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Habíamos pasado todo el invierno vagando sin tener un lugar seguro hasta que después de tanta espera, encontramos una cárcel que parecía un buen lugar para asentarnos y pasar un tiempo al menos, pero antes debíamos limpiarla porque había muchos caminantes en todas partes, pero habíamos logrado limpiar un sector del patio para pasar la noche.
Todos ellos se encontraban alrededor de una fogata mientras que rick daba vueltas en círculos cerca de las rejas que le impedían el paso a los caminantes de otros sectores, buscando algo en ellas, para no ponernos en peligro.
Yo me mantuve alejada.
—¿Te sientes bien?—Pregunto el arquero sentándose a mi lado. Intente sonreírle como cada vez que él me miraba, pero esta vez no pude y solo salió una mueca extraña.—¿Qué sucede? ¿Quieres que llame a cj?—Lo mire frunciendo el ceño.—No se.. digo, tal vez es algo de chicas y tal vez, querías hablar con ella.
—Solo estoy cansada.—Conteste ahora con una sonrisa más natural.—No es algo de chicas, tranquilo.—Murmure mirándolo.
—Oh.. esta bien.—Miro al frente.—¿Puedo hacer algo por ti?
Una sonrisa curvo mis labios y apoye mi cabeza en su hombro, abrazándome a su brazo y un suspiro escapo de mi boca.
—¿Pretendes que sea tu almohada?
Negué.—No, solamente quiero tenerte cerca.
—Ly deja de decir tonterías.
—¿Por qué siempre dices lo mismo?—Le pregunte con fastidió. ¿Tanto le costaba aceptar afecto de otra persona? Aveces sentía que me sacaría canas.—¿Tú no quieres tenerme cerca?—Murmure mirándolo y él corrió la mirada.
No contesto.
—¿No quieres?—Repetí soltando mi agarre en su brazo, él me miro en silenció.—Lo siento.. siento confundir las cosas.
—¿Confundir las cosas?
Habíamos pasado todo el invierno juntos. Me abrazaba para dormir, se preocupaba por mi y sostenía mi mano la gran mayoría del tiempo, tampoco le agradaba que me aleje de él y todas esas pequeñas cosas me hicieron sentir que algo especial había.
Asentí seriamente.—Si, eso creo. Vos no me queres cerca y eso está bien.. seguiremos siendo amigos, pero creía que comenzaba a haber algo especial entre nosotros, tal vez solo me equivoque.
—No te equivocaste..—Murmuro manteniendo su mirada al frente y sentí su mano sobre mi regazo.—No creas que esto es fácil para mi.—Confesó sin perder su seriedad.
Al escucharlo mi corazón comenzó a acelerarse y mi respiración comenzaba a sentirse pesada porque nunca me hubiera esperado esa confesión. Me sentía emocionada y feliz, no estaba imaginando cosas.
—¿Hablas en serio?—Pregunte con emoción acercándome un poco más a él, pero rápidamente apoyo su mano en mi rostro alejándome.—No puedes decirme eso y pretender que me mantenga alejada de ti.—Me queje.
—Dios para que abrí la boca.—Se quejó dejándose caer hacia atrás en el césped y no pude evitar reírme, porque era un amargado aveces.
—¿Puedo contarle a Cj?—Pregunte sin poder esconder mi emoción. Él suspiro y mantuvo sus ojos cerrados.
—No, ly. Mantén la boca cerrada.
—Oh..—Musite con la voz apagada. Quería contarle o mejor dicho, necesitaba hacerlo.
—Bien, ve a decirle, pero no la quiero escuchar decirme nada o le pondré una flecha entre los ojos.—Dijo con resignación.
