Capítulo 60: Sorpresas

10 2 0
                                    

Siento que me mueven bruscamente y abro lo ojos de golpe, me encuentro con la mirada de Angela, su cabello estaba algo alborotado, sonrió al recordar lo que habíamos estado haciendo

—Despierta que mi madre odia que traiga chicos a la casa—frunzo el ceño, no era enserio, ya sabía que venía—Levántate Marcos

—Tengo 33 años ¿Enserio me vas hacer escabullirme? Pase por esa etapa

—No me importa, llegara en cualquier momento así que tienes que irte ahora

—Es enserio—me levanto y Angela me lanza mi ropa, me visto mientras hace lo mismo con solo una camiseta— ¿Dónde lanzaste mi celular?

—Oh ya te lo traigo, ven—la veo salir recojo mis zapatos para seguirla, el sueño me estaba matando ¿Qué hora era? —Aquí tienes

—Gracias—lo guardo, siento como me empuja sacándome de la casa—Oye por lo menos deja que me coloco los zapatos ¿No?

—No la verdad mi madre tiene un temperamento peor que yo—me detengo en la entrada de la casa para verla ¿Había alguien peor que ella?

—No me quedo averiguarlo ¿Paso por ti más tarde? —Me frunce el ceño—cenar

—Creo que aclarare algo—me ve seriamente—Este es el fin del camino, no hay nada más después de esto, así que finge no conocerme pero la pase rico adiós—cierra la puerta en mi cara dejándome sorprendido ¿Era todo?

—Oye Angela no me puedes hacer esto— ¿Hablaba enserio? Debió esperárselo ¿Por qué le pasaba eso? Sabía que no debía ceder pero siempre metía la pata—Angela por Dios abre la puerta

—Estúpido perro—escucho la voz de una señora, me volteo y veo con sorpresa como la madre de Angela se acercaba, ya la había visto en fotos por Andrés

—Mierda, me la va pagar—corro hacia mi camioneta para subir a ella y encender el auto—Esto no se va quedar así

***

—Marcos despierta ¿No piensas acompañarnos a desayunar? —veo a mi padre, estaba en el cuarto de Tas, habíamos ido a la playa hace unos días pero me había quedado para enseñarle a mi hermana a manejar su bicicleta y pensar

—No tengo hambre—suspiro al sentirlo sentarse a mi lado— ¿Qué sucede?

— ¿Has conversado con tu madre? —era extraño que no me hubiera escrito después de lo que había dicho Adam

—No, parece que hablara con Arturo dale su espacio, es poco a poco

—Lo sé pero pensé que había pasado algo con ella y por estas así—me remuevo para verlo—Es extraño que dures tantos días aquí ¿Discutiste con Adam?

—Tampoco ¿No puedo pasar una temporada con ustedes? Tengo un juicio importante en unos días y no sé cuándo volveré

—Eso nunca te ha importado, dime la verdad ¿Es tu madre?

—No voy a presionarla, si quiere hablar con el que lo haga eso apenas es el inicio de algo pero si es que se olvidó de mi bien por ella

—Estas siendo un poco frio hijo, ya sé que te alegrara ¿Quieres beber? —rio al escucharlo, me hablaba como si fuera un niño

—No soy un adolecente—me siento—iré a comer si es lo que quieres

—Bien ¿Una chica? —Frunzo el ceño—El otro día saliste apresurado sin despedirte nunca lo haces y May me dijo que la ignorabas por una mujer

—Si me caso en un futuro temo que sea ella que interrumpa mi boda, creo que me salvaría de comerte una locura—Escucho mi padre reír—Si una mujer pero no estoy deprimido ni nada, es solo que es un poco extraña

El diario de un abogadoWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu