Capítulo 47: Discusiones

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— ¿Me estas rechazando una salida Elías? —hablaba por teléfono mientras esperaba que me abrieran la puerta de la gran casa

—Amigo te dije en la mañana antes de irme que tenía turno de noche

— ¿Qué hay de Lili? ¿Nadie la está vigilando en este momento?

—Como es un caso que incluí en la comisaria la verdad se lo encargaron a unos compañeros pero son de confianza, además yo iré en cuanto entregue turno

—hay amigo más te vale que nada salga mal o juro que te mato—veo la puerta abrirse y veo a mi madre, sonrió

— ¿Cuándo te he fallado amigo? Y lamento dejarte solo con Adam en su despecho

—Está bien, nos vemos—cuelgo, la verdad mi hermano aun no llegaba apenas iba abordar su avión pero sabía que cuando lo hiciera lo primero que pensaría seria salir a distraer su mente, quizás pasaría por lo mismo que paso con Sofía—Lamento haber tardado, estaba ocupado

—Oh no te preocupes, ven pasa—la sigo, había sido otro mensaje casual de que fuera por algo, tenía que ir a mi oficina porque tenía mucho papeleo acumulado y otros que debía redactar, necesitaba una secretaria

—Escuchaste lo que estaba hablando ¿Verdad?

—Si—sonrió algo nervioso pero la sigo a la cocina—pero supongo que era un amigo

—Oh si es Elías, lo conozco hace años la verdad la droga que me encontraste esa vez eran de él y no mía—me muerdo la lengua, no sabía porque estaba así—No es que él sea uno ahora de hecho es un gran policía horita, me debe mucho—veo que se mueve en la cocina, tomo asiento

—Me imagino que la tenías porque no querías que la consumiera esa vez ¿Verdad? —me veía con extraño brillo en los ojos, sirve dos tazas de café

—Si—tomo un poco de mi café—Creo que le salve la vida en esa ocasión y más adelante, dice que me debe mucho por lo que hice por él, sé que suena cruel pero me gusta aprovecharme de eso, no dejo ir las oportunidades

—Lo imagino, los abogados son personas muy asertivas, así es Arturo

—Yo soy muy diferente a el—no me gustaba la comparación—A diferencia de el no solo pienso en dinero, sé que hable de los tratos pero no todo lo es

—Sabes Alexandra me conto sobre el hombre que ayudaste, no me imagino a alguien haciendo eso ¿No fue muy arriesgado?

—Elizabeth si supiera que es fácil reconocer esa cosas—tomo otro sorbo de mi taza—Tuve un mentor que me enseño muchas cosas y aprendí de el a dar oportunidades a las causas perdido porque yo fui uno aun así confió en mi—me sonríe, recordaba a Wilson cuando lo conocí

—Debe ser un gran hombre ¿Podría conocerlo? Me gustaría agradecerle

—Quizás algún día la lleve a conocerlo—veo así otro lado y fijo mi vista en el patio trasero, parecía que estaban haciendo una especie de jardín— ¿Está practicando jardinería o algo así? —su vista sigue la mía

—Oh no, es Arturo leyó que es bueno para relajarse, está pensado en un pasatiempo porque le gustaría retirarse—frunzo el ceño extrañado

—No me lo imagino, con lo avaricioso que es, seguro miente

—Marcos no tienes que pensar tan mal de él, hay cosas que la hace por el bien de los demás, no siempre piensa en el mismo

—Sigo esperando que lo demuestre pero ¿Qué digo? Nunca lo he esperado y tú tampoco deberías hacerlo porque solo perderás el tiempo, solo aprenderá cuando sea demasiado tarde para emendar su error ¿Sabe que Santiago es abogado es por su esposa y no por su padre? Seguro lo ignora—me ve extrañada—Igual que la empresa que quería Adam era de publicidad pero pensó en un bufe, no sabe lo mal que le hizo pasar a Adam por eso y todo porque confió en usted

El diario de un abogadoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt