El héroe enmascarado (supercorp)

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Pasaron varios días, Lena al fin había conseguido crear un condón que fuera irrompible y que pudiera aguantar mucha cantidad de semen. Le hizo un sin fin de pruebas y el resultado era lo que esperaba. Ahora que tenía la fórmula, hizo muchos más.

—Ahora podremos hacer el amor sin preocuparnos si me quedo embarazada. Aún no quiero estarlo, Conner le falta poco para cumplir el año, sigue siendo un bebé que nos necesita.

Kara y Lois trabajaban de vez en cuando en artículos conjuntos y eran todos muy buenos. Cat estaba feliz porque la gente compraba más la revista, hasta pensó en darle más páginas a sucesos porque los artículos que tenían por separado, como conjunto, lo requería.
Barry estaba ocupado con las fotos de la boda, trabajaba en ellas en la oficina y en casa, quería que estuvieran perfectas para crear un libro con ellas, estaba haciendo la composición en su portátil. Las fotos eran digitales, así que era mucho más fácil trabajar con ellas.
Una vez que tuviera la composición, con los nombres de las personas debajo, imprimiría las páginas en una impresora láser y montaría el libro, después haría cuatro más, para la familia de Kara y de Lena.
Por suerte nadie podía ver en que trabajaba porque tenía pared detrás y en el lateral.

Todos en Nacional city estaban haciendo su vida, el resto de héroes del mundo también lo hacían.

Clark quiso pensar, recapacitar, la denuncia y el juicio le llamó la atención, él era un héroe no el villano y todo el mundo se alejaba de él porque sabían que era muy violento, e incluso en su trabajo, su jefe lo cambió a necrológicas, porque como reportero de investigación no iba a poder hacer nada, porque nadie querría hablar con él. Además su jefe no podía despedirlo porque ya había perdido a una buena reportera, no quería perder a otro en tan corto tiempo, además sabía que si despedía a Clark, él no encontraría otro trabajo.
Estuvo un tiempo viviendo esa nueva vida que él solo se había buscado, pero necesitaba reencontrarse, rehacer su vida como pudiera, así que le pidió a su jefe un tiempo sabático y se lo concedió.

Se marchó del país, se fue a Asía, al Tíbet y a Nepal, porque había oído que la gente cuando necesita encontrarse iban allí y volvían como nuevos, esperaba conseguir el mismo resultado, sabía que tenía que poner de su parte.
Así que estuvo entre rezos, meditación, Taichí y otros tipos de relajación para conseguir superar su ira, controlarla para que la gente no le tuviera miedo nunca más.
Un día, en Nepal, estaba escalando una montaña, le dijeron que era bueno hacer ese tipo de deporte porque tenías que poner toda la concentración en lo que estabas haciendo, y como ya no podía volar y tampoco era invulnerable, sabía que tenía que centrarse.
Después de varios días entre escalada y caminata, cada vez se sentía más vivo, podía respirar mucho mejor, inspiraba hondo para hinchar sus pulmones de aire limpio y puro, eso también era un modo de meditación, seguía subiendo hasta que llegó a la cima, se sentía orgulloso consigo mismo, había alcanzado la cima de una montaña por su propio esfuerzo y no por los poderes. Se sentó para mirar el paisaje, todo eran montañas nevadas, el cielo, nubes, no había nada más, eso lo relajaba mucho.
Miró a su alrededor y vio una piedra con una forma rara, la cogió como recuerdo de este viaje y algo sintió. Una corriente eléctrica le subía por el brazo, y se extendía por el cuerpo, miró al sol y sus ojos se pusieron rojos unos segundos. Habían vuelto sus poderes, podía sentirlo, podía sentir cómo el sol lo recargaba. No sabía que había pasado, miró la piedra y se la guardó como tenía previsto. Ahora tocaba la bajada pero ya no quería hacerlo a pie, ahora iba a volar.
Se agachó y puso las manos en el suelo y se dio impulso hacia el cielo, salió disparado y no hacía más que reír, estaba eufórico.

Cuando se recuperó paró y miró al horizonte todo serio.

—Ahora sé lo que tengo que hacer. Voy a por ti Kara Zor-El.— su sonrisa era malvada se marchó de vuelta a Metrópolis y se fue al laboratorio de Lex, ahí se hizo un nuevo traje, pero este era completamente negro y el fondo del escudo era blanco.—He renacido.—dijo al verse al espejo.

Después se fue a Nacional city.