𝐼𝑁𝐸𝑆𝑃𝐸𝑅𝐴𝐷𝑂 𝐴𝑀𝑂𝑅 -

034 ▪︎ Correré el riesgo.

La observe en silencio y de lejos. Ella estaba con la pequeña destructora entre sus brazos —Ahora llamada judith, que aunque  también era un bello nombre, no era mejor que destructora.—Mientras reía y le cantaban con beth, intentando sacarle sonrisas y que así, no llorará. Seguía sin hablarme más que lo necesario, pero al menos ahora podía verla y saber que estaba a salvo, al menos podía cuidarla. Eso era suficiente para estar tranquilo.

Habíamos avanzado tanto y ahora todo se había ido a la basura.. eso era lo peor de todo esto, pero ella tenía todas sus razones para no querer verme la cara de nuevo.

—¿Tanto vas a mirar a esa perra rubia? Eres un idiota hermanito.—Murmuro merle sentándose a mi lado. Lo mire de reojo intentando no armar una pelea, porque ya era demasiado complicado tenerlo aquí.

—No hables de ella, merle. Evitalo.

Él me quedo mirando en silencio hasta que unió todas las piezas del rompecabezas y abrió su bocata nuevamente.

—¿Te la follaste?—Pregunto con total asombro, logrando que le pegue en el brazo para callarlo y rápidamente una pequeña sonrisa curvo mis labios cuando ellas se giraron a vernos.—Eso es sorprendente hermanito, es una perra, pero es ardiente.

Me mordí la lengua nuevamente y me levante.—Solo mantén la boca cerrada, si quieres seguir aquí.—Le advertí antes de alejarme de él. Sólo lo escuché reir a mis espaldas.

—¿Todo esta bien?—Pregunto la rubia cuando me acerque a ella, que ahora estaba sola con la bebe, y me senté en la mesa que estaba cerca suyo. Su mirada estaba puesta en merle, quien le sonrió de lejos.—Con ya sabes..—Me miro a mi.

—Si.. todo esta bien.—Conteste y todo quedó en silencio nuevamente durante unos minutos.—¿Tú estas bien? He visto que tomas varias guardias seguidas, te hará mal.

—Solo intento ayudar.—Me miro antes de sentarse enfrente mío, con la pequeña durmiendo en sus brazos, tan tranquilamente.—Tengo buena vista y una buena puntería, es mejor que este al frente alguien que sea bueno en todo eso.

—Si, pero también es bueno que descanses para que hagas bien tu trabajo.—Recorde y ella asintió.—No quiero que estés mal por mi culpa, Ly. Quiero verte bien, alegre como siempre...

—Estoy bien, daryl. No tienes que preocuparte.

Suspire rindiendome. Ella me importaba mucho más que mi orgullo y mi frialdad. La extrañaba, extrañaba sus apodos y sus risas, su mano entrelazada a la mía, todo de ella me hacía falta y no sabía como demostrárselo.

—¿Podemos solucionarlo, Ly?—Pregunte acercándome un poco más a ella.—Te necesito junto a mi de nuevo.. cuando dije que te quería a mi lado toda la vida, era real.—Murmure suavemente agarrandola de la mano por encima de la mesa.

—¿Y por qué te fuiste? Dios.. te ibas a ir, ¿y ahora me necesitas? ¿De qué me estás hablando?—Murmuro frunciendo el ceño con fastidió, como si no entendiera mi actitud.

—Lo se, Ly, se que iba a irme.. pero se que no hubiera podido vivir sin ti y no tengo dudas al respecto de eso... no podría estar lejos de ti sin sentir que voy a morir.—Confesé sin sacar mi mirada de ella.

Ella abrió la boca ligeramente y me moría de ganas por escuchar algo de su parte, pero volvió a cerrarla, quedándose callada y se sintió como un golpe de agua fría sobre los hombros.

—Yo.. wow..—Susurro luego de unos minutos en silenció. Solo pude mirarla, esperando algo más.—En este punto, tampoco podría vivir sin ti.. pero me aterra que vuelvas a irte.—Confesó corriendo la mirada de mi.

—No volveré a irme, nunca más. Es una promesa, Ly.

Asintió.—Esta bien, empecemos de nuevo, dixon. Pero te prometo que si intentas irte de nuevo, te pondré una bala entre esos lindos ojos azules que tienes, cariño.—Me amenazó seriamente, señalando mis ojos. Y aunque ly no era la persona más agresiva del mundo, cuando decía algo tan seriamente, es porque era totalmente verdad.

—Esta bien.. correré el riesgo por ti.

—Bien, Robin hood.

Murmuro con una sonrisa. Y nunca pensé que me haría tan feliz escucharla llamarme por ese estúpido apodo, pero en este momento, era el más feliz con esa tontería.