Capítulo 44: Malas noticias

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...Narra Joshua...

Mi día estaba marchando demasiado bien, debí sospechar que los Dioses me enviarían una desgracia que entorpeciera mi felicidad como un método de prueba de mis virtudes.

Asumo que específicamente deseaban probar mi paciencia, tras enviarme una visita no grata que me miraba con desprecio, mientras que mi amado se encontraba lejos de mi lado, buscando unas cosas que su amigo venía a buscar.

Era tan molesto tenerlo en frente, deseaba retirarme, pero Fredrik antes de irse me dijo "Espérame aquí, vendré enseguida" justamente porque antes de que él llegara, planeábamos salir y dar una vuelta luego de pasar tanto tiempo en casa.

Me estaba aburriendo, además él dijo que me había comprado algo que debíamos retirar en el pueblo. No sé qué será, sin embargo, estoy muy entusiasmado por la idea de ver aquello que ha comprado para mí.

Yo, para evitar problemas con Asher, me mantuve en un completo silencio, no quería estropear mi felicidad por su culpa, aunque él no pudo evitar soltar un comentario ofensivo que, esta vez, no pude evitar contestar.

–Mira, es evidente que no te agrado, pero ahora soy la pareja de tu amigo, tenme un mínimo de respeto– le pedí, haciéndole ver en el tono de mi voz que era más que nada una exigencia y no una propuesta.

–Yo no te debo respeto ¿Quién te has creído? ¿Crees que tienes el derecho de ordenarme cosas solo porque eres la perra de Fredrik? –me decía escupiendo veneno en cada una de sus palabras.

–No estoy interesado en llevarme bien contigo, pero ya me está cansando tu actitud, la cambias o...

–¿O qué? –me desafió, empujándome contra la pared que tenía a mi espalda, a un par de pasos.

El golpe fue fuerte, sin embargo, no quise darle el gusto de quejarme, más bien apreté mi mandíbula con fuerza, ahogando el quejido.

–No me obligues a tomar otras medidas– le dije con total tranquilidad.

–Como lo pensaba, sólo eres una perra codiciosa que saca sus garras cuando Fredrik no está cerca– comentó.

–Eso es algo que te define de mejor forma a ti– le dije, sin dejarme intimidar– sinceramente, no quiero pleitos, prefiero ignorarte y haz lo mismo conmigo, nosotros no necesitamos llevarnos bien– agregué– ahora bien, me vuelves a poner una mano encima y me aseguraré de destruirte la vida– amenacé, empujándolo de regreso, aunque obviamente solo logré hacerlo retroceder dos pasos.

Él me fulminó con sus ojos, sabía que planeaba decirme algo más, era evidente que no deseaba darme el gusto de ser el último en hablar, no obstante, Fredrik apareció entregándole aquello que Asher venía a buscar y por lo mismo, no pudo responderme.

Podía ver la furia de sus ojos, parecía que le enfurecía no haber logrado responder mi amenaza, era lógico que se sentía humillado por la situación, pero no le quedaba de otra más que irse dejándome a solas con Fredrik quien como si nada hubiese pasado, me miraba con ternura y emoción.

–Cuando regresé, la atmosfera estaba un poco tensa, ¿pasó algo malo? –me preguntó, mientras me ayudaba a ponerme mi abrigo.

–Nada importante, simplemente no le agrado– le respondí, algo que lo hizo reír.

–Bueno, es normal, nosotros hemos estado siempre juntos y Asher suele desconfiar de todos los extraños que se me acercan– me contaba con una sonrisa.

–Yo no soy un extraño– le recordé, algo que sonó más enfadado de lo que debería y conseguí destruir su sonrisa.

–Sí... lo sé– me dijo tomándome de las mejillas, viéndome con preocupación– hablaré con él, ¿vale? –me proponía, haciéndome sentir avergonzado, yo no quería poner la situación de esta forma.

El cocinero del capitánWhere stories live. Discover now