Cuarenta y uno.

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—...hm...Kat...

Shouto estaba tan mareado.

Era solo un beso, se había prometido a sí mismo que era solo uno, y terminó incapaz de separarse, gimiendo en su boca cuando las manos del cenizo lo acercaron más desde su espalda, y Shoto comenzó a jalarlo del pijama con cuidado atrayéndolo hasta tenerlo encima.

Sus piernas abiertas al rededor de la cadera del cenizo y las sábanas completamente desordenadas detrás de ellos por el jaloneo.

—Mmm... eres un peligro.— Jadea Katsuki, ríe en su boca.

—Que te bese así te gusta.

—Como dije, un peligro —Responde el alfa en una risa, dejando un beso en su cuello, pero cuando se aleja, Shouto atrapa su boca otra vez, mordiendo el labio inferior para hacerlo abrir la boca y meter su lengua, gimiendo en su boca cuando su alfa corresponde con más intensidad.

—Shouto... ¿Qué estamos haciendo? ¿Mhp?.— Katsuki tiene que separarse porque tiene que saber donde dibujar la /maldita/ línea, para saber /donde/ parar.

O va a terminar enterrado en el patio de los Todoroki cuando su hermano llegue mañana y se dé cuenta de que le arrebató la inocencia y la cola a su hermanito en un calentón para nada planeado en una cabaña que seguro ha sido usada igual antes.

—Te estoy besando.—Murmura, el omega, los dedos de sus manos enredándose en los mechones de su nuca, Katsuki jamás había visto ese brillo en los ojos de Shouto, mandaba descargas eléctricas por toda su espina dorsal.—¿Por qué no nos besamos antes? Deberíamos llevar años besándonos, se siente tan bien besart--

Solo besos.

Katsuki puede hacer eso, puede besarlo hasta que no pueda pensar más, hasta que el único pensamiento coherente en su cabeza sea Shouto Shouto Shouto. Él podría, si podría hacerlo, si la cadera del bicolor no tuviese pequeños espasmos en sus manos, y si sus manos no se apretasen a su camisa de dormir, como si tratase de tragárselo, de apegarlo más.

Katsuki lo siente en su aroma.

Él sabe que Shouto lo desea, cada micropartícula de su cuerpo le está gritando que lo toque, y el alfa en su interior está desesperándose con cada suspiro de frustración del omega.

Y... Katsuki cree que sería tan fácil meter su mano delicadamente entre sus piernas, escucharlo gemir de satisfacción al obtener un poco de fricción, si el omega está dispuesto, quizá acomodarlo en su muslo y ayudarlo a perseguir su orgasmo lentamente, sin presiones, ni siquiera necesita sacarle la ropa para hacerlo.

Konohana ;✧ BakuTodoWhere stories live. Discover now