Vigésimo sexto encuentro.

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Boston era impresionante. Siempre había sido una de sus ciudades favoritas, sin embargo, no estaba disfrutándolo de la manera en la que deseaba.

Su cabeza estaba yendo hacia todas las direcciones mientras intentaba practicar para que pudieran regular el sonido del teatro. Esta vez sería un show un poco mas pequeño, mas intimo, pero igualmente increíble.

Debería estar emocionado, hacer su gira solista era un sueño hecho realidad y, aunque extrañaba a los chicos, realmente era la primera vez que podía sentirse un poco más el mismo en el escenario y un poco menos aquello que siempre habían pensado para él.

Una pieza de un rompecabezas de cinco.

Ahora se encontraba frente a otro rompecabezas. Uno más complejo, uno que jamás había logrado descifrar, excepto por aquellas piezas que reunía la totalidad de la mujer que se había, literalmente, robado sus sueños.

La siesta no había resultado, tampoco el dormir por la noche, intentando sincronizar los relojes. Algo estaba sucediendo con ellos y ninguno de los dos parecía saber qué era exactamente lo que los había vuelto... ordinarios.

Incluso, Eva había comparado una resonancia magnética funcional anterior, de cuando tenían los sueños, con una actual y parecía que había una pequeña parte, que antes había estado allí, que ahora no estaba. Era pequeña, minúscula, sin embargo había desaparecido y se había llevado con ella, la posibilidad de tener una relación en sueños.

Eva se estaba ocupando de ello. Habían pasado dos días sin dormir, sin embargo no había una respuesta razonable a la pérdida de aquel don, pero tampoco había una razón razonable para la adquisición del mismo, por lo que tampoco había un lugar donde comenzar.

Había unos cuantos mitos sobre la luna y su parte más pragmática le decía que aquella no era una posibilidad factible. Sin embargo siempre había creído que el tener sueños compartidos también era imposible. Aun así los había tenido, aun así había sido mágico e increíble.

Además, Harry insistía en ello. Él había tenido aquel extraño sueño de la luna y de alguna manera, incluso aunque fuera descabellado, debía creerle.

Pasó sus dedos por aquel libro de astronomía, mientras bebía con su mano libre aquel café caliente que la mantenía con vida luego de tanto tiempo en una guardia médica. Debía ser fuerte, debía resistir, eran las últimas semanas antes de su graduación. Era el último tirón, como le habían dicho sus amigas. Luego podría dormir, al menos los primeros días hasta encontrar un hospital que la recibiera y de esa forma vivir en un ciclo completo de hospitales, aunque esperaba con un horario fijo.

Morfeo_ «¿Alguna novedad? h»

Aurora_ «¿No deberías estar vistiéndote para el show?»

Morfeo_ «No puedo concentrarme. Quería saber si al menos había alguna pista. h »

Aurora_ «He encontrado un libro de astronomia y astrologia. Intentaré tu teoría de la luna, aunque honestamente no creo encontrar nada. »

Morfeo_ «Ustedes los médicos son tan cabezas dura. h»

Aurora_ «Ustedes los artistas son tan... »

Morfeo_ «¿Tan?. h»

Aurora_ «No puedo insultarte. Creo que tengo algo. Haz tu show y hablamos al rato.»

Eva tiró el teléfono sobre la mesa y entonces abrió los ojos aun mas, comenzado a anotar en su pequeña libreta aquellos cambios de la luna que parecían estar afectando de alguna manera los ciclos de las personas. Recordaba haber estado en una clase de psicología que habían explicado la conexión de las personas con enfermedades mentales y la luna; sin embargo recordaba a su profesor burlándose de aquella teoría y diciendo que era un mito creado por los astrólogos para desestimar muchas teorías científicas y médicas en la antigüedad.

