048 ▪︎ Despedida.

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La ojiazul tenía los ojos cristalizados mientras los demás se subían al camión listos para irse. Ver como el grupo se separaba era difícil y se sentía feo, dolía un poco porque en el fin del mundo nunca sabes si te volverás a ver con alguien.. esperaba que si, esperaba volverlos a ver a todos y que estuvieran bien.

Glenn la abrazo.

—No te mueras.—Se dijeron al unísono con una sonrisa triste antes que el contrario se subiera al camión junto con maggie. La decisión había sido tomada, se irían y no había vuelta atrás para eso en ese momento.

Aunque la rubia a pesar de la tristeza que sentía de separarse del que había sido su mejor amigo durante tanto tiempo, no podía dejar de pensar en el arquero y donde se había metido. Quería verlo de nuevo.

—Ellos estarán bien, tranquila. No te preocupes.—Murmuro rick, mirándola con una ligera sonrisa antes de seguir con su camino.

La rubia no dijo nada en ese momento y solo asintió ligeramente. Todos se dispersaron, pero ella se quedó en la entrada de la iglesia.

Quería irse, quería buscarlo, pero no iban a dejarla hacer eso.. ninguno de ellos la iba a dejar hacer eso en ese instante.

—Tranquila, va a volver.—Aseguró michonne poniéndose a su lado. La rubia la miró de reojo y volvió a poner su mirada al frente.

—Pero, ¿A donde fue?—Pregunto en un tono confuso. No sabía a dónde podría haber ido o porque se fue sin decirle nada, aunque fuese lo más mínimo. No tenía mucha paciencia para seguir esperando, necesitaba saber dónde estaba metido.

—No lo se, rubia, pero tenemos que esperar un poco más y él volverá para explicarnos todo.—Insistió intentando que de esa forma la ojiazul pudiera estar más tranquila.

—Si.. lo se, cj me dijo lo mismo un millón de veces ya.

—Entonces relájate.

Ly, se encontraba realmente ansiosa por hacer algo respecto a la desaparición del arquero, pero todos le decían que debía tener paciencia y esperarlo, que seguro estaba con carol y ambos estarían bien, porque eran buenos en el afuera y que pronto ...

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Ly, se encontraba realmente ansiosa por hacer algo respecto a la desaparición del arquero, pero todos le decían que debía tener paciencia y esperarlo, que seguro estaba con carol y ambos estarían bien, porque eran buenos en el afuera y que pronto volverían, pero su cabeza no dejaba de dar vueltas y de imaginar finales trágicos, que le podrían haber ocurrido al arquero. Sin dudas su mente no paraba ni por un segundo.

Sobrepensar la iba a matar.

—Tienes que aprender a sobrellevarlo, rubia. Estas cosas pasan y tienes que tener confianza.—Murmuro michonne de forma tranquila. Ambas se encontraban afuera de la iglesia hablando y haciendo vigilancia, mientras el grupo descansaba o lo intentaban.

Suspiro.—Si la situación fuera diferente lo entendería, pero estamos esperando un bebé.—Murmuro como si no fuera obvio.—No puede desaparecer en este momento.. no podría seguir sin él.. él me da seguridad.

—No puedes depender de alguien en ese mundo, Ly. Tendrías que saberlo, llevamos mucho tiempo viviendo esto.. la gente muere.

—No quiero que él muera, michonne. Daría mi vida por él un millón de veces, si es necesario.—Aseguró con la voz débil.

—No morirá, dixon es fuerte y esta hecho para este mundo, lamentablemente.—Murmuro intentando tranquilizarla.

—Si.. pero podría suceder.

—Todo puede suceder en estos tiempos, pero debemos tener esperanzas o sino nada valdría la pena.—Musito y la rubia le dio la razón con un ligero asentimiento.

Las dos se quedaron en un silencio absoluto, tomándose un momento para apreciar la noche hasta que comenzaron a escuchar ruidos provenientes del bosque que rodeaba la iglesia. Ambas se miraron y michonne le hizo una seña para que se quedara detrás de ella, mientras se acercaban al sonido.

Cada paso que daban hacia aquel ruido era tenso. Michonne tenía su katana en mano y la rubia estaba con su arma, preparadas para todo como en cada situación.

Iban a dar un paso más, pero desde los arbustos salió el arquero. Las dos quedaron totalmente sorprendidas y en silencio, pero rápidamente una sonrisa adorno el rostro de ambas.

Ly no dudo en correr y abrazarlo con todas sus fuerzas. Necesitaba sentirlo cerca nuevamente para así sentirse bien.

—¿Y carol?—Pregunto michonne.

El arquero la miro, aún teniendo a la rubia entre sus brazos y brevemente volvio a mirar hacía atrás, hacia los arbustos detrás de él.—Ven, puedes salir.

¿Con quien estaba hablando?


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