CAPITULO 41

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CAPITULO 41: EL CLUB DE DUELO

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CAPITULO 41: EL CLUB DE DUELO

Una semana había pasado desde aquel incidente en la clase de pociones y aunque Dahlia se había sentido avergonzada con sus amigos por lo que su hermano había hecho, Celine le había dejado claro que no era su culpa.

Ninguno de los niños le reclamó algo sobre lo que había ocurrido. Ni siquiera Malfoy que había terminado con la nariz del tamaño de un melón hasta que había bebido la poción.

Durante esa semana Dahlia no había hablado con Hermione, ni con su hermano. Seguía molesta con ellos dos y no pensaba hablar con ninguno hasta que decidieran disculparse con sus amigos y ser honestos con ella.

Sophie estaba al tanto de lo que sucedía, pero a diferencia de Dahlia, si pasaba unos minutos al día con Hermione cuando la encontraba libre de sus aventuras con Harry y Ron.

Dahlia sabía que Sophie también era amiga de Hermione y ella no podía ponerla a elegir entre las dos, era por eso que la dejaba cuando sabía que se contraría con Hermione y evitaba a la niña Gryffindor a toda costa.

No era algo difícil de hacer puesto que ambas tenían cosas distintas que hacer.

Esa mañana en el Gran Comedor mientras desayunaba con sus amigos, notó como las lechuzas ingresaban para dejar los respectivos paquetes a los alumnos, una lechuza se posó sobre el hombro de Malfoy antes de dejar caer dos paquetes de los dulces que le mandaba Narcissa.

— Este es para ti — dijo Malfoy entregándole uno de los paquetitos con una pequeña sonrisa.

— Gracias, solecito. — dijo Dahlia molestando al platinado.

Malfoy alzó una ceja ante el apodo que le había dicho la pelirroja y Dahlia soltó una pequeña risita recordando al platinado con todo su cabello en distintas direcciones.

— ¿Y eso? — preguntó Malfoy con curiosidad.

— Por lo que dijo Blaise — comentó Dahlia y el platinado rodó los ojos al acordarse lo que había dicho el moreno.

Dahlia sonrió divertida hasta que una lechuza se acercó a dónde estaba ella con un gran paquete y de forma cuidadosa se apoyó sobre el hombro de Theo que estaba a su lado, soltando el paquete a un lado de ella.

En ese momento Dahlia reconoció a la lechuza, era la que Theo había comprado como sorpresa para ella. La lechuza señaló con el pico el paquete y ladeó la cabeza mirando a la pelirroja.

— Debe ser para ti, Lia — dijo Theo mientras le daba unos trozos de tocino a la lechuza.

— Debe ser de la tía Petunia — dijo Dahlia observando el paquete y con cuidado sacó la nota que estaba pegada a ella. — Gracias...

Dahlia frunció el ceño al darse cuenta que no sabía el nombre de la lechuza y miró a Theo.

— ¿Cómo se llama? — preguntó Dahlia acariciando las plumas negras de la lechuza y notó como la lechuza acercaba su cabeza a su mano.

THE GREAT WAR ┆Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora