El héroe enmascarado (supercorp)

8

En Catco, todas las pantallas se vieron las mismas imágenes, la gente estaba pendiente tras ver a la liga allí.

Kara vio como parpadeaba su anillo, tenía que irse a la Fortaleza, le dijo a su madre que tenía que marcharse y sin esperar respuesta, se fue al ascensor.

Subió al la azotea y voló lo más alto que podía para que nadie la viera y salió de la ciudad, después fue mucho más rápido para llegar cuanto antes a la Fortaleza, el parpadeo del anillo, no sabía si es que Kelex quería hablar con ella o que había algún intruso.

Cuando llegó al lugar, voló en picado zambulléndose en el mar, nadó hasta llegar al fondo y entró en la cúpula de aire, cogió la llave y entró en la Fortaleza.

— ¿Qué sucede Kelex? —le preguntó mientras me acercaba a sala de control me fijé que habían robots. — ¿amigos tuyos?

—He mandado al ordenador de la fabricación de robots, para crear más, no puedo hacerlo todo solo.

—Entiendo.—por supuesto Kara no sabía que existiera ese ordenador en la Fortaleza. —Ahora dime, ¿Por qué me has llamado?

—Sé que no deseáis ser como vuestro primo, principalmente porque no queréis que él sepa de vos, alteza. Lo entiendo, pero aún así tengo que infórmale de que su familia preparó todo tipo de ropa para usted.

—Enséñamela. —le dijo.

Fueron por el pasillo y después de varios minutos andando, llegaron a una sala donde había maniquíes dentro de cúpulas y todos ellos llevaban ropa con el escudo de la Casa de El. Kara se paseó por el lugar, vio trajes de batalla, de la realeza y trajes parecidos al que llevaba su primo pero de diferentes colores, y algunos con falda.

— ¿Qué lugar es esté? —le pregunté.

—Este lugar es algo así como su armario. Contiene ropas de gala, por si lo necesitara en alguna ocasión, trajes de combate por si quiere luchar para proteger el mundo... Su familia pensó en todo, por supuesto los terrestres no saben que vos sois de la realeza y tampoco podrá llevar los trajes de gala ni los reales, al menos no de momento. Todo depende de usted, alteza.

—Yo no quiero ser como primo y menos cuando esa organización terrorista llamada Cadmus va por los alienígenas. No quiero convertirme en objetivo y poner en peligro a mi familia. Además, no quiero que Kal-El me vea, no quiero ser un héroe.

Pensó en lo que estaba pasando en la ciudad, podrían llamarla cobarde, pero no era su lucha, no tenía porque ayudar a nadie. Pero es cierto que se prometió que si su familia corría peligro, ella los salvaría.

Lo pensó bastante y suspiró.

—No queda otra. —cogió un traje poco convencional y se lo puso, después le pidió al robot que le hiciera un antifaz rojo para que no la reconocieran. Aunque el traje llevaba capucha.