Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
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CAPITULO 15: PRIMERANAVIDAD EN HOGWARTS
Cuándo comenzaron las vacaciones Dahlia ocupó su tiempo libre haciendo pulseras para todos tus amigos, incluidos Crabbe y Goyle. A cada uno le había colocado su respectiva inicial de su nombre.
Sus noches eran un poco complicadas para dormir, pero tener aquél pequeño dragón ayudaba un poco a conciliar el sueño.
No la expulsaron de la escuela. Al parecer habían quedado iguales, con la idea de no volverse a molestar o tendrían que enfrentar las consecuencias y nadie de Slytherin comentaría lo que había sucedido a otras casas.
Lo que pasaba entre ellos quedaba entre ellos.
— ¿En qué piensas? — preguntó Celine mientras se dejaba caer sobre el sillón y apoyaba su cabeza en las piernas de Dahlia.
— En lo mucho que te quiero. — dijo Dahlia y Celine sonrió.
— Mentirosa. — arrugó la nariz.
— ¿No crees que es verdad que te quiero? —preguntó Dahlia y alzó ambas cejas mientras miraba a su amiga.
— No creo que estuvieras pensando en cuánto me quieres, no que no me quieres. — aclaró mientras jugaba con un mechón pelirrojo de Dahlia.
— Buenos días, enanas. — saludó Theo mientras llegaba a sentarse frente a ellas.
Desde que casi todos se habían ido por fiestas, la sala común estaba casi vacía y era para ellos. Dahlia y Celine se la pasaban en el cuarto de los chicos con Theo que se había quedado solo luego de que todos se fueran.
— Hasta que se levantó el señorito durmiente. — sonrió Celine mientras se sentaba para mirarlo.
— ¿Nos vas a enseñar eso que dijiste? — preguntó Dahlia con curiosidad. — lo del ajedrez.
— Ajedrez mágico.— le corrigió Theodore mientras sonreía divertido.
— Pues casi igual.— contestó Dahlia mientras movía su mano restándole importancia.
Celine soltó una risita mientras se encogía en el sofá. Theo fue por su ajedrez nuevo que había pedido que le mandaran para entretenerse durante fiestas.
Era nuevo y tenía una apariencia muy costosa. Lo dejó frente a ellas mientras se acomodaba y ambas niñas hicieron lo mismo.
— No es tan difícil, es como dirigir en una batalla. — explicó Theo mirando a las niñas.
Ambas escucharon a Theo con atención mientras les explicaba, no era tan diferente al ajedrez del mundo muggle que conocía Dahlia, la diferencia era que las piezas estaban vivas y tú las dirigías como a un ejército en una batalla.
