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El gobernador nos había atacado, tomándonos por sorpresa. Ahora había caminantes por todos lados y quien sabe si no había más de ellos escondidos en el bosque, esperando a que salgamos de la prisión para matarnos. Y con todo eso, daryl y su hermano habían vuelto, salvando a rick.
Nos encontrábamos dentro de la prisión para hablar o eso dijo rick. Todos estábamos en el pabellón donde estaban nuestras celdas y detrás de la reja principal estaba merle, apartado de todo el grupo.
Mi estómago dolía y mis piernas se sentían temblorosas sin razón alguna. Él no dejaba de mirarme, haciendo que todo fuera peor.
—Necesito un momento..—Le susurre a la colorada que estaba a mi lado. Ella asintió y me dejó escabullirme hasta mi celda para poder sentarme y respirar, porque no me sentía bien.
Los escuche hablar de forma lejana, pero no preste atención a su conversación. La voz de merle hacia eco en mi cabeza de una manera exagerada y me dolía tanto, solo quería dejar de escucharlo. Todo esto había comenzado por su jodida culpa.
Ahora teníamos al enemigo con nosotros, ¿Eso realmente estaba pasando? Simplemente no podía creerlo, era surrealista. Íbamos a convivir con judas y todos parecían estar de acuerdo con eso.
—¿Podemos hablar, Ly?—Su voz me saco de mi transe y lo mire, quedando en silencio durante unos segundos pensándolo. Realmente no teníamos nada de que hablar y él lo sabía, sabía que no había nada que decir.
—No tenemos nada de lo que hablar, daryl.—Murmure seriamente y se sintió extraño llamarlo por su nombre tan fríamente.
—Vamos, Ly, podemos solucionarlo.
Suspiré levantándome.—No hay nada que solucionar. Tú elegiste y está bien, pero ahora no vengas aquí y pretendas que todo está bien, que nada ha pasado entre nosotros.
—No podía abandonarlo, Ly. Tienes que entender eso, es mi hermano.—Siguió con lo mismo, pero no me generaba nada esa justificación y no sabía si eso estaba mal, pero era lo que me pasaba.
—Si.. lo se.. pero pudiste abandonarme a mi, daryl. Ni lo pensaste, simplemente te fuiste.—Le recorde.—Te fuiste con el hombre que me entregó a ese hijo de puta, ¿Lo sabes, no? Al mismo hombre que me hizo desnudarme para sacarme información, ese tipo de hombre es tu hermano.. así que, no me pidas que te entienda o que entienda que es tu hermano.
—Ly.. yo..
—Lo se, ni siquiera sabías que eso pasó porque tampoco fuiste capaz de preguntarme.. ni siquiera me abrazaste esa noche, saber que tu hermano estaba con vida te cegó por completo y todos dejamos de importar.
—No me dejaste de importar, Ly.
—Parecía que si, daryl.
—Hubieras hecho lo mismo por tu hermano, Ly. No me vengas con todo esto.—Pidió seriamente.
—Mi hermano no era un idiota, era un niño que se preocupaba por los demás todo el tiempo.—Le recorde, porque en algún momento del invierno les había contado sobre mi hermano.—Hubiera sido un gran hombre, no como ese idiota.
—Ly, solo escúchame. Estoy aquí, volví por ti.
Negué levemente.—Yo.. no..—Suspire sin saber que decirle, no tenía palabras para describir como me sentía y preferí solo quedarme callada.
—Lo lamento, Ly. Nunca quise hacerte daño o dejarte atrás, pero no pude tomar otra decisión en ese momento, lo siento.—Se disculpo, sin sacar su mirada de mi.
—Acepto tus disculpas, daryl. Pero no me pidas que todo sea como antes porque no va a serlo.
Él corrió la mirada mientras asentía levemente.—Si.. supongo que eso esta bien, My.
—Gracias.—Lo mire.—Iré hacer la primera guardia. Bienvenido de vuelta, espero no vuelvas a irte.. no seas tan idiota, por favor.—Pedí antes de pasar por su lado, saliendo de la celda.
Él no dijo nada. Era mejor eso antes que dijera una estupidez.
