𝙴𝚕 𝙷𝚘𝚐𝚊𝚛 𝚍𝚎 𝙼𝚒𝚜𝚜 𝙿𝚎𝚛𝚎𝚐𝚛𝚒𝚗𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝙽𝚒ñ𝚘𝚜 𝙿𝚎𝚌𝚞𝚕𝚒𝚊𝚛𝚎𝚜 || 𝔈𝔫𝔬𝔠𝔥 𝔒'ℭ𝔬𝔫𝔫𝔬𝔯

xi.

Capítulo Undécimo
-Chico celoso-
🌸

DESDE UNA VENTANA en su oscura habitación, Enoch O'Connor examinaba a quien su mente lo había convencido de ser un intruso. El descendiente de Abe charlaba con Emma muy animadamente, y Enoch estaba realmente molesto con su presencia.

A su lado, ______ observaba con confusión, no encontrando la razón de porqué Enoch estaría tan a la defensiva con un muchacho que aún no conocía.

-¿Qué pasa, Enoch?- cuestionó ella. -Estás así desde que Jake llegó.

-Él no debería estar aquí- fue lo único que dijo -Debió quedarse en su época, donde no molesta a nadie.

-Tal vez una introducción apropiada te haga cambiar de opinión- sonrió ______, corriendo a la puerta de la habitación que se mantenía abierta cuando ella estaba presente, y fue afortunada al encontrarse a Jake precisamente en el pasillo observando con misterio. -Jake- le llamó la atención, el muchacho esbozó una sonrisa al verla -Déjame presentarte a Enoch cómo es debido.

Jake se dejó llevar de la mano hacia la habitación lúgubre y gris, ojeando cautelosamente todos esos frascos con órganos adentro, y la mesa de trabajo repleta de instrumentos quirúrgicos. Detrás del escritorio, un muchacho estaba sentado y lo veía con molestia mientras examinaba un pequeño corazoncito. Estaba vestido con una camisa de vestir grisácea, pantalones oscuros y tirantes marrones. Jake se sintió intimidado por él.

-Debes sentirte fuera de lugar- adivinó Enoch.

-No te preocupes, estoy acostumbrado- respondió Jake, adoptando el mismo tono pasivo agresivo de Enoch.

-No me preocupa, pero te daré un consejo de hombre a hombre- continuó O'Connor. ______ frunció el ceño ante su extraña actitud, estaba demasiado defensivo, como si el bucle fuera un lugar que tuviera que proteger de Jake -Si piensas quedarte sólo porque te gusta Emma, entonces olvídalo. Ella renunció al romance hace décadas cuando le rompieron el corazón, y eso jamás cambiará.

_______ sintió algo de molestia. Además de la obvia actitud grosera de su amigo, tampoco entendía de lo que hablaba. Nunca había sabido que Emma había sufrido el mal de amores, y se sintió un poco mal al saber que la llamaba una de sus mejores amigas, y casi no la conocía. Tampoco comprendía qué tenía que ver Jake en todo eso, él tenía el derecho de gustar de Emma si así lo placía.

Notó después de unos segundos que Enoch le había extendido la mano. Ella ya estaba acostumbrada a ello, y sin preguntar qué necesitaba, tomó unas tijeras y se las dio.

-Yo no...- comenzó Jake, él mismo sintiéndose mal por la hostilidad que no había hecho nada para merecer -¿Qué estás haciendo?

La chica sonrió al ver la curiosidad de Jake al observar los movimientos de Enoch. Ella sabía lo impresionante que su peculiaridad era, y le emocionó que Jake pudiera presenciarla. Enoch tomó a uno de sus muñeco e hizo una incisión en su espalda, tomando un pequeño corazón e insertándolo en ella. Rápidamente, el corazón comenzó