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Un suspiro cansado escapo de mi boca y apoye mi cabeza en su hombro, cerrando mis ojos. Me sentía agotada. No teníamos a donde ir y estábamos durmiendo en el bosque como al inicio de todo.
Sentí que la colorada apoyo su cabeza en mis piernas y aún con mis ojos cerrados, acaricié su largo cabello. Se había convertido en una de las personas más cercanas a mí.
Me estaba quedando dormida cuando escuche la voz de carol a nuestro lado, pero de todas formas me quedé con los ojos cerrados.
—No estamos seguros con él.—Murmuro ella en dirección a daryl y mi sangre hirvio.—¿Como pudo ocultarnos un secreto así? , ¿Para qué lo necesitas? Te va a arrastrar con él.
No podía creer lo que estaba escuchando. No porque fuera la más unida a rick, pero entendía lo que él significaba para todos. Confiaba en rick grimes desde el primer día.
—No. Rick, hizo lo correcto.
Dijo él.
—Eres su secuaz y yo una carga.
Murmuro, pero daryl no le contesto.
—No nos merecemos esto. No te mereces esto.—Siguió ella.
—¿Qué quieres?—Le pregunto él.
—Un hombre de honor.
—Rick es un hombre de honor.—Intervine con fastidió. Ambos me miraron, pero no dijeron nada al respecto en ese momento.
—Si, lo es.—Dijo daryl.
Ella no contestó y volvió a alejarse de nosotros. Volví a suspirar, apoyándome nuevamente en su hombro para volver a cerrar mis ojos, pero un ruido proveniente de la oscuridad alarmó a todo el grupo.
Nos levantamos todos a la vez por la inercia. Todos quisieron irse, pero rick no quería eso.
—Tenemos que irnos, no voy a esperar a que venga otra horda.—Dijo maggie.—Hay que irnos.
—Nadie va a ir a ninguna parte.—Intervine.
—Haz algo.—Le pidió carol a rick.
—Estoy haciendo algo.—Le contesto con fastidió.—Mantengo el grupo unido y vivos.
—Es lo que ha hecho todo este tiempo por nosotros.—Los mire.—Rick no pidió que terminemos aquí.
—¿Ahora eres su mano derecha?—Pregunto carol.—¿Su abogada quizás? ¿Eh?
Rick me miro.
—Yo creo que hay un lugar para nosotros, pero tal vez sea otro tonto sueño, tal vez me estoy engañando.—Dijo él mirándolos. Nadie era capaz de hablar.
—Esto es sencillo, si creen que pueden hacerlo mejor sin rick, ahí tienen la puerta y pueden irse.—Conteste con seriedad.—Nadie los obliga a quedarse aquí.—Los mire.—Vayan a averiguarlo por ustedes mismos y nos mandan una postal, ¿Eh? ¿Les parece?
Silencio.
—Pero si se quedan, tienen que tener muy en claro que esto, ya no será una democracia.—Me siguió rick. Todos lo miraron en silenció, pero ninguno tuvo el valor de levantarse e irse.
Rick se alejo en silencio luego de decir aquello. Estaba orgullosa de él, me parecía un gran líder.
—Manga de hipócritas.—Murmuro Cj antes de volver a sentarse en el piso junto a la fogata.
—Cierra la boca, Cj.—Pidió T-dog.
—Cierrala tú, idiota.—Contesto ella, tan amable como siempre.
