CAPÍTULO 30.- segundo fragmento

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Cuatro meses habían pasado rápido y las cosas siguieron avanzando en el Reino. Paso mucho más tiempo con su familia últimamente. Haniel y Dantalian de pronto eran los mejores amigos de todos los tiempos, tío y sobrino se habían convertido en inseparables para la mala fortuna de Bael. Dantalian había cumplido 6 años hace poco y lo festejaron juntos.


Creía que su hermano menor era muy mala influencia para su hijo.


Bael aún luchaba con los desplantes de Dantalian, no había roto la barrera que los separaba del todo. Sin embargo, Dantalian ya no ponía mala cara siempre que lo veía, Bael siempre llegaba con regalos cada vez que regresaba a casa y Dantalian a veces lo esperaba disimuladamente, extendía las manos y recibía sus regalos feliz. Vivir juntos fue de gran ayuda. Aunque siempre estaba en misiones y trabajaba más que nunca con el escuadron, regresaba ansioso a casa para ver a su hijo, a su pareja y lamentablemente al idiota de Gunnar.


Una familia extraña, pero contenta.


Dantalian últimamente estaba muy ansioso, porque si bien podía andar a sus anchas en su casa y los enormes jardines de esta. Ya empezaba a extrañar ir a la escuela o ir a pasear por el bosque. Bael lo había llevado un par de veces a su antigua manada para que visitara a todos. Esperaba que el tiempo pasara rápido y que Dantalian sea presentado orgullosamente como su hijo y su heredero.


—¿Qué hay de los hermanos de Leia?


—Clark todavía se queda en las tierras libres, pero me dijo que ya está preparando su regreso —explicó Liam—, dejó mucho trabajo pendiente y no puede posponerlo mucho tiempo.


—Espero que no siga trabajando como un investigador antimonárquico.


—Me dijo que les cambiará el enfoque a las cosas —sonrió Liam—, pero que seguirá denunciando las cosas que están mal.


—Maldito traidor.


Liam soltó una carcajada.


—Hablando de traidores —siguió Bael—, al parecer Estefan al fin encontró algo en su investigación en Corea.


Los salían a los jardines del palacio para desaparecerse y aparecerse en la casa de Gabriela, donde se festejaría un baby shower.


—Espero que todo se solucione por ahí —hablo Liam—, Joon siempre tendrá todo mi apoyo.


—Si las sospechas de Estefan son ciertas, estamos hablando de un nivel de corrupción tremendo dentro de la manada Coreana —Bael sonrió con malicia—, será un placer ayudar a quemarlos a todos.


—Odio cuando hacen eso.


—¿Qué?


—Cuando Estefan y tú se ponen frenéticos y desplazan su aura asesina.


—Es que eres un aburrido, como esta tontería a donde vamos, me parece una estupidez hacerle una fiesta al bebé cuando ni siquiera nace —gruño Bael—, tenemos tanto trabajo y perdemos el tiempo en tonterías como esta.


—Anímate —Liam lo empujo levemente—, vamos a poder entregarle regalos al bebé.


Bael paró de caminar.


—¿Regalos?


—Bael, el baby shower es para darle regalos al bebé que va a nacer —le explicó Liam—, cosas que pueda necesitar. Tu deberías haberle comprado uno enorme si vas a hacer el padrino.


Bael maldijo por dentro.


—Nos tenemos que desviar —habló rápidamente.


—¿Qué? —Liam frunció el ceño—, ¿Por qué?


—Porque tengo que comprar un regalo enorme que opaque cualquier regalo que Estefan pueda comprar.


Llegaron a el área que usaban para teletransportarse con regularidad, Bael sujeto a Liam que se burlaba por haber olvidado un regalo para el hijo de su gemela y lo molesta con lo irritada que se pondría Gabriela si llegaban tarde, cuando Bael de pronto desplegó sus alas de fuego, hizo aparecer su lanza y posicionó a Liam detrás suyo para protegerlo con su cuerpo.


Un ser cayó como un rayo desde el mismo cielo, no era Estefan o su tío Alan, pero tenía alas blancas y resplandecientes en su espalda.


—Este es el Reino de los hombres lobos y tú no has sido invitado —gruño Bael gruñéndole amenazadoramente a aquel sujeto—, ¿Quién eres y qué haces aquí?


El sujeto lo observó un momento, mirándolo de pies a cabezas.


—¿Eres el semidemonio Alan?


—Ese es mi padre —Bael hizo aparecer varios espectros de fuego—, el cual no tardará en llegar.


Liam usaba su pulsera de oro para comunicarse con Estefan y su tío Alan para que llegaran, miró por encima del hombro de Bael y observó al sujeto. No se veía ciertamente amenazador. Vestía una toga violeta, tenía joyas de oro y no sabía si sus ojos estaban mal, pero brillaba un poco.


Parecía vestido con un disfraz caro y bien hecho de un ángel.


Entonces aparecieron estrepitosamente Estefan y Alan a cada lado de Liam. El príncipe empezó a pensar si debía transformarse o no.


—¿Y este payaso de dónde salió? —Alan miró al infiltrado y soltó una risa amarga—, parece un idiota.


—¿Cómo carajos traspasaste nuestras defensas? —gruño Estefan.


El sujeto conectó la mirada con Liam y de repente se arrodilló.


—Soy Seraniel, ángel perteneciente a la orden de los Guardianes —se presentó el extraño—, me presento ante usted príncipe Liam Moore, he sido encomendado para protegerlo y resguardarlo de cualquier mal. Me presento aquí como su ángel guardián.


Ah no pendejo —Estefan gruño enojado—, no quieras quitarnos el trabajo.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNWhere stories live. Discover now