Capitulo 32

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Draco Malfoy

Esa noche todo estaba siendo muy extremo, desde que vi a Greengrass y Potter salir por la puerta de la sala común sabía que sería inolvidable pero no sabía hasta que punto llegaría eso, aunque desde que vi a Blair junto a Daphne sabía que cosas podrían llegar, entre que Daphne y Nott se encontraban muy "cercanos" y Blair llevaba una fiesta encima que no se le iba a quitar hasta que ella quisiera, no tenían peligro esas dos juntas. 

Y para cuando nos tuvimos que esconder en el armario supe que ya ese era el colmo de esa noche, no se que pasó para que acabáramos besándonos pero para cuando nos abrieron no fue tampoco el mejor momento. 

Mientras estábamos besándonos la apoyé contra el fondo del armario, tampoco es que me costase mucho trabajo ya que eso no mediría ni un metro y medio, sentía su cara arder, ella en si estaba ardiendo y de alguna forma yo también provocaba eso, igual que ella en mi, sentí su mano recorrer desde mi cara hasta mi pelo y empezó a revolverlo mientras que su otra mano se colocaba en mi mejilla, yo puse mi mano izquierda en su cuello atrayéndola hacía mi y la otra mano la tenía en su cintura. Los besos se fueron intensificando y solo conocía una forma de cómo terminar eso, aunque no era buena idea. 

De pronto, oímos ruidos procedentes de afuera pero no hicimos mucho caso, mal hecho, de un momento a otro vimos como la puerta se abría y la claridad nos atacó a los ojos así que pusimos el brazo para poder ver bien, cuando nos dimos cuenta de que había gente mirándonos enseguida ella me empujo haciendo que saliese del armario, para cuando me di cuenta no tenía la camisa puesta y ella tampoco, se tenían que estar pensando de todo, al ver la cara de Zabini, Nott, Crabbe y Goyle lo supe, tendría muchas preguntas respecto a eso. Blair, que estaba muerta de vergüenza se puso la camiseta lo más rápido que pudo y me tiro la mía a la cara, sino fuese porque la conocía demasiado me hubiese dado pero la atrapé y al instante me la puse. 

Vi como salió corriendo casi de la sala común de Hufflepuff, cuando fui a ir detrás de ella oí algunas palabras pero me giré hacía ellos con una mirada fulminante. 

– NI. UNA. PALABRA. —advertí con un tono autoritario. 

Ellos se echaron atrás, recogí mi abrigo y automáticamente fui hasta la sala común de Slytherin, seguramente tendría que estar allí, sino ¿donde narices iba a estar? 

Mientras iba por los pasillos recordé que hacía relativamente poco los chivatos nuevos de Umbridge junto a ella y a Filch habían entrado a la sala común y probablemente se habrían llevado gente a los castigos, y si no me equivocaba seguramente seguirían por ahí a ver a quien encontraban deambulando por los pasillos a esas horas, esperaba que no me encontraran, ni a los demás tampoco. 

Al llegar a la sala común me encontré con la puerta abierta, eso no era ni medio normal, nunca dejábamos la puerta abierta, estaba en una de las normas de la sala común. Cuando miré de reojo vi que los demás llegaban y se quedaban igual de extrañados que yo, nos miramos un tanto preocupados y decidimos entrar. Al mover la puerta nos encontramos una escena que ponía los pelos de punta, la profesora Umbridge muy enfadada con varita en mano y agarrando del pelo a nada menos ni nada mas que a Blair, la cual estaba en el suelo de rodillas con las manos en su cabeza intentando que la soltara y con lágrimas pintadas de negro por el maquillaje aunque su semblante era serio. Y no era la única que estaba en ese estado, muchos de los que habían ido a la fiesta estaban ahí y otros que también habían acudido no se veían, como Daphne que, por mucho que mirara a donde mirara no se encontraba en ninguna parte. 

– ¡Hasta que aparecen! ¿¡donde estaban? llevo horas buscándolos —bramó Umbridge. 

– Estábamos en la fiesta. —espeté serio. 

𝑬𝑵𝑬𝑴𝑰𝑮𝑶𝑺 𝑨 𝑴𝑼𝑬𝑹𝑻𝑬Where stories live. Discover now