Morfeo_ «¿Qué es lo que tienes?. h »

Aurora_ «¿Crees que estemos lunáticos? »

Morfeo_ «¿Es una pregunta seria?. h »

Aurora_ «No tengo ni idea »

Morfeo_ «Tengo que subir, princesa. Te hablo en dos horas ¿volverás a casa esta noche?. h»

Aurora_ «Aparentemente quieren esclavizarme antes de liberarme. Lo dudo. Pero al menos tengo tiempo para ir a estudiar a la biblioteca del hospital, creo que hay una relación entre la actividad cerebral y la luna. »

Morfeo_ « Bueno, la astrología dice que "si la luna es capaz de revolucionar algo tan enorme como la masa marina, es imposible que no nos afecte a nosotros, que somos en proporciones, agua. h"»

Aurora_ «Ve a dar tu show, deja de interferir en mi investigación»

Morfeo_ «Intento ayudar. Necesito verte y besarte. h»

Aurora_ «Mientras más rápido sepamos que pasa, mas rapido estare ahi para besarte. Ahora ve y haz feliz a ese montón de gente lunática, como tu. »

Morfeo casi escribe un "te quiero", sin embargo Aurora jamás lo recibió.

Muchos miedos y pocas convicciones. Harry necesitaba saber qué estaba pasando antes de tirarse a aquella laguna. Había demasiado que perder. Estaba en juego su corazón, pero también su futuro y el de Eva.

Respiro y se colocó la chaqueta encima del traje, acomodandolo rápidamente antes de salir hacia el área trasera del escenario, en donde los músicos comenzaban a alinearse antes de que él saliera. El show estaba por comenzar, en su segunda noche en Boston, sin embargo su mente y su corazón aún estaban en New York, envueltos en sábanas suaves y la risa de una mujer.

La adrenalina lo quitó de aquel letargo neuronal que estaba teniendo, obligándolo a vivir el presente, mientras los gritos y cánticos de fans se extendían por todo el estadio y llenaba sus venas de algo más que sangre, de felicidad. Su cuerpo cansado e igualmente sudado, le pedía un descanso, sin embargo faltaba tan solo una canción más, antes de que pudiera salir de allí. Era la canción más pesada, la que más esfuerzo físico le pedía, sin embargo era la que lo llenaba de energía.

Kiwi resonó tan lejos que incluso la música se escuchó a varias calles de aquel recinto en Boston y aun cuando el auto que trasladaba al cantante hacia el siguiente aeropuerto ya estaba lejos, los fans disfrutaban de las últimas melodías antes del cierre final, el cual Harry siempre se perdía. Estaba cansado de perderse de las cosas buenas de la vida, esa era una de ellas.

Morfeo_ «En camino a Toronto. ¿novedades? muero por ver tu linda carita. h»

El silencio de aquel mensaje fueron exactamente seis horas y la preocupación de Harry estaba en su límite cuando incluso la tardanza le dio el tiempo de cambiar su ubicación, a otra ciudad, otro destino y un nuevo hotel.

Camino entre seguridad hasta la puerta de ingreso e intentó ignorar aquellos gritos de euforia, sin embargo levantó su mano y saludo a todos, con ojos de cansancio y una sonrisa que demostraba todo, menos felicidad. Estaba sin descansar, sin cenar y con un vacío en el estómago tan profundo que incluso creyó que jamás se había sentido así de perdido.

Morfeo_ «Tomare algo e intentare dormir. Hazme el favor de descansar, preciosa. Por favor, incluso aunque no esté allí, debes dormir. h»

El mensaje fue recibido en una sala de urgencias caótica y poco frecuente. Un accidente automovilístico le había quitado la vida a una familia entera, excepto a una pequeña niña, la cual ahora pendía de un hilo en las manos de Eva; quien sentía la responsabilidad directa de salvarla y darle una vida, como le habían dado la suya.

La luna, el cielo y las preocupaciones nocturnas debían esperar. Había cosas realmente importantes sucediendo en la tierra.

In my dreams | Harry Styles.Where stories live. Discover now