Judas ❁ HyunIn

♡ : XL - PERSIGUIENDO A UN MENTIROSO

Despertando de una pesadilla, me siento en mi cama en plena oscuridad y con mi respiración agitada mientras trataba de ser consiente que eso no era verdad. Tenía miedo y cuando me volteo para encender la luz, noto mi teléfono a mi lado tenía una luz intermitente llamando mi atención, cuando lo cojo, veo en ella una llamada pérdida de Hyunjin.

Parpadeando más nervioso, me levanto de la cama tratando de llamarlo de vuelta, pero todas dirigiéndose al buzón de voz. Con preocupación, trato de contactarlo mediante mensajes que no fueron leídos.

Siendo casi las dos de la mañana. Intento no pensar en que nada malo le haya ocurrido. Intento creer que presionó sin querer mi contacto y nada le estuviera pasando.

Moviendo mi mano por mi pecho en círculos para deshacerme de la angustia, apago el teléfono y me quedo sentado en la cama mirando por la ventana. El nombre del pelinegro aparece en mi mente muchas veces y no puedo evitar volver a encender el teléfono y marcar su número. Pero no consigo nada más que nuevamente el buzo de voz. ¿Realmente le pasó algo?

Afligido, recuerdo su abrazo y sus palabras tratando de apaciguar mi miedo, pero los dos estábamos más que al tanto que no sabíamos qué hacer. Las soluciones y respuestas parecían estar bajo una piedra que pesaba cien toneladas. Todo lo que había sucedido ahora sentía que los problemas se iban multiplicando.

Amar un chico no pensé que sería tan trágico y tampoco pensé que llegaría el momento que yo me volviera tan dependiente de alguien. No sólo había cambiado mi visión, he aprendido tanto de él y aun así...entre más libertad que él me brindaba, más cerrada y prisionera se volvía no sólo mi vida. La suya también.

Yo estaba viendo como cada vez su brillo iba disminuyendo.

Asustado, volteo mirando hacia la puerta cuando oigo ruidos en la primera planta. Intento agudizar mi oído y levantándome, camino hacia la puerta pegando mi oreja en la madera. Podía oír a alguien hablando y pisadas.

Nervioso, remojo mis labios y mi mano lentamente comienza a girar la perilla siendo demasiado cuidadoso de no emitir ningún ruido.

Abriendo lo suficiente para salir al oscuro pasillo, entonces al final es donde veo luz de una lampara en la sala de estar y camino hacia ella con cautela, antes de poder llegar al comienzo de las escalera, me escondo rápidamente cuando veo cruzar a mi padre abajo, caminando de un lado a otro casi con molestia, me escondo rápidamente quedando en cuclillas mirándolo atentamente.

Frunciendo mi ceño, me percato que estaba hablando por teléfono con alguien mientras se pasaba las manos por su cabello. Llevando mis manos a mi boca para no dejar ir ningún ruido de ella, siento aquella adrenalina y miedo por ser descubierto se apodera de mi cuerpo. Inclinándome, trato de escuchar la conversación que llevaba mi padre.

—Las cosas no van bien... no puedo hacer nada por ahora. — parpadeo.

¿De verdad tiene llamadas del trabajo tan tarde? Abrazándome en el suelo, lo oigo maldecir y seguir hablando de un problema. Pasan unos minutos hasta que comienzo a sentir un calambre en mis piernas por estar en esta posición.

Vuelvo mi mirada hacia mi padre, viéndolo con dificultad por los barrotes de la escalera. El frío de la casa me genera escalofríos, pero no había nada que me hubiera dejado tan congelado como el hecho de que la otra persona detrás del teléfono no era alguien del trabajo. No estaba ni cerca de eso.

Mis ojos se abren, mis piernas fallan y caigo completamente al suelo pesadamente, asustado miro hacia abajo esperando no ser descubierto por él. Pero parece que no es el caso.

Trago saliva esperando que lo que estaba escuchando sea una broma de él. Aunque él no era ese tipo de persona, esperaba que riera y dijera que iría a dormir. Tan incrédulo, llevo mis dedos a mi brazo, pellizcando mi piel esperando despertar de esta pesada pesadilla.