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Llegaron a la ciudad y vieron el destrozo y Aquaman en el suelo siendo curado por su esposa, Superman estaba peleando con Wonder Woman.

—Voy a ver como anda Arthur.—dijo Hal separándose de ella.

Kara vio a su prima en el suelo, aterrizó a su lado.

—¿Todo bien?—preguntó.
—Sí, siento haber venido sin avisar, pero tenía algo que hacer.—dijo Lexa.
—No te preocupes, ahora me ocupo yo.
—¿Que es lo que le pasa?
—Ha sido afectado por la kriptonita roja, le ha sacado la ira que tenía dentro sin darse cuenta que lo tenía.
—¿Y como ha sido?—preguntó.
—Lena dice que es cosa de Lex Luthor, se ha escapado de prisión.

Vieron que Superman no le iba muy bien con Diana.

—¿De verdad nos necesitan?— dijo Lexa.
—Esperemos, cuanto más tarde en hacer acto, mejor.—dijo Kara.

Diana acabó siendo enviada contra los escombros, cuando se levantó o lo intentó.

—¡Aaaah!—miró su pierna, estaba de una forma extraña. Hal se acercó y la examinó sin tocarla.
—Sí, la tienes rota.
—¿No me digas genio?— dijo irónicamente.
—Vale lo siento, solo quería ayudar.
—No es culpa tuya, es que duele mucho.
—Voy a por Mera.—dijo Hal.

Kara suspiró al ver que Diana no iba a poder continuar.

—Me temo que me toca.—dijo Kara.
—Suerte.—dijo Lexa.

Kara se puso delante de Superman, pero no se mostró.

—¡Quién eres!—gritó.
—La persona que se va a enfrentar a ti.
—¿En serio?—preguntó con mofa.
—Acabé con Zod y con Non, sin contar la infinidad de soldados kriptonianos, así que tu no eres nada.—dijo Kara.

Lena seguía viendo la tele y vio a Kara allí, entonces se le ocurrió una idea.

—Si está contaminado con kriptonita roja, puedo crear un arma que absorba la radiación, así estará libre.— apagó la tele y se fue al sótano a trabajar en ello.

En Gotham, Kate y Alfred estaban mirando las noticias en la habitación de Bruce, querían saber como iba la cosa en Metrópolis.

Mientras tanto en la ciudad, Superman intentaba golpearla, pero no lo conseguía, estaba pasando lo mismo que la lucha entre Kara y Zod.

—Oye niño bonito, ¿solo puedes hacer esto?— dijo Kara.—no me extraña que tus enemigos se rían de ti.
—¡Nadie se ríe!— gritó.

Kara sabía que tenía que hablar seriamente con él, pero con los cámaras grabándolo todo, no quería que nadie supiera de ella. Así que emprendió el vuelo y Superman la siguió.

—¡Si, sígueme, es mejor hacer esto lejos de los humanos!—gritó Kara, pero sabía que él podía oírla.

Lexa se acercó a los demás.

—¿Ha donde han ido?— preguntó Diana.
—Kara tiene que hablar con él y aquí no puede, hay demasiados oídos y ojos.—dijo señalando los helicópteros y los reporteros que estaban mas allá de los escombros.

Kara y Clark estaban en el polo norte, allí podía pelear sin problemas, pero ella sabía que no podía hablar con él si seguía bajo la radiación de la kriptonita.

Unas horas después, la pelea en el polo aún continuaba, los demás héroes, ya curados, decidieron ayudar con los escombros.

Lena había terminado el arma con la ayuda del Kelex, se comunicó con él a través de un comunicador holográfico conectado a la Fortaleza y que Kara tenía en el sótano. Gracias a él, que la ayudó con la fórmula de la kriptonita, lo tenía listo para usar. Llamó a Lexa para que viniera a buscarlo y se lo entregara a Kara.

El héroe enmascarado (supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora