♡ : XXVI - FAMILIA

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—El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti, según el Salmos 32:8. Dios no revela nuestro camino, pero no por ello será fácil... caminos se cruzarán, consejos se camuflarán con mentiras...

Bajo mi mirada a mis manos dejando de escuchar la misa, me sentía algo nervioso teniendo a Seungmin a mi lado, desde ese fatídico día que finalmente él y yo dejamos nuestros puntos sobre la íes, ya todos se habían enterado de que dejamos de ser amigos y no faltaron los comentarios innecesarios sobre ello.

Viajo mi vista de mis manos a las suyas que se veían algo maltratadas. Incluso piel reseca en sus dedos, siendo eso extraño cuando Seungmin era extremadamente cuidadoso con su piel. Frunzo mi ceño levantando mi mirada, pero Seungmin ya estaba mirándome, enarcando su ceja algo molesto por mi inspección. Esconde sus manos tras su espalda y cuando le iba a preguntar.

En coro, todos dicen "amén" al igual que Seungmin que me mira desaprobatoriamente por estar distraído. Vuelvo a mirar a todos y nuestro profesor que me llama un poco la atención, comienza a tocar el piano dejando de lado las preguntas y comienzo a cantar.

Desconcertado, hoy no era un gran día para estar concentrado. Varias cosas pasaban por mi mente ahora mismo que nuevamente me toma por sorpresa cuando la misa había acabado.

Me despido de mis demás compañeros del coro, la mayoría vivían cerca y sólo hablábamos cuando nuestros padres estaban cerca como ahora mientras me regalaban una sonrisa, pero fuera de ello me miraban con desprecio ante la falsa imagen que tenían de mí como el hijo pródigo y ejemplar.

Ahora yo era todo un farsante o tal vez siempre lo fui y ahora me doy cuenta de ello. Todos los días tomando una máscara para salir a la calle, pretendiendo ser alguien, esa persona que moldeaban y apostaban que fuera. ¿Un doctor? ¿Empresario como el abuelo? ¿Ingeniero? ¿Un gran contador como su padre?

Recuerdo las viejas tradiciones que de bebé me hicieron hacer. Desde pequeño sin uso de razón me hicieron escoger mi fututo y ahora se sentía como si hubiera hecho un contrato de mí vida y no había leído las pequeñas cláusulas que eran engaños y mentiras. Y ahora que soy consciente, me sentía la peor persona, no me consideraba nada más que alguien desagradable por no hacer nada ante ello.

Fingía, imitaba y, sobre todo, huía sin ir tan lejos del cobijo de su familia porque también era un cobarde. Eso era lo que más me lamentaba.

Mis padres me dejaron muy en claro que sin ellos no era nada, que donde estoy ahora es gracias a ellos y si pierdo mi camino como lo estaba haciendo ahora. ¿Quién sería? ¿Dónde iría a parar? Y sólo por eso, entonces es que soy horrible. Cojo la máscara, les dejo todos ver lo que quieren ver, y luego la dejo caer cuando nadie ve.

Sólo que en todo esto, había una pieza impredecible. Él.

Que me está haciendo poco a poco encontrarme conmigo mismo y perpetuaba en mi cuerpo deseos inmorales. Y no lo detenía y no pensaba detenerlo aun sabiendo que nos estamos quemando.

Volteando mi mirada, veo a todos desaparecer por la gran puerta de la iglesia, veo a la familia de Seungmin ser de los primeros en irse, observando a mi madre casi como una abeja reina hablando, en este momento, ella estaba demostrando como ya había jugado sus cartas y ahora los próximos exiliados de la comunidad, era la pobre familia Kim.

Sus ojos gélidos me miran, su sonrisa no llegaba a sus iris, porque no sabía de verdad le alegraba el verme. Desviando pesadamente la mirada al ser casi filosa, comienzo a ayudar en guardar los instrumentos de la iglesia, despidiéndome de mis padres cuando les informo que me quedaré un poco más. Mi madre asiente con su cabeza sin decir nada, de todos modos, ella tenía que dirigirse con mi padre a ver cómo iba la fundación tras la recaudación de la feria.

Judas ❁ HyunInWhere stories live. Discover now