Capítulo 46

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...Narra Fredrik...

El hecho de decirle a todos que pasen tiempo con aquellos que aman, es un método de despedida que deseaba emplear con mi novio, sin embargo, él no está de acuerdo con toda esta situación y a pesar de que acepta mis besos, no me permite tocarlo lujuriosamente.

Cuando llegamos a casa, él caminó en silencio hasta nuestra habitación para meterse bajo las cobijas una vez se alistó para dormir. Yo imité su acción, aunque me metí bajo las sábanas semi desnudo, deseando tocarlo para despedirme apropiadamente de mi tan amado novio.

Desde ayer sé que no deseaba hacerlo, creí que hoy podría convencerlo, los besos eran de aquellos apasionados que calentaban nuestros cuerpos y me incentivaban a deslizar mi mano por su ombligo, creyendo que tenía autorización para tocarlo.

–Ya te dije que no quiero...–susurró sobre mis labios, cortando el beso para retirar mi mano de su cuerpo.

–Pero mi amor, esta se puede convertir en nuestra última noche juntos– lo trataba de convencer.

–Sabes perfectamente que eso se podría evitar si te quedas– me habló con enfado, manteniéndose firme frente a su postura– eres el líder de este pueblo ¿por qué tienes que ir? ¿Por qué no envías a otro?

–Mi amor, esto es algo que he hecho la mayor parte de mi vida, no puedo cambiarlo en un momento como este, no ahora que hay invasores en nuestros territorios– trataba de explicarle, queriendo convencerlo.

–¿Qué tal si logran llegar aquí? –me preguntó, algo que no podía descartar, ambos sabíamos que era una opción– ¿no deberías estar aquí?

–Es una opción, pero mi decisión ya está tomada–le repetí, viendo como parecía cada vez más enfadado– mi amor, no me quiero ir en malos términos contigo.

–Muy bien, pero no lo haremos– insistió, alejando mis manos por completo de su cuerpo mientras se cubría hasta el cuello con las cobijas.

Se veía adorable, yo me acomodé de lado dentro de la cama para acariciar su cabello, a decir verdad, el tocarlo no afecta mi decisión, ya que a pesar de que deseo despedirme de su cuerpo, una gran parte de mí también disfruta de nuestro momento juntos.

Me gusta observarlo, gracias a que las velas estaban encendidas en la mesita de noche, podía apreciar su rostro sintiéndome embobado por el brillo de sus ojos. Joshua es demasiado lindo, me gustan sus ojos y el grosor de sus finos labios.

A comparación de las chicas con las que he estado, sus labios son más pequeños, algo adorable, además tiene un color rosa muy bonito. La sonrisa de Joshua es preciosa, ahora no me está sonriendo, pero a pesar de que no lo hace, sus ojos me demuestran la realidad de sus sentimientos.

Sé que está preocupado por mi seguridad, es algo totalmente lógico, pero esto es algo que debo hacer y ¿Quién sabe? Puede que esta sea la última vez que tome esta decisión.

A mí también me encanta estar con él, disfruto hablar con mi amado, besarlo, abrazarlo, mimarlo. Sin embargo, no puedo dejar de lado mis responsabilidades, al menos no ahora.

Si llego a regresar con vida, me aseguraré de retirarme y evitaré navegar si él así lo desea, todo esto lo haré siempre y cuando, no haya una batalla similar a esta.

–No necesito hacerte el amor, para disfrutar de ti...–susurré en voz alta, acariciando su delicado rostro– esto también me vale como despedida– añadí.

Mis palabras buscaban arreglar la situación, no tenía interés en iniciar una discusión, sin embargo, él se alejó de la cama y pensaba marcharse hasta otra habitación.

–Amor, no hagas esto– le pedí, observando como abría la puerta.

–Debiste pensarlo antes de decidir– finalizó la conversación, marchándose con tal de dejarme solo.

Él no estaba colaborando conmigo, yo deseaba pasar tiempo con él, si bien existe la posibilidad de morir en batalla, también existe la posibilidad de regresar con vida y el hecho de pasar todo ese tiempo pensando en que no ha querido estar conmigo, me hace sentir culpable.

Lo que menos deseo es emprender un viaje donde pasaré alrededor de dos a tres meses sintiéndome culpable por no satisfacer sus deseos, si bien debo ir, me hubiese gustado que comprendiera que esta decisión también era difícil para mí.

Estaré lejos de la persona que amo, obviamente me siento frustrado y triste, sin embargo, ahora aquello aumenta debido a que no pude pasar tiempo con la única persona que me importa.

Ojalá mañana cambie de opinión y me conceda unos minutos de su tiempo.

El cocinero del capitánWhere stories live. Discover now