Capítulo 22: Merece ser feliz

407 61 8
                                    

...Narra Leo...

Hay pocas veces en las que tengo sueños húmedos que para variar son lucidos, es evidente que estoy soñando, en el barco no hay ninguna chica, aunque como es un sueño me dejé llevar por el calor de la situación sintiendo un agujero estrecho que lograba estremecer mi piel.

Normalmente una mujer no es suficiente para complacerme, por lo mismo, suelo estar con varias, además es más divertido, las chicas suelen borrar todo pensamiento de romanticismo tras saber que no son las únicas que pueden estar conmigo, así que, de cierta forma, por eso siempre estoy con dos.

En mis sueños no entiendo por qué es una, aunque puedo sentir cuan empapada se encuentra y lo seductores que pueden llegar a ser sus gemidos. Me gusta, es un sueño, pero se siente real, casi como si de verdad estuviera con una chica.

O al menos eso pensé hasta que en medio de mis sueños los movimientos de la supuesta chica me hicieron despertar, haciéndome ver que en realidad era Eliot quien se mantenía sobre mi cuerpo moviendo sus caderas mientras trataba de ahogar sus gemidos.

—¿Q-Qué haces...? —pregunté tratando de separarlo de mi cuerpo.

—Pa-Pagando por tu... ah... protección...—respondió moviendo sus caderas con mayor velocidad.

—T-Te dije que no me interesan los chicos— le dije, algo que pareció divertirle y hasta se atrevió a pegar su pecho contra el mío.

—T-Tu pene no dice lo mismo...—comentó con diversión, moviéndose de un modo que estremecía mi cuerpo.

Dentro se sentía apretado y mojado, era similar a una chica, quizás por eso mi entrepierna no se bajaba, además si continúa moviéndose es obvio que no lograré relajar la zona, aun cuando no estoy interesado en continuar.

No necesito su cuerpo para protegerlo, no comprendo por qué llegó a esta conclusión, pero es evidente que no me aprovecharé de esto, por lo mismo, traté de alejarlo nuevamente, aunque esta vez conseguí que me besara.

Es bueno haciéndolo, no cabe duda de que tiene experiencia, parece conocer los puntos débiles que un hombre podría tener, sin embargo, a pesar de que me estaba dejando llevar por culpa de sus labios, giré la posición dejándolo bajo mi cuerpo, algo que lo pilló por sorpresa, ya que me salí de su interior y simplemente acaricié su mejilla mientras lo miraba a los ojos.

—No sé a qué estás acostumbrado, pero no necesitas hacer esto— le dije acomodándome detrás de él, abrazándolo para mantenerlo quieto.

—Pero es la única forma que...

—Esto no funciona de ese modo, además, me gustan las chicas— le repetí— olvida todo lo que te han enseñado, tu cuerpo no es un método de pago, más bien deberías pensar en hacer este tipo de cosas con alguien que consideres especial, a alguien que sea capaz de respetarte con o sin ropa y, sobre todo, a alguien que ames— le sugerí con completa paciencia.

—Pero estoy manchado...—murmuró con la voz quebrada.

—Eso no es verdad, eres un chico lindo que simplemente necesita descubrir su libertad dejando el pasado atrás, además te aseguro que si en el futuro consigues enamorar a alguien, a esa persona no le importaría estar contigo— le fui diciendo mientras lo acariciaba.

—He estado con muchas personas, ¿Quién podría enamorarse de alguien como yo? —me preguntó, casi como si se viera así mismo como basura.

—Si yo tuviera gustos por los chicos, a mí no me importaría— le respondí con total sinceridad— así que, descuida, más bien deberías centrarte en tu futuro y no en el pasado, las cosas que te obligaban a realizar no es algo que defina quien eres, más bien ahora que eres libre, deberías averiguar qué es aquello que deseas hacer con tu vida.

Eliot no me respondió, aunque podía oír sus sollozos y claramente se sentía aterrado por el cambio, algo que no me extrañaba, por lo mismo, lo acaricié hasta que se durmió y esta vez me aseguré de que realmente se durmiera.

No sé qué es aquello que en su pasado vivió, es lógico que pasó por muchas cosas desagradables que lo hacen despreciarse, verse incluso como alguien que no merece ser amado, por lo mismo, durante el tiempo que pase dentro de este barco me aseguraré de que vea lo bueno que es tener una vida libre donde su pasado no importa, más bien lo que importa es el futuro que se aproxima convirtiéndote en aquello que realmente quieres ser y no en aquello que te obligan a ser.

No sé cuál es su edad, estimo que está dentro de los 18 o 20 años, ya que parece ser el más joven de este barco, por lo mismo, aún tiene toda una vida que disfrutar y experimentar.

Sin duda, luego de todo lo que ha pasado en su corta edad, merece ser feliz...

El cocinero del capitánWhere stories live. Discover now