013 ▪︎ ¿Confias en mi?

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La de cabellos rubios se encontraba corriendo con su mano entrelazada a la de shane, mientras que otis corría, pero unos metros más atrás que ellos

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La de cabellos rubios se encontraba corriendo con su mano entrelazada a la de shane, mientras que otis corría, pero unos metros más atrás que ellos. Habían ido por suministros para que hershel pudiera hacerle la cirugía que carl necesitaba y shane había arrastrado a la rubia con él, pero todo se salio de control porque eran demasiados caminantes y ya no habían balas.

—¿Confías en mi?—Pregunto shane con la respiración agitada, a causa de estar corriendo hace varios minutos. La de ojos azules lo miro sin dejar de correr y no estaba segura de que planeaba shane, pero en el fondo un poco confiaba en él.

—Si, shane.

Él asintió. —Sigue corriendo sin mirar atrás, rubia. No mires, ni frenes en ningún momento. —Murmuro seriamente antes de entregarle el bolso a ella.

No estaba segura de aquello, pero simplemente asintió y siguió corriendo sin mirar atrás, dejándo a shane detrás de ella, hasta que un grito la hizo frenarse y no pudo evitar girarse viendo a otis en el piso.

Quedo estática en su lugar sin saber que hacer como reaccionar, no esperaba para nada eso, sino jamás hubiera aceptado algo así.

Sintió la mano de shane agarrarla de la muñeca para que siguiera corriendo y eso hizo, siguió corriendo sin mirar atrás.

Cuando volvieron a la granja con las cosas, rick les agradeció al igual que lori, pero también shane tuvo que explicar lo que pasó con otis y la rubia tuvo que confirmar esa historia que dejaba a Otis casi como un héroe.

—Volveré a la carretera.—Murmuro la ojiazul mirando a la colorada que se encontraba fumando un cigarro porque toda la situación la tenía muy nerviosa y eso la calmaba.

—¿Para qué?

No sabía que decirle. Pestaño varias veces mientras pensaba una excusa válida.

—Quiero ir con dixon.. Ellos deben seguir buscando a Sophia y quiero ayudar en eso.—Murmuro en un tono tranquilo, porque no era una mentira del todo.

—Oh.. Robin hood.—Murmuro en un tono coqueto y acusador, sin despejar su mirada de la más bajita.—¿Qué se traen ustedes dos?

Las mejillas de ly, tomaron un color carmesí intenso y quiso que la tierra se la tragara en ese instante.

—Es un compañero de campamento. Ni siquiera es mi amigo.—Contesto con cierta desilusión en la voz, la cual no pudo ocultar.

—¿Ni tu amigo?

—Es dixon.—Le recordó.—Él no es amigo de nadie o eso creo, al menos que se trate de su hermano. Esta con nosotros por sobrevivir.

—Oh.. ¿Tan así?—Dijo sin creerlo.

—Si, solo tienes que conocerlo. Pero no es malo, es un buen chico.—Confesó con una sonrisa.

—¿Te gusta?—La acusó repentinamente, haciendo que la rubia se sobresalte por el grito de la contraría.

—¿Qué? No, estas loco.

—¿Te vas a ir?—Pregunto.

—Si, me iré.

—¿Te acompaño?

Negó.—Tranquila, estaré bien. Se como llegar a ellos.

—Bien, ly.—Le sonrió.—Ten cuidado, no mueras.

—No lo haré.—Aseguró.—Tú tampoco te mueras, Cj.

—Te veo pronto.

—Nos vemos.

𝐼𝑁𝐸𝑆𝑃𝐸𝑅𝐴𝐷𝑂 𝐴𝑀𝑂𝑅 - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora