053 ▪︎ Una conversación.

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La rubia se sentó en el piso en posición de indio delante de aquel desconocido que le causaba curiosidad

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La rubia se sentó en el piso en posición de indio delante de aquel desconocido que le causaba curiosidad. Le sonrió ligeramente cuando obtuvo su atención, sabía que se sentía nervioso por la situación y era entendible, por eso mismo quería ser un poco más cálida con él.

—Lamento las formas en la cual nos conocimos.—Murmuro suavemente recibiendo una mirada fugaz de rick, que se encontraba con la pequeña judith entre sus brazos.—Soy Ly, es un gusto conocerte. Espero no creas que algo agresivos o nada de eso, somos agradables pero hemos pasado muchas cosas afuera.

—Es un gusto, Ly.—Le sonrió.—Felicidades por tu bebé. Soy Aaron y quédate tranquila, entiendo su desconfianza.. yo le sentiría de la misma manera ante un desconocido, se que nada de esto es fácil

Ella asintió.—Y.. ¿Hay médicos en esa comunidad de la que hablas? ¿Es seguro?

—Si, podrías tener atención de un médico.. no tenemos todo lo necesario como en un hospital, pero creo que en este mundo es suficiente.—Murmuro con una ligera sonrisa.

La rubia puso su mirada en rick, como si tuviera emoción por todo lo que le decía aquel hombre. El sheriff, la miro y le regalo una pequeña sonrisa mientras intentaba calmar el llanto de la pequeña.

—En mi mochila había un frasco con puré de manzana.—Murmuro viendo como la bebe no dejaba de llorar porque sentía hambre.

—Rick, por favor.. tiene hambre.—Le insistió la rubia viendo la desconfianza del ojiazul. Él asintió ligeramente yéndose por el frasco de puré de manzana, tomó una cuchara con un poco del contenido y se acerco hasta donde ellos estaban, acercándole la cuchara al rostro del contrario.

—¿En serio crees que envenenaria a una bebecita?—Pregunto incrédulo, pero rick no alejo la cuchara.—Odio el puré de manzana, mamá me obligaba a comerlo.—Murmuro con disgusto, pero al final termino comiéndose la cucharada de puré.

Rick le dio algunas cucharadas a la bebé para calmar su hambre y ella parecía encantada con eso. Era satisfactorio que ella tuviese algo bueno de comer después de tanto tiempo.

—Ten come algo.—Le acerco una lata de frijoles o algo parecido a la rubia, junto a una cuchara.—Te quedan 43 minutos, ruega porque lleguen.—Murmuro dirigiéndose a Aaron y dicho eso, se alejo para terminar de darle de comer a la bebe.

—Gracias..

Aaron suspiro pesadamente e intento concentrarse en la rubia que estaba adelante de él comiendo, quien había sido bastante amable desde un comienzo.

—¿De cuantos meses estás?—Le pregunto intentando hablar de algo para calmar lo tenso que estaba el ambiente.

Ella lo pensó.—¿Dos o tres meses?—Le contesto un cierta confusión, porque no estaba del todo segura.—Por ahí masomenos, o tal vez cuatro, no estoy demasiado segura.. solo se que esta ahí dentro.—Contesto con una pequeña sonrisa divertida.

—Oh.. felicidades.—Murmuro con una sonrisa al verla feliz con su pequeña pancita.—Y.. ¿Él papá?—Pregunto en un tono dudoso porque no sabía si era algo bueno de preguntar.

—El arquero.—Le sonrió.

—No me lo hubiera imaginado nunca, sinceramente.—Musitó con diversión y ella volvió a sonreírle.

—Si.. es un buen hombre sinceramente.. lo conozco desde que todo comenzó y era más malhumorado al principio, ahora no es tan así.—Contó mientras bebía un poco de agua.

—Ly no tienes que contarle toda tu vida a un extraño.—La regaño rick a unos metros de ella.—Ten cuidado con lo que dices.

—No he dicho nada malo, aparte, ¿No crees que si quisiera matarnos ya lo hubiera hecho?—Lo miro.—Solo somos nosotros dos y la bebe. Tenemos todas las de perder aquí y ahora, pero nada ha pasado.

—Ly.—La miro seriamente.—Se que esto es importante para ti, como lo es para todos, pero no te hagas ilusiones antes de tiempo.—Pidió. Solo intentaba cuidarla.

—Se que no debería hacerme ilusión con esto, pero suena como todo lo que necesitamos para volver a estar bien y él no parece un idiota.—Murmuro con los ojos brillosos.—Solo quiero una jodida cama y una ducha, el resto da igual.

—Se que es difícil, pero lo vamos a resolver tarde o temprano. Estaremos mejor.—Aseguró viendo las lágrimas acumuladas en los ojos de la contraría y eso le estrujo el corazón.

—Si.. lo se.. lo siento.

—Tranquila, rubia, todo está bien.

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