Sexto encuentro.

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Eva se despertó más confundida que nunca de aquella pequeña siesta. Cuando estuvo lo suficientemente despierta se secó y se aseguro de tener puesto su conjunto de dos piezas antes de acostarse, sin embargo no pudo dormir en absoluto. El tiempo se hizo eterno entre esperas. No volvió a ver a Harry esa noche.

Todas las opciones pasaron por su cabeza como un carrusel de locuras que podrían haberla llevado a soñar con los encuentros.

Ya no estaba segura si llamarlos sueños pero a falta de una palabra mejor, esa era la adecuada por ahora.

Observó durante una hora el perfil de Harry Styles. Analizando la posibilidad de enviar un mensaje, sin embargo el hombre tenía la casilla bloqueada (como era lógico) y la única opción que tenía era el comentarle una foto, pero iba a quedar como una loca y además, tenía millones de fans leyendo todo, ojos y oídos en cada parte que se pronunciaba su nombre.

Mordisqueó sus labios y entonces decidió que debía desbloquear su propia casilla, al fin de cuentas si lo que decía Pepe grillo era cierto, él sería el que se encargará de contactarla de alguna forma.

Actualizo la aplicación y espero, por minutos, observando atentamente la casilla de mensajes. Y aunque ya eran las 6 a.m. no podía evitar observar con el rabillo de su ojo el celular, ubicado en su mesa de luz, mientras intentaba conciliar el sueño, pero nada pasaba.

Terminó por frustrarse y se levantó, quitando las mantas de su cuerpo de un tirón y entonces se dirigió hacia su ropero, buscando ropa de ejercicio para salir a correr y los auriculares inalámbricos.

Finalmente, veinte minutos después y habiendo tomado un par de frutas al azar, Eva se dispuso a correr con el reproductor en Spotify en aleatorio y su ritmo cardíaco acelerándose y marcando el ritmo en su reloj de muñeca.

A las 7:14 a.m. una notificación de video llamada la hizo salir de su trance y con ello se vio obligada a reducir la velocidad de su trote, dándole un pequeño golpe a sus auriculares para parar la música e intentando desbloquear el celular.

La notificación era clara y el nudo en el estómago se hizo presente, junto con el sudor frío que recorrió su nuca.

Harry Styles estaba solicitando una video llamada por Instagram.

Pasó una mano por su cola de caballo y atendió, con sus ojos aqua completamente abiertos por miedo y nervios, observando la pantalla negra un segundo antes de que la imagen de un Harry Styles de ojos hinchados se presentará frente a ella.

En otro momento hubiera soltado el celular de la impresión, sin embargo el coraje la hizo aferrar sus dedos al aparato mientras ambos se observaban, completamente paralizados.

Ninguno se animó a hablar, mientras los pies temblorosos de Eva la acercaban a un banco debajo de un árbol, en donde tomó asiento con la intención de no desmayarse en medio del camino de ciclistas y corredores.

— Así que es verdad —, la voz de Harry fue como un sueño, pero ella sabía que nada había sido un sueño.

— Yo- yo —, no pudo hilar una frase. Harry la observó cerrar sus ojos y poniendo una mano sobre su frente.

Noto que estaba confundida.

— No te ves bien, ¿dónde estás? —, quiso averiguar, observando por la pantalla si podía reconocer algo a su alrededor, en caso de necesitar ayuda.

— Central Park, necesitaba despejarme. No podía dormir —, respondió, sin abrir sus ojos y echando su rostro hacia el cielo, soltando un suspiro tan largo que creyó haberse quedado sin aire para respirar.

Harry la observó atentamente, era exactamente igual a lo que la había visto, exceptuando el color de sus mejillas y sus labios. Eva estaba blanca como un fantasma.

— Tampoco podía dormir. Cuando entré en tu perfil y vi que tenías el acceso, tuve que hacerlo.

— Me imagine, es decir. Yo lo hice a propósito —, explicó y por primera vez abrió los ojos, cuando el recuerdo de la popularidad del hombre la hizo mirar hacia todo lados; asegurándose de que nadie estuviera viendo su pantalla.

— Creo que deberíamos vernos en persona —, soltó la bomba y entonces Eva llevó su mirada al teléfono por segunda vez desde que había atendido.

— No creo, es decir. No creo que sea necesario. —, respondió, negando con la cabeza varías veces, observando la pequeña mueca de sorpresa en el rostro de Harry.

— ¿A qué te refieres? Tenemos que averiguar qué es lo que está pasando —, explicó él hombre, relamiendo sus labios con la intención de controlar su ansiedad.

— ¿Qué es lo que está pasando? Nos estamos volviendo locos Ha —, casi tose cuando nota que de hecho si estaba hablando con él Harry real, en carne y hueso. Al Harry que había visto desnudo, al Harry que se le había insinuado, al Harry con el que había soñado durante varias noches y había tratado de manera grosera.

— Harry, si. Soy yo, Eva, y tenemos que ser realistas, ambos queremos saber qué está pasando con nosotros.

Escuchar a Harry Styles diciendo su nombre seguido de un "nosotros" no era exactamente lo que esperaba escuchar jamás. Además, su acento británico era tan profundo como su voz en la mañana y no pudo evitar sentirse afortunada, pero tremendamente extraña.

— Por supuesto que quiero saber que pasa Harry —, tragó saliva— sin embargo, esto es una locura y tengo miedo, miedo de todo. Jamás había oído algo como esto —, señaló la pantalla y luego su pecho, haciendo alusión a la unión entre ellos.

— Yo tampoco, sin embargo, ambos estamos de acuerdo en que está sucediendo y probablemente seguirá sucediendo, no importa cuánto intentemos que no pase, ya está pasando. Debemos hacer algo con eso. —, intento ser razonable.

Eva suspiró y asintió suavemente, pasando su mano por su cara con frustración, intentando ser coherente.

— Bien, si. Tienes razón. ¿Qué tienes en mente? —, preguntó, dejándole ver sus ojos una vez más. Vio a Harry sonreír y aquello la hizo más nerviosa.

«Maldito Adonis en carne y hueso»

— No estoy seguro, Eva. Tu eres la inteligente entre nosotros —, la mujer creyó que si escuchaba su nombre una vez más iba a jadear, pero se contuvo.

— ¿Qué te parece si nos mantenemos en contacto por acá y bueno, ya sabes, por los encuentros, hasta que podamos reunirnos en persona? Se que tienes gira y que estarás en unas semanas en Nueva York —, explicó, analizando las facciones del hombre con atención y observando cómo sus comisuras comenzaban a formar una sonrisa, una que conocía, egocéntrica.

— ¿Has estado acosándome, Eva?

Se vio obligada a poner los ojos en blanco en cuanto lo vio sonreír y completar aquella pregunta, comenzando a notar que el hombre era exactamente como en las noches.

— Eres Harry Styles, basta con googlear, no creo que se considere acoso —, se justificó, evitando la palabra famoso; detalle que él agradeció.

— Bueno, depende de cómo lo veas y que pretendías hacer con esa información. Quizá terminabas metiéndote en mi hotel, hay quienes lo han intentado. —, alzó los hombros, intentándole dar más coherencia a sus acusaciones.

Eva frunció su nariz y apretó sus dientes suavemente por la frustración mientras rascaba su frente, el hombre sabía cómo sacarla de sus casillas.

— Insufrible. —, murmuró, sin embargo él la escuchó y contraatacó.

— Irresistible.

— Dios, eres un idiota.

— Uy que boquita, bella durmiente.

La mujer no daba crédito. Simplemente restregó su rostro con su mano y negó con la cabeza, evitando el seguir aquella pelea mientras observaba al hombre sonreír tanto que le recordó al gato de Alicia.

— Tengo que regresar al departamento, Styles. Escríbeme si tienes alguna teoría o algo. Hasta luego —, hizo una seña con sus dedos en la frente, estilo militar, y corto, tan rápido que dejó a Harry con la palabra en la boca y su sonrisa engreída borrándose.

In my dreams | Harry Styles.Where stories live. Discover now