69

506 77 4
                                    

Narrador PV

Diana se llevó a los padres de Kal-El a Metrópolis. Iba estar cerca por si acaso se atrevía hacer algo. Era muy imprevisible y nada fiable desde que no tenía poderes.

Los llevó a casa de Clark, en la que vivían Lois y él. Lois fue quien abrió y le vi el ojo morado.

—Hola señorita, ¿se encuentra Clark Kent?—preguntó Lara.
—Sí. Pasen.—se apartó de la puerta y entraron.

Diana detuvo a Lois y le preguntó que le había pasado.

—No es nada Diana.
—Ese ojo morado si es que es algo.—dijo.
—Me caí.— se alejó de ella.

Diana sabía que eso no era de una caída.

Clark salió del baño y se encontró con las "personas desconocidas".

—¿Quienes son?—preguntó se le podía ver que estaba enfadado.

Le hecho una mirada a Lois y ella se encogió y todo eso delante de la semi-diosa amazona.

—Venimos hablar contigo. Kal-El.—dijo Jor-El y él los miró sin decir nada.
—No los conozco.
—Ya lo creo que los conoces, los has visto en la Fortaleza creyendo que era tuya.—dijo Diana.

Clark la miró con odio pero ella ni se inmutó. Volvió a mirar a la pareja y entonces cayó en la cuenta, eran sus padres biológicos.

—No tengo nada de que hablar con vosotros.—les dijo.
—Es que no tienes nada que decir. Somos nosotros lo que tenemos que hablar contigo, tu solo escuchar.—dijo Jor-El estaba muy serio.
—No. Tenéis ningún derecho, me abandonasteis.
—Eres el ser más idiota que conozco.—dijo Diana.
—¡Cállate!
—¡Kal-El ten un poco de respecto! No creo que tus padres humanos te hayan educado de esta forma. Y no te abandonamos, solo queríamos salvarte la viva, eres solo un bebé, nuestro tesoro más preciado y queríamos que tu vivieras e igual que tu prima. Si te hubieras quedado, habrías muerto y eso no queríamos que pasara. Deseamos de todo corazón que nuestros hijos vivieran, que tuvieran una vida feliz y que siguieran con el linaje de nuestra familia. Pero hemos hablado con tu prima y sabemos lo que has hecho estos últimos años, cuando ella salió como el héroe enmascarado porque tu no hacías tu trabajo de héroe. Te lo tenías muy creído, pensaste que era algo genial ser el ultimo kriptoniano y tener poderes para salvar el mundo, te hacía sentir importante porque aunque no pertenezcas a este mundo, lo hiciste tuyo haciéndote llamar Superman. Además que te has vuelto un ser débil que no pudo contra Zod.—dijo Jor-El.
—¡Era muy fuerte, nadie pudo con él ni siquiera Diana y es una diosa!—gritó para defenderse.
—El resto del mundo no tiene porque enterarse de estas cosas Clark, por algo es secreto.—dijo Diana.
—No me importa, ya no formo parte de la Liga ya no soy Superman y todo por esa mujer que todos apoyáis.
—Kara puedo con Zod.—dijo Jor-El.
—Con trampas, seguro.
—Yo lo vi, no hizo trampas, lo venció limpiamente.—dijo Diana.
—¿Que vas a decir tu? La apoyas y la proteges.
—Eres un imbécil, Kara hizo bien en quitarte los poderes. Eres un problema.—dijo Diana.
—Señorita Prince, por favor, deje que hablemos nosotros. Lo está alterando.—dijo Lara.
—Lo siento.—se disculpó Diana.
—Hijo mío...—dijo Lara.
—No soy tu hijo.— dijo sacando veneno por la boca.

Eso a Lara le dolió mucho, miró al suelo sin hablar porque estaba llorando.

—Tus padres adoptivos deben estar muy decepcionados contigo en estos momentos Kal-El. Como lo estamos nosotros, Kara tenía razón no merecía la pena venir, no nos ibas a escuchar. No sé que clase de hombre te has convertido, pero no se puede llamar hombre, eres basura y sabes... me alegro que Kara te quitará el escudo, no eres un El, eres la deshonra de mi familia y ya no lo voy a consentir. Desde ahora estas solo, que te vaya bien tu vida autodestructiva.—dijo Jor-El.

El héroe enmascarado (supercorp)Onde histórias criam vida. Descubra agora