Capítulo 6 - Se paró el mundo

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María y Drake

El martes pasó a la velocidad de la luz, Drake y María estuvieron increíblemente ocupados en sus trabajos, pero invirtieron cada segundo que tenían libre en escribirse.

Se hicieron un millón de preguntas y con cada respuesta, conectaban un poco más. Drake supo que María siempre había soñado con viajar a Marruecos y María que Drake nunca había cogido un avión, aunque no consiguió que le contara cuál era su viaje soñado. También descubrieron sus canciones y series favoritas, que María era de café y Drake de té. Qué los dos se declaraban adictos al chocolate y al leerse, por sus respuestas sobre relaciones, ambos intuyeron, que hasta hace unos días, ninguno de los dos creía, ni mucho menos buscaba, el amor.

María

Sin darse cuenta, llegó el miércoles por la tarde, al día siguiente a esas horas estaría preparándose para ver a Drake.

Eran las 7 y llegaba tarde, ella y su madre habían quedado con las chicas.

- Mamá, vamos a llegar tarde. Y ese honor se le concedo a Sara. ¿Estas lista? Le preguntó acercándose a su habitación.

- Llegaremos las primeras, como siempre - le respondió Clara poniéndose la chaqueta. Pero eras tú la que estaba pendiente del teléfono.

- Calla - le respondió María avergonzada.

- ¿Has encontrado a tu galán de ojos azules y no me lo has contado?

María no contestó, pero pensó en lo increíble que era la intuición que tenía su madre y agarradas del brazo, paraguas en mano, se encaminaron hacia su cafetería de siempre.

- Pero que guapas estáis - les dijo su madre a sus amigas cuando las tuvo delante.

- Anda anda, es que nos ves con buenos ojos - le contestó Lola.

- Para guapa tú Clarita - añadió Sara.

Hacía demasiado que no se juntaban las cuatro, Clara siempre había sido la "mamá" de todas y como fiel confidente, conocía todas sus locuras. Verlas tan adultas hacía que su madre fuese consciente del paso del tiempo. "Sus niñas" como las llamaba, habían crecido y se habían convertido en unas mujeres increíbles.

Pasaron la tarde poniéndose al día, contando las aventuras de Sara, los viajes de Lola, el muchísimo trabajo que había en la pastelería de sus padres y cuando llegó su turno de hablar, sus amigas y su madre hablaron de lo felices que las hacía verla tan bien.

Después de la tormenta que había vivido en los últimos años parecía haber encontrado algo de calma.

María pensó en contarles esa tarde todo lo que estaba viviendo con Drake, pero justo cuando iba a contárselo, cambió de idea. Algún día se lo contaría, estaba segura de ello, pero de momento quería guardarlo sólo para ella.

Drake

- El sábado estoy allí enano - dijo Drake por teléfono, con una sonrisa de oreja a oreja.

Estaba hablando por videollamada con su hermano pequeño. Leo era la única persona con la que dejaba de lado su porte frío y serio. Ese crío le tenía robado el corazón.

Con tanto trabajo, casi se había olvidado del viaje que tenía planeado para ver a su familia. Llevaba dos meses sin ir y su madre no dejaba de escribirle que por allí todos le echaban de menos...

- Coco, ¿tú qué tal? - le preguntó Jana.

Anjana, Jana para los amigos, era su luchadora madre, había vuelto al norte solo unos meses después de que su padre muriera. Sabía que él no volvería con ella, pero no podía soportar quedarse en la ciudad y Drake lo entendió, así que siempre que podía se escapaba a verlos.

Llévame a la luna y abrázame en el caosKde žijí příběhy. Začni objevovat