20| Amabilidad

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El aire frío mezclado con el aroma del cemento fresco de este edificio en construcción por alguna razón me hacía sentir tranquilo. Mi mano continuó trazando la silueta del par de zapatos que presentaré en el primer diseño y no pude evitar fruncir el entrecejo al sentir que algo falta. Bueno, se supone que es el calzado que acompañará el vestido con adornos de flores así que debería de ponerle algunas también... Pero, ¿dónde?
 
—Sigo sin entender porqué estás mirando tu cuaderno como si quisieras cometer un acto de odio en su contra.

Al levantar la mirada me encontré con la escena que he estado viendo desde ayer. Alexandre está sentado frente a la espalda de Dwade, usando una camisa blanca con las mangas arremangadas mientras mi pequeño chico está usando ropa deportiva hecha a la medida y parece que va a morir ahogado en su propio sudor.

Ayer nos recogió de la escuela ese chico llamado Protágoras —quien también se supone nos protegerá— y nos llevó a una especie de edificio en construcción donde nos esperaba Alexandre.

Y sí, sí fue igual de raro como se escucha.

—No es eso, solo siento que voy atrasado —mencioné antes de volver a mirar el par de zapatillas con tacón de aguja que estaba dibujando anteriormente—. ¿No deberías centrarte en ayudarlo en lugar de enfocarte en mí? Todavía dudo que sepas lo que estás haciendo.

—Mira niño, es mi primera vez haciendo esto. No todos los días me acorrala un niño de ocho centímetros de altura y me dice que lo ayude antes de golpearme —dijo Alexandre levantando los hombros—. Pero mi amistad más personal Ethan me dijo que en las novelas chinas suelen hacer esto, así que no perdemos nada intentando.

—Ya me he disculpado varias veces Alex —chilló Dwade, provocando una risita en el pelirrojo.

Alexandre dijo que ayudaría a Dwade a recuperar su tamaño pero él solo esta haciendo lo que su amigo rubio le dijo que pasaba en una novela. Él solo esta poniendo uno de sus dedos en la espalda de mi chico mientras —según él— le transmite energía. Es claro que está manipulando energía porque hay luciérnagas por todos lados, pero dudo que ese método de "mundos munin" —repito, según él— funcione en la vida real.

Pero como no soy un humano especial no opino.

Mientras ellos hacen cosas de gente cero común yo debería de enfocarme en terminar los diseños para el concurso ya que justamente hoy comienza la recepción de diseños y lo único que me falta es terminar el calzado y los accesorios de cada prenda.

Casi nada.

De reojo mi vista se postró en el hombre de cabello negro que tiene más cicatrices en el rostro de las que he visto en toda mi vida. Ya no da tanto miedo como la primera vez que lo vi pero aún se siente su presencia demasiado fuerte. Él esta sentado en una silla con las piernas abiertas sin quitarle la mirada a Alexandre, por lo que he aprendido estos días él es quien esta a cargo de la seguridad del pelirrojo.

Aunque ahora que lo veo bien, esas botas negras son excepcionales.

Uy, justo estaba pensando en que calzado ponerle al diseño de la prenda casual.

—Oye niño, eres bastante bueno —dirigí la mirada al chico con gafas de cabello rizado que no supe en qué momento se puso detrás mío—. Tienes talento, ¿quieres que te promocione?

—¿Qué? —mustie confundido. ¿Ahora de qué está hablando?

—Soy periodista —respondió—. Trabajo en la COTV.

La COTV es la rama periodística de la corporación Ocklan. ¿Qué hace un periodista aquí? No creo que sea un espía porque Alexandre se habría dado cuenta, además de que ir por ahí diciendo que es un periodista no sería nada inteligente de su parte.

Microamor [✓]Where stories live. Discover now