CAPITULO 24: Egoismo

5 2 0
                                    


Veo a mi hermano dormido en el sofá de mi estancia, con ayuda del portero lo había logrado subir porque se había quedado dormido en el asiento de atrás de mi camioneta, aun las palabras que me había dicho rondaban en mi cabeza ¿Qué había pasado para que me digiera eso? Si estaba ebrio pero sé muy bien que a veces dicen lo primero que le viene a la mente pero suelen ser verdad

Esa chica no le había devuelto la llamada solo había dicho que no se preocupara, si estaba en ese estado debería por lo menos llamarlo o era yo el exagerado, nunca había tenido pareja, no sabía mucho del tema pero cuando salía con Margaret me preocupaba cuando se pasaba de copas y quería irse con alguien que acaba de conocer, siempre me encargaba de su borrachera, yo hace mucho que no bebía de esa manera, de hecho no lo hacía desde que me habían metido en prisión por tener una arma de fuego

Aun recordaba lo agotado que termine porque el alcohol me había hecho hacer tonterías como enfrentar a un hombre armado y apuntar con un arma que nunca había controlado en mi vida pero me acordaba de todo por el miedo que me invadió en ese momento

— ¿Qué estará pasándote? —me dirijo a la cocina a terminar de hacer el café que estaba haciendo, no había podido dormir porque me preocupaba que Adam se levantara a media noche para irse, tenía que hablar con el—Ese imbécil de Arturo seguro hizo algo—sonrió—Buenos días o más bien tardes ya pasa de medio día

—Hola—lo veo estaba en la puerta de la cocina, se tocaba la cabeza

— ¿Café? —sirvo dos tazas y me acerco a la nevera para buscar mis aspirinas y sacar un par—Ten calmara el dolor—se lo entrego los toma algo extrañado—Le avise a Esteban que estabas conmigo para que te cubriera—tomo un sorbo de mi taza y lo veo que observa la suya pensativo—También hice almuerzo, Abigail me enseño hacer un caldo de pollo muy bueno para las resacas, te servirá ¿Quieres?

—Si pero iré al baño un momento—deja la taza y sale de la cocina, le preocupaba algo quizás por eso se había emborrachado, si no quería conversar sobre lo que había pasado en su casa era por eso, le había preguntado a Esteban pero no sabía nada a parte de lo último que me dijo

— ¿Qué abra pasado? —Escucho mi celular y contesto—Dime Wilson

— ¿Por qué no viniste al trabajo? —comienzo a calentar la sopa

—Surgió un problema, llame a avisar que no iría

— ¿Un problema? O ¿Fuiste a beber y tienes resaca? —frunzo el ceño extrañado, nunca me sacaba ese hecho porque sabía que era responsable cuando hablaba de trabajo

— ¿Qué tiene que ver? Lo que haga fuera de la empresa no es asunto de nadie

—Lo es si tienen el ojo sobre ti ¿No te dije que mantuvieras un perfil bajo?

—Y hecho todo lo que la bendita empresa me ha dicho, se supone que soy tu favorito ¿Ya no lo soy? Solo porque no te he molestado, me siento herido

—Deja los dramas, no te estoy reclamando solo quiero saber

—Solo fui a tomar unas copas pero no me embriague, solo celebraba que hubiera un avance por fin en mi caso pero surgió algo con mi amigo Adam, te lo mencione una vez ¿Lo recuerdas?

— ¿El adolecente que te fue a ver aquella vez a tu oficina?

—Sí, creo que esta metido en problemas y ayer lo encontré ebrio, sus padres son muy delicados—sirvo dos tazas de sopa—Quiero saber que pasa, te dije que es hijo de una persona muy importante para mí, no quiero que termine como yo

—Te he dicho que tu futuro es bríllate, tu pasado no tiene nada que ver

—Entonces explícame porque el bufe que está haciendo todo esto

El diario de un abogadoWhere stories live. Discover now