Treinta y tres

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Shouto se había despertado un poco antes de lo común, por el ronroneo del alfa

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Shouto se había despertado un poco antes de lo común, por el ronroneo del alfa.

El cenizo seguía profundamente dormido, con los ojos completamente cerrados y la boca entre abierta, respirando lentamente. Se fijó por primera vez en lo bonitas que eran sus pestañas, curvas y largas... lo bien cuidada de su piel, o el tono durazno de sus labios.

Decidió aceptar su maldición. Le gustaba el pesado de Katsuki.

Oh, también que había sido tan egoísta como para manipularlo a que se quedase con el y no se fuese con alguna persona a pasar la noche.

—Tan lindo cuando estás en silencio.—Dice al aire, observando cada parte del rostro del alfa por quizá, demasiado tiempo.

Se dio cuenta de que tenía una pequeña cicatriz en la mejilla. Una línea delgada que recorría gran parte de su pómulo. Jamás la había visto. Probablemente, jamás había mirado a Katsuki así de cerca. Sus dedos recorrieron la cicatriz sin pensarlo mucho cuando el alfa frunció el ceño.

—¿Admirando tu trabajo?.—Katsuki abre los ojos lentamente, para encontrarse con los ojos llenos de curiosidad del omega.

—¿Mio?.

—¿No recuerdas como me rasguñaste en el auto cuando te lleve a la clinica?.— Katsuki alza una ceja. Claro que lo recuerda, fue el día en que se dio cuenta que el alfa era alguien confiable, porque no lo había tocado más de lo necesario.

Shouto sintiéndose risueño de repente al tener tan cerca al alfa, que acariciaba su espalda con cuidado.

-No pensé que tendrías una cicatriz.

-¿No te duele la cabeza?

Katsuki alza una ceja y Shouto se ve descubierto.

-Lo enfríe.-Responde el omega, mirándole directamente a los ojos, como si lo que acababa de decir no fuese mentira. Ni siquiera había bebido. Solo le gustaba que la gente creyese que estaba ebrio para que no hagan preguntas por su cambio de comportamiento. - No tengo resacas pesadas.

Aun así, Katsuki lo mira totalmente incrédulo, como si estuviera mintiendo.

-Aunque fue lindo cuando te negaste a besarme porque estaba ebrio.- admite divertido, haciendo acomodándose el pecho del alfa con coquetería.-Pero podrías haber puesto más resistencia... ¿no dijiste que tendría que rogarte?

Shouto le sonríe quedito al sentir como la mano del alfa se queda quieta en su espalda.

-Fue la adrenalina.-Dice el alfa, haciendose el tonto, mirando los ojos del omega entretenido.-¿Haces el mismo Show cada San Valentín? No me molestaría hacerlo el próximo año.

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