Тяга?

882 93 0
                                    

A pesar de haber pasado una semana desde que las cosas fueron ordenadas, ya estaban listas. Así que mi padre, sin preguntar antes, hizo los preparativos y envío las invitaciones. En unos días la afable fiesta se llevaría a cabo. Aunque so no era lo más importante que había sucedido en mi perfecta existencia. Después de ese día Étienne y yo no hemos vuelto más cercanos. Supongo que abrirle mi corazón ayudo en gran parte. Bueno, siendo sincero, creo que el consejo de Adelina fue lo que hizo que nos acercáramos aún más.

–Buenos días, Alek.

Saludo con una tierna sonrisa. Anoche había sido una noche algo ajetreada por lo que su cuerpo desnudo dejaba al descubierto los múltiples chupetones y mordidas.

–Buenos días.

Respondí sonriendo. Con suavidad junté nuestros labios en un corto beso. Obviamente, no podría estar satisfecho con un corto beso. Así que con disimulo intente profundizar el beso. Cuando este intento fue aceptado con torpeza, moví mi cuerpo para quedar encima del delicado omega.

–Oye, tenemos que ir a desayunar.

Interrumpió intentando alejarme.

–No se morirán por esperar.

Dije volviendo a besar su cuello. Utilizando algo de fuerza me empujó levemente para mirarme con seriedad. Con un suspiro me levanté. El pequeño pensaba que me rendiría, pero, en la vida de Aleksander Garryovich Lermontov, la palabra rendirse no existe. Con rapidez lo levanté y caminé hacia el baño.

–¡Aleksander!

Exclamó intentando escapar de mí...

...

–Está semana han estado llegando tarde a desayunar, ¿qué está sucediendo?

Pregunto mi padre utilizando su ya mejorado francés. Como la mayoría en casa hablaba este romántico idioma mi padre solía usarlo para que Étienne se sintiera como en casa.

–Creo que su hijo debería contestarle.

Respondió mirándome con enojo.

–Bueno... tú querías un nieto.

Respondí con un leve sonrojó. Ante mi desvergonzada respuesta, mi pequeño omega me miró entre avergonzado y enojado. Llego a tal punto, que no sabía si ese tono rojizo en sus mejillas se debía a la vergüenza o al enojo. Mi hermanos me miraban asombrados por mi respuesta y Adrien, simplemente sonreía con picardia. Se notaba que se divertía con esta vergonzosa situación. Aunque, no puedo decir lo mismo de mi padre. Este me miraba con un odio inhumano.

— Cómo puedes ser tan vulgar? ¡Yo no te crié así! – grito golpeando mi cabeza –Ejem... Ejem.

Tosió. Lamentablemente, para él, el simple hecho de levantar la voz era imposible desde que su cáncer se había vuelto terminar.

–Tranquilo señor Garry, yo lo regaño por usted.

Dijo mi omega levantándose.

–¡¿Cómo te atreves?! ¡Maldito pervertido!

Exclamó golpeando mi cuerpo con fuerza. ¿Desde cuándo es tan fuerte?

–¡Dale con la silla!

Exclamó Lev.

–¡Mejor dale con esto!

Exclamó Pavel otorgándole un bate. Cuando el bate se acercó a mi rostro lo detuve con una mano. Podría dejar que me golpeará mi omega, pero en cuanto se trataba de ese imbécil, todo cambiaba.

–¡Pavel! Puede que tu hermano sea un desvergonzado, pero eso no significa que puedas abusar del enojo de los demás para lastimarlo. – regaño con calma –Y mucho de mi hermoso yerno.

Hablo con enojo. Tantos años luchando por qué mi padre me diera aunque sea una muestra de cariño y mi omega que tan solo lleva más o menos dos semanas en el país, ya lo conquistó. Étienne sabía eso muy bien y lo aprovechaba. Junto a Lev han comido más de cinco postres por día. Por lo menos ayudan a la pobre Alexia.

–Alexia prepara un sabroso Açai para mis queridos yerno e hijo.

Ordenó. La mujer caminó con una sonrisa. Siempre le había gustado cocinar y los postres eran su especialidad.

–Papá, deja de consentirlos.

Pedí con seriedad.

–Señor Garry, ¿Podría pedir un brownie con helado y papas fritas?

Pidió con una sonrisa llena de inocencia. Aunque en la mesa se formaron dos reacciones, por un lado, estaba el asombro que dominaba la habitación, por el otro está la alegría, que solo mi padre sentía.

–Llama a la doctor Dereck.

Ordenó mi padre sonriendo. Era obvio lo que pensaba que era, pero ¿no es muy pronto para los antojos?

Peligro RusoWhere stories live. Discover now