Vigésimo quinto encuentro

131 10 0
                                    

El día pasó entre besos y caricias profundas. Paso en miradas intensas y susurros de cariño, profesando el intenso sentimiento mutuo que seguía creciendo en ellos, como una hermosa flor, lenta y silenciosa, pero hermosamente fascinante y natural.

El haber pasado aquella línea que habían estado esperando desde hacía tiempo, lograba que todo fuera mas sincero, mas apasionado, mas profundo.

Si en algún momento la duda de la realidad los había abrumado y preocupado, ya no quedaba nada de ello. Solo certezas. Funcionaban. Se disfrutaban el uno al otro, se entendían y se respetaban. Su conexión estaba intacta en la realidad, sin embargo, en los sueños, algo había cambiado.

La despedida fue dura, sobre todo porque ambos querían aprovechar hasta el último segundo juntos, pero no era seguro que Eva lo compañera a el aeropuerto, sobre todo cuando todas las miradas estaban puestas en él, más que nunca, a causa de los rumores que volaban en internet, ahora que la separación con Camille se había hecho pública y los rumores del motivo rondaba el internet con una idea más descabellada que la anterior, aunque alguna ciertamente correcta.

Con las uñas pintadas y su rostro lleno de besos, Harry se subió a la camioneta que lo llevaría a tomar su próximo avión y mientras veía a la mujer que comenzaba a robarle todos sus suspiros, sintió un vacío enorme en el pecho, uno que comenzaba a llenarse de miedos y preguntas.

Había algo que siempre le había asustado y era el enamorarse tan profundamente que su individualidad se viera afectada. El enamorarse tan profundamente que perdiera la razón por una persona. En el pasado, cuando creía que estaba con la persona que creía lo acompañaría para siempre, se había ilusionado con la idea de una familia, pero aquello se había convertido en incertidumbre cuando notó que aquello era casi imposible cuando su vida transcurría mitad en aviones, mitad en escenarios.

La falta de tiempo y la poca posibilidad de pasar tiempo juntos era incluso peor que la distancia. Ahora tenía miedo de volver a repetir círculos.

Le había pedido mucho a Camille, intentando llevarla consigo a cada gira, a cada show. Lo sabía.

Había presionado demasiado, se había sentido culpable y triste por quitarle, de alguna manera, aquello que ella amaba hacer y ella había utilizado aquella debilidad para sacar de él cosas que creyó que jamás daría. Había terminado por poner su estabilidad emocional, física y mental en manos de una persona que lo daba todo por una línea más y lo había llevado a esa misma adicción, a esa misma clase de toxicidad que te encerraba en un abismo de oro falso y relaciones sin sentido.

Egocentrismo.

Falsedad.

Vacío.

Superficialidad.

No podía volver a ser así de débil. No podía permitir que lo volvieran a utilizar. No podía volver a caer en ese hoyo.

Tampoco podía volver a ser egoísta y esperar, de alguna manera, que la mujer dejara su vida por él. La vocación de Eva era profunda y tenía huellas. El amor de Eva por la medicina era una parte esencial de su vida, si no la más importante. Gracias a ella estaba viva. Gracias a ella tenía un propósito y él no sería el hombre que se la quitara, no sería el hombre que la alejara de aquello que la hacía brillar. No sería el hombre que la apagara para robarse las luces.

Eso significaba una cosa. Si se tenían, se tendrían lejanos y fugaces, como las estrellas del cielo, como la luna. Durante el día se extrañarían y durante las noches volverían a visitarse, entre sueños, para iluminarse en la oscuridad. O al menos eso creía.

¿Acaso era aquello algo que merecía Eva? ¿acaso era aquello algo que mereciera alguien?

Se sentía aterrado y confundido. Sentía que su vida había vuelto unos meses hacia atrás, cuando se encontraba perdido en su cabeza.

Un laberinto sin salida.

Un crucigrama sin solución.

Un rompecabezas con una pieza faltante.

— Señor Styles, llegaremos en unos momentos ¿está usted listo? —, el chofer lo sacó de sus pensamientos, logrando desenfocarse de aquello que lo había metido en un mar de introspección. Dejándolo alzar la cabeza de la marea y respirar algo de aire.

— Si, por supuesto. Muchas gracias —, murmuró, llevando sus ojos verdes, por última vez, a la hermosa ciudad de New York.

El avión lo estaba esperando y al subir, sintió su teléfono vibrar, logrando que llevara sus dedos rápidamente en la pantalla. Era ella, por supuesto, sin embargo había muchas cosas en juego. Muchas cosas que pensar, muchas cosas en su cabeza. Necesitaba aire y tiempo.

Colocó el teléfono en avión y se recosto en los asientos, apoyando su cabeza en el respaldo, mientras los auriculares comenzaban a reproducir aquella lista que habían armado durante la noche de insomnio con Eva, logrando encontrar un punto medio entre las canciones clásicas de Harry y el extraño gusto de Eva por las bandas alternativas, aquellas que jamás Harry hubiera escuchado, sin embargo ahora parecía estar disfrutando.

"here with me" de The Killers sonaba en sus auriculares, mientras intentaba descansar, con su cuerpo hundiéndose profundamente en la comida de aquellos sillones, mientras su mente parecía querer empujarlo profundamente en aquellos pensamientos, que tan desesperadamente deseaba borrar.

El cansancio de una noche de insomnio y sexo parecio vencerlo y un sueño lo recibió, arrullandolo en pesadillas de pérdidas y llanto que habia creído perdidas en cuanto Eva apareció en su vida y la luna les regaló aquel presente tan increible como irreal.

Al despertar, el vacío en su pecho se había multiplicado y las dudas parecían estar consumiéndolo.

No había soñado con ella. Era la primera vez en semanas, que el rostro de su chica no aparecía.

Miro la hora y tomó el teléfono una vez más, pausando la canción que apenas si reconocía y conectándose a la red Wifi del avión, entrando rápidamente al chat con la chica y dejando que sus dedos actuarán más rápido que su cerebro.

Algo estaba pasando. Algo malo sucedía.

Morfeo_ «Acabó de despertar, pero algo... ¿Has estado durmiendo? No te he soñado. Se siente algo extraño. Lamento la hora, sé que es jodidamente tarde. H »

Aurora_ «Harry... acabo de despertar y no, lo siento. Tampoco he soñado contigo. Algo nos está pasando»

Respiró profundo e intentó encontrar una explicación lógica, sin embargo el no compartir sueños en la noche era lo más lógico del mundo. Algo había cambiado.

Morfeo_ «Debe ser algo del cansancio o quizá porque hemos estado todo el día juntos. Inténtelo otra vez, ¿está bien? Enfoquemos nuestras mentes y estaré besándote en menos de 10 minutos. Solo necesitamos buscarnos.»

In my dreams | Harry Styles.Where stories live. Discover now