Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPITULO 67: TERCERA NAVIDAD SLYTHERIN
Dahlia apenas había logrado regresar al sótano de Honeydukes. Luego de haber escuchado aquella conversación entre los profesores, había salido a empujones de Las Tres Escobas y casi había terminado frente a la profesora McGonagall de no haber sido por Harry que llegó a tiempo para cubrirla con la capa invisible y apartarla del camino.
¿Por qué nadie les había contado eso?
¿Por qué nadie les había dicho que sus padres habían muerto porque el mejor amigo de su padre los había traicionado?
La verdadera pregunta que se hacía Dahlia era otra. No lograba comprender cómo alguien a quien todos habían visto como el hermano de su padre los había traicionado de aquella manera.
Era algo que no podía creer. No se imaginaba a sus amigos traicionándola a ella, era imposible.
La pelirroja subió corriendo a su habitación, buscando las fotos que les había dado Hagrid de sus padres. Ahora recordaba algo, buscó entre todos sus libros y apuntes hasta que encontró el álbum de fotos.
Había decidido compartir algunas fotos con Harry para ambos tener algunos recuerdos, pasó las páginas rápidamente sin detenerse en busca de aquella foto que había visto un par de veces.
—Lia... — dijo Celine mientras entraba detrás de ella a la habitación.
—Yo vi la foto... lo vi — murmuró Dahlia mientras pasaba una y otra vez las fotos.
—¿Qué buscas? — preguntó Celine mientras Daphne y Pansy también entraban a la habitación con rostros preocupados.
—¡Lo sabía! — dijo Dahlia al encontrar la foto.
Era una de la boda de sus padres. Su madre tenía una enorme sonrisa en el rostro como si estuviera a punto de soltar una carcajada y su padre reía de algo que le había contado aquella persona.
Debía ser el padrino. En aquel momento logró reconocerlo, no tenía el rostro hundido y amarillento, en su lugar se veía hermoso y lleno de alegría.
¿Qué había sucedido?
¿Por qué había traicionado a sus padres si se veía tan feliz?
No tenía sentido.
—Dahlia. — dijo Celine llamando la atención de su amiga.
—No entiendo... — murmuró Dahlia mientras negaba con la cabeza varias veces — ¿Por qué lo haría? ¿Por qué traicionaría a mis padres?
En aquel momento Dahlia sintió desesperación y confusión. No entendía como alguien que lucía tan feliz al lado de sus padres en un día tan importante para ellos, podría ser la causa de su muerte tiempo después.
