la noticia que habían guardado habían decidido un compromiso para su hija como parte de alianzas políticas. Una sorpresa abrumadora se reflejó en el rostro de Jisoo al escuchar la noticia.

-Hemos tomado una decisión importante para tu futuro, Jisoo. Hemos arreglado un compromiso por razones políticas.-dijo la madre

-Este compromiso fortalecerá nuestras alianzas y asegurará un mejor futuro para ti y para nuestra familia.- el padre miro con seriedad a su hija

Jisoo, asombrada y en desacuerdo, negó con la cabeza.

-¿Un compromiso? No puedo aceptar esto. No puedo comprometer mi vida sin mi consentimiento. Es mi futuro y debería tener voz en esta decisión.-

La revelación dejó a Jisoo en un estado de incredulidad y resistencia, enfrentándose a una realidad impuesta que iba en contra de sus deseos y sueños personales.