Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPITULO 27: LA MADRIGUERA
Harry tuvo que parpadear un par de veces para darse cuenta que no era un sueño y su amigo realmente estaba al otro lado de la ventana observándolo. Una sonrisa se formó en su rostro mientras se levantaba de la cama.
— ¡Ron! — exclamó Harry luego de acercarse a la ventana y abrirla. — ¿Cómo has logrado...? ¿Qué..?
La boca de Harry formó una curiosa "O" de sorpresa al ver que Ron sacaba la cabeza por la ventanilla trasera de un viejo coche color turquesa que estaba detenido ¡En el aire! Sonriéndole a Harry desde los asientos delanteros, estaban Fred y George, los hermanos gemelos de Ron.
— ¿Todo bien, Harry?
— ¿Qué ha pasado? — preguntó Ron — ¿Por qué no has contestado mis cartas? Te he pedido unas doce veces que vinieras a mi casa a pasar unos días y luego mi padre vino un día diciendo que te habían enviado un apercibimiento oficial por utilizar la magia delante de los muggles.
— No fui yo — se apresuró a explicar Harry — Pero ¿Cómo se entero?
— Trabaja en el ministerio — contestó Ron — Sabes que no podemos hacer ningún conjuro fuera del colegio.
— ¡Tiene que ser broma que tú me lo digas! — dijo Harry observando el coche flotante frente a él.
— ¡Esto no cuenta! — explicó Ron — Solo lo hemos cogido prestado. Es de mi padre, nosotros no lo hemos encantado. Pero hacer magia delante de esos muggles con los que vives...
— Que no he sido yo, ya te lo dije... — repitió Harry — pero es demasiado largo para explicarlo ahora. Mira puedes decir en Hogwarts que los Dursley nos tienen encerrados y que no podremos volver al colegio, y que está claro que no podemos usar magia para escapar de aquí...
Dahlia se removió entre sus sabanas sintiendo frío y se quejó apenas abriendo sus ojos de forma perezosa. Algunas veces solía tirar las sabanas y tenía que volver a taparse, su sorpresa fue escuchar a Harry hablando con alguien.
Giró solo para parpadear otra vez confundida adaptando su vista a la oscuridad, solo iluminados por la luz de la luna y las luces de los faros de un auto.
¿Un qué?
Dahlia tuvo que obligarse a despertarse lo más que pudo solo para ver a¿Ese era Ron Weasley?
— Deja de decir tonterías — dijo Ron a Harry — Hemos venido para llevarte a casa con nosotros.
— Pero tampoco pueden usar la magia para sacarme — comentó Harry con tristeza.
— No la necesitamos — repuso Ron con una sonrisa, señalado con la cabeza los asientos delanteros — Recuerda a quiénes he traído conmigo.
Dahlia no sabía que decir, no se habían dado cuenta que se había despertado mientras ellos hablaban. Sin hacer mucho ruido peinó su cabello en un moño desordenado y bostezó con pereza en silencio.
