Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
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CAPITULO 42: EN PROBLEMAS
A la mañana siguiente Dahlia despertó cansada. Apenas había logrado dormir en la noche y tenía mucha flojera de levantarse para ir a clases, incluso Copito se estiró con pereza en la cama solo para enroscarse a dormir más.
— En estos momentos quisiera ser tú... — murmuró Dahlia dejando pequeñas caricias en la cabeza de su gato que ronroneó.
Fue a llenarle a rellenar su agua y se dio cuenta que su comida estaba intacta, pero su gato se veía gordito y bonito.
— ¿Dónde estás comiendo, pequeño? — preguntó cuándo el gatito se dejó rascar la pancita.
— Buenos días, Lia — saludó Pansy que acababa de despertarse soltando un pequeño bostezo.
— Bueno días, Pansy — saludó Dahlia y notó como la pelinegra la observaba — ¿Qué sucede? — preguntó sin quitar la mirada de Copito.
— ¿No dormiste bien? Se te ve cansada — dijo Pansy mientras se levantaba de su cama colocándose su abrigo encima de su pijama. — Déjame ver.
Pansy tomó el rostro de la pelirroja entre sus manos examinando el rostro de Dahlia y apoyó sus pulgares sobre sus párpados. Dahlia se quejó apenas, pero luego se relajó al sentir los dedos fríos de la pelinegra.
— ¿Mejor? — preguntó Pansy con una pequeña sonrisa y Dahlia asintió.
— Un poco, aunque eso no me quitó la flojera. No tengo ganas de estudiar hoy.— se quejó.
Pansy sonrió mientras se sentaba a su lado dejando caricias en Copito que se le acercó acostándose sobre las piernas de la pelinegra.
Era curioso como su gato parecía llevarse muy bien con todos sus amigos, dejaba que lo tocaran y acariciaran.
— ¿Tú has alimentado a Copito? — preguntó Dahlia y la pelinegra negó.
— No, siempre que vengo está durmiendo y tiene comida — explicó Pansy y Dahlia asintió apenas.
— Bueno, deberíamos despertarlas y alistarnos para las clases. — comentó Dahlia observando a Celine y Daphne que seguían durmiendo.
Pansy asintió mientras le señalaba el baño con la cabeza para que la pelirroja entrara primero.
Cuando todas las niñas estaban terminando de alistarse Dahlia se acercó a Celine con su corbata en la mano para que su amiga le ayudara. Desde primer año que la rubia le ayudaba con el nudo.
— Ya te dije que no es tan difícil — dijo Celine con una pequeña sonrisa y Dahlia arrugó la nariz mientras alzaba un poco el rostro.
— Prefiero que mi querida amiga me ayude — dijo Dahlia dándole una pequeña sonrisa a la rubia.
