Sero se asoma por encima del hombro del omega para luego mirar a Shinso. — Es muy gentil con las manos, ¿recuerdas cuando eras el único que podía tomar al bebé de mi hermana sin que se despertase?

Shinso está hablando mierda, opina Katsuki. Akihiro va a hacer un berrinche al saber que no es el único niño en el corazón de Shoto.

 Él también está a punto de hacer uno si Shinso sigue agarrando el bolsillo del polerón del omega para irritarlo con tanta confianza. El único con el permiso de irritarlo debería ser él. 

—Shinso, ya basta, los estoy doblando mal.—Se queja el omega, tomando la mano del pelimorado para dejarla en la mesa, para que este vuelva a mirar al cenizo divertido, por su evidente molestia. ¿Siempre había hecho tanto calor en esa cocina? O como porque se sentía tan agitado de la nada.

—Ya está— Shoto pone el último dumpling en la plancheta para que Shinso los termine de cocinar. 

—Dijiste que no sabías que eran, pero los doblaste todos como profesional. —Se burla Shinso del omega.— Estoy seguro de que no querías cocinar.

Shouto le saca la lengua al verse atrapado.

—Lo bueno es que estás rodeado de cocineros.—Dice Sero burlesco, mirando a Katsuki.

—Oh, hace calor aquí.— Katsuki se queja encendiendo el aire. Aunque Sero lo mira un poco preocupado. 

—¿Por qué me estás siguiendo?

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—¿Por qué me estás siguiendo?.— Consulta Shoto mirando a Katsuki que venía siguiéndole el paso por la escalera de incendios. La maratón favorita del omega, si alguien pregunta.

No sabía que demonios le pasaba al alfa, sea como sea, seguía completamente molesto. ¿En el estacionamiento? Le revolvía el estómago de solo pensar que el alfa había tocado a la otra en el mismo auto en el que salían con Akihiro.

Quería golpearlo tanto.

Tenía buen ojo crónico, había sido cuestión de mirar el auto un segundo para identificar la figura de Cammie encima de Katsuki devorándole el alma gracias al reflejo del sol. Ningún polarizado era suficiente para sus ojos, y aun así...  Se aseguró que Shinso no los viera, porque probablemente habría reaccionado mal, aunque no podría culparlo.

Ni siquiera el mismo supo como reaccionar cuando los vio... sabía que Cammie y Katsuki tenían una relación extraña basada en sexo, pero verlo lo hacía más real; no solo eso, también le había recordado... que su relación tenía fecha de caducidad.

Y como si eso no fuese el colmo, se había sentido culpable después de sentirse satisfecho al imaginarse jalando a la pobre omega de los pelos. Después de todo Katsuki era su alfa... y este se había enojado hasta con Kirishima por hablar mal de ella. Si le jalase los pelos, probablemente tendría que pelear con el alfa también. Ugh, como lo odiaba.  

—¿Tienes que subir por la escalera estos cuatro pisos? ¿No sabes que hay un ascensor funcionando noche y día?.—Shoto no se detenía y Katsuki quería alcanzarlo, aunque se sentía levemente mareado por subir tantos escalones. En realidad sentía todos los músculos quemarle.

—¿Por qué? ¿Hiciste demasiado cardio por hoy?.— Shoto se detiene sin una gota de sudor en la frente, a mirar desde arriba al alfa, que se encuentra jadeando, el aroma a disconformidad, rodeándolo. Shouto rueda los ojos, cuando se le ocurre una idea para desquitarse.—Pobre bebé, no puede subir cuatro pisos. Seguro tu desempeño en la cama es igual de pobre.

Shoto siguió subiendo a tranco largo, sabiendo que Katsuki ahora correría al haber insultado su dignidad. Se carcajeó solo de los nervios de saber que el alfa venía a unos centímetros más atrás.

Casi logra abrir la puerta de salida de la escalera cuando el brazo de Katsuki le rodea la cintura y lo atrae hacia su cuerpo, pegando su espalda a su pecho.

—¿Quieres que te pruebe lo contrario?.—Consulta el alfa sugerente. Shoto puede sentir perfectamente bien el cambio en el aroma del alfa, ahora más almizclado. Dulce, incluso para el alfa que de por sí tenía ese olor a caramelo.

Y Shouto no siente el deseo irrefrenable de escapar, lo que definitivamente lo asusta.

—Suéltame.— Shoto casi gime cuando Katsuki comienza a succionar la glándula de su cuello, incapaz de moverse por la corriente eléctrica que le recorre el cuerpo, mientras Katsuki sigue succionando y jadeando como si estuviese delicioso, Shoto tiene que afirmarse de la manilla porque todas las partes de su cuerpo que rozan con el de Katsuki queman. —Katsuki...

—Solo un poco más.—Dice el alfa, repartiendo besos húmedos en la nuca del omega, el olor a berries repartiéndose rápidamente, Shoto apoya la frente en la puerta de incendios, sintiendo las piernas temblarle, aunque Katsuki lo sostiene firmemente, con la promesa de no dejarlo caer, tampoco alejarse.

Katsu....— Shouto suelta un gemido cuando una de las manos ásperas rozan a lo largo de su tronco para juguetear con sus pezones sobre el polerón. —Oh, mierda detente.

Las manos del alfa se detienen inmediatamente; sin embargo, apoya su cabeza en la espalda del otro, respiración agitada, tratando de controlarse. —Creo que estoy en rutina, por todo el estrés que me hiciste pasar en esa cocina. Todo por ti, maldita sea.

Shouto no puede evitar sentirse mareado por la vergüenza. Ni siquiera le preocupa que Katsuki haya entrado en rutina en este momento, solo la parte en la que es su culpa.

Oh, y Shoto lo odia porque su omega parece igual de contento al respecto, solo puede gemir y agarrarse de la manilla de la puerta al sentir su ropa interior mojarse bastante por pura respuesta biológica.

—Oh, mierda. — Katsuki parece realmente afectado, al distinguir el aroma a berries mucho más intenso acompañado de otro olor. Shouto no usa supresores, por lo que el olor a lavanda recién cortada del bendito lubricante natural permea a través de la ropa. —¿Estás...?

Shouto no podía negar lo obvio, su cuerpo respondía inevitablemente rápido, se sentía húmedo abajo, tanto que se sentía incómodo. —Sí.

¿Se había mojado solo por eso? Sí. Shouto ni siquiera le da vergüenza admitirlo porque es virgen. Nunca lo habían tocado. Izuku jamás tenía rutinas esporádicas y controlaron bastante bien el tema a la larga, ninguno de los dos empujando de más, Shouto alejándose cuando era necesario, y el alfa dándole su espacio.

En el fondo sabía que si Katsuki no se tomara dos supresores sagradamente todas las mañanas, en este momento estaría tratando de meterse en sus pantalones... en parte eso era lo que lo tenía tan tranquilo; porque el alfa no intentaría nada sexual con él. 

Eso no quitaba que no sabía que era específicamente lo que el alfa estaba pensando o quería conseguir con todo esto.

—¿Qué haces?.—Consulta breve, cuando las manos de Katsuki lo levantan sobre su hombro.—Katsuki, mierda... bájame.

Konohana ;✧ BakuTodoWhere stories live. Discover now