♡ : XLVI - DESASTRE

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Con una sonrisa, cruzo la puerta escuchando a Hyunjin detrás de mí, al voltearme, lo veo apoyarse en el umbral de esta mirándome con un rostro mucho más aliviado al igual que yo en mi interior al saber que ambos estábamos bien.

Regalándole una sonrisa, me subo al auto sacudiendo mi mano como despedida. Estaba por encender el auto cuando nuevamente el teléfono vuelve a sonar, imaginando que mi madre debe estar molesta por la hora y haber estado ignorando sus llamadas, tomo el aparato y era exactamente ella quien llamaba y lo llevo a mi oreja rápidamente.

— Mamá, iré allá ahora—

— No soy tu madre Jeongin, soy yo. La vecina.

— Señorita Yun. — extrañado, alejo el teléfono unos segundos para cerciorarme que quien llamaba era mi madre. Y en efecto, el contacto era de ella. Preocupado entonces por oír a la vecina con el teléfono de mi madre, vuelvo a preguntarle: — ¿Sucedió algo?

— Claro que sí, estuve llamando a tu padre pero no contesta. Y tú estabas igual.

— Lamento, yo estaba... ocupado, pero dígame qué pasa.

— Ven a casa rápido, tu madre está mal.

— ¿Mal?

— Hoy era día del té, pero cuando toque la puerta escuché vidrios rotos en el interior.— abro los ojos impresionado al oírla algo alterada, y mientras escuchaba su relato, veo por lo rabillo del ojo como Hyunjin caminaba hacia mí al verme que no avanzaba.

— ¿Dónde está ella ahora?

— En la habitación. Cuando entré a verla parecía estar fuera de sí misma. Estaba totalmente ebria mientras lloraba.

Sintiendo mi cuerpo entumecido nuevamente ante la mención del alcohol, trato de regular mi respiración y no comenzar a entrar en pánico.

— Iré allá inmediatamente. Gracias por estar con ella en estos momentos.

— No hay problema Jeongin. Ven rápido a casa.

Cuelgo la llamada y tiro el teléfono al asiento del copiloto, Hyunjin que estaba de pie mirándome desde afuera, se inclina mirándome con su ceño fruncido. Debió ver mi rostro porque remoja sus labios tratando de preguntarme quién me había llamado mientras yo seguía tratando de asimilar que mi madre volvía a estar ebria y peor que antes.

— ¿Qué sucede?

— Mi madre, está ebria.

— ¿Ebria? — pregunta y asiento con mi cabeza. — ¿Pero está bien?

Sin responder a su siguiente pregunta, comenzaba a recordar estos últimos días en casa y a mi madre que parecía que había estado bebiendo más de lo habitual. Y yo no estaba dándome cuenta que no sólo yo he estado agobiado. Mordiendo mi labio, veo como Hyunjin rodea el auto y se pone a mi costado.

—. Ey mírame, quizás sólo bebió de más.

— Últimamente... ha empezado a beber mucho y ella no es así.

— ¿Será por...?

— No lo sé, últimamente suele llorar y ahora me llamó mi vecina diciendo que escuchó vidrios rotos. Tengo que irme ya.

— Voy contigo.

— ¿Estás loco? — lo miro alterado y rápidamente me arrepiento al verlo algo herido por lo tono de voz — Dios no, no quise decirlo así... por Dios Hyunjin. Sabes que ahora no es el momento.

— Esta bien.

No, no estaba bien y lo sabía, dejando ir un suspiro, llevo mis manos a su rostro acercándolo al mío para apoyar mi frente con la suya para cerciorarme que él estaba aquí conmigo.

Judas ❁ HyunInWhere stories live. Discover now