El héroe enmascarado (supercorp)

31

Barry se reunió con nosotras y Caitlin también.

—¿Cómo estás?

—Como nuevo. — lo revisé y era verdad.

—Sí, estás curado. —Caitlin me miró sin entender.

—Tengo rayos x. —le dije señalándome los ojos.

—Oh, es un poder muy útil.

—Sí, como volar y el súper oído.  —en ese momento sonó el estómago de Barry.

—Perdón.

—Tranquilo, será mejor ir al comedor.

Salimos de allí, todos me siguieron para no perderse, pero es que la verdad yo aún podía perderme por ahí, así que seguí el mapa hasta que llegamos al comedor.

—Haber, hay nevera, pero no hay cocina, así que compré fogones para camping.

—De acuerdo, tardaremos un poco más en tener la comida lista. —dijo Caitlin.

—Lo siento, es que en mi mundo no teníamos cocinas. —dije.

—¿Y cómo cocinabais?

—No lo hacíamos, comíamos comida sintética. —dijo Lexa.

Los tres nos miraron sin saber que decir, yo me acerqué a una máquina.

—Esto es un sintetizador de alimentos, le pides lo que quieres y te lo hace, aunque tienes que hablar kriptoniano y no teníamos mucha variedad de comida porque vivíamos en el cielo. Así que no comíamos carne ni pescado, solo verduras y frutas. —explicó Lexa.

—Vaya.

—Así que aquí no quiero usarlo, principalmente porque no te quita el hambre. Quiero decir, nosotros éramos humanos en Kriptón, así que podíamos comer como cualquier humano aquí, pero con nuestros poderes, esa comida ya no hace nada en nosotras y menos hará algo en Barry. —expliqué.

—Entiendo, mejor los fogones. —dijo Caitlin.

—A parte de comprar comida enlatada, también hemos comprado comida embasada y ahora están en la nevera portátil que hemos traído, claro que esta donde el camping. —dijo Barry.

—Voy por la nevera y de paso por lo demás. —dije, salí corriendo y en segundos volví y les entregué las bolsas y la nevera.

—De acuerdo, vas más rápido que yo. —dijo Barry, yo encogí de hombros.

Caitlin y Lena se ocuparon de la comida, yo tenía que ir al ordenador central.

—Lexa, ven conmigo.

—¿A dónde vamos?

—Al ordenador central.

Después de recorrer pasillos y pisos, al final llegamos, abrí un portal para ir a casa y fui a mi armario de mi habitación, abrí mi escondite (siempre he preparado un escondite en los armarios) cogí la esfera y volví al sótano, abrí el portal y me reuní con mi prima.

Coloqué la esfera en el ordenador, se encendió, busqué por si había algún mensaje de mi tía para ella.

Lo encontré, sonreí y lo puse, Lexa se acercó a mí al ver la imagen de su madre delante de ella.

—Madre. —dijo casi sin voz.

—Lexa, sé que estarás con Kara en la Fortaleza y que estás cuidando de ella. Tengo que decirte que Jor-El y Lara fueron egoístas y tuvieron un hijo y lo enviaron al espacio antes de que a Kara se fuera, le pidieron que lo cuidara, así que lo más seguro que es que hagas lo mismo. Te quiero hija y quiero que seas feliz y hagas tu vida, no vivas detrás de tu prima, en ese mundo tenéis poderes así que sois indestructibles. Kara, sobrina, espero que estés bien, que te vaya bien en la vida, imagino que has visto el mensaje de tu padre, así que a estas alturas debes de conocer toda la historia, no te enfades con tus tíos, creo que pensaron que ya que tus padres y yo teníamos descendencia y que los estábamos poniendo a salvo, ellos querían hacer lo mismo, que siguiera la otra rama de El, espero que Kal-El sea un buen chico, ellos estarían felices y orgulloso.

—Si tú supieras... —dije en voz baja.

—Sed felices las dos, os quiero. —se acabó el mensaje.

Vi a mi prima, entendía que estaba triste, nostálgica.

—¿Estás bien? —pregunté.

—Sí, es solo...

—Lo sé, me sentí de la misma forma cuando vi a mi padre.

En ese momento apareció el Kelex.

—Alteza, hay alguien acercándose a la Fortaleza.

—¿Cómo? —miré el ordenador.

—¿Por dónde viene? —preguntó Lexa.

—Solo hay dos opciones, desde el mar o desde el aire.

—Desde el mar, en la superficie, viene en algo que flota.

—Eso se llama barco. —dijo Lexa.

—Voy a mirar. —busqué en el ordenador y capté un satélite que enfocaba justo encima nuestro. Vi el barco, no era uno moderno, era más bien uno de madera y antiguo, acerqué más la cámara del satélite intentando que nadie se diera cuenta que había sido jaqueado, y vi a dos amazonas, sonreí al ver a Diana. Salí del satélite borrando mis huellas.—Es Diana, voy a ir a buscarla. —me quité las gafas, y usé mi anillo para que apareciera mi traje.

—Bonito y discreto. —dijo Lexa. —por cierto, ¿podrías hacer lo mismo con mi traje? No sé, hazlo que me aparezca desde el brazalete, bueno como el tuyo.

—Claro, aunque pídeselo a Kelex, él lo hizo con el anillo.

—De acuerdo.

—Ahora vengo.

Salí de la Fortaleza y nadé hasta la superficie.

—Kara.

—Diana, hola. —dije. —¿Qué sucede?

—Pues... no sé como decírtelo, pero Cadmus ha secuestrado a Superman. —eso sin duda me pilló desprevenida.

—¿Cuándo fue? –pregunté toda seria.

—Ayer, me enteré hace poco. Cadmus ha enviado un video al DEO y J'onn me ha llamado, cuando me has dicho que vendrías a la Fortaleza...

—Entiendo, ¿la liga va a salvarlo?

—Sí, nos vamos a reunir ahora, solo quería avisarte por si...

—No voy a ir. —le dije.

—Lo suponía. —dijo.

—Tengo gente en la Fortaleza. Estoy entrenando a Barry y a otra persona, así que ahora mismo... Además ya dije que no quiero ser un héroe y si aparezco en Cadmus sabrán a simple vista que también soy Kriptoniana.

—Tienes razón.

—Gracias por informarme.

—Te mantendré informada cuando lo salvemos. El DEO también participa en el rescate.

—Bien. —me volví a meter en el agua y nadé hasta la Fortaleza, cuando llegué a la cúpula me sequé y entré.

—¿Qué pasa? —preguntó Lexa al verme.

—Cadmus ha secuestrado a Kal-El. —Lexa me miró sorprendida.

—Y...

—La liga va ir a salvarlo, yo sigo con el entrenamiento.

—De acuerdo.

Fuimos al comedor y vi que la comida ya estaba lista, nos sentamos en la mesa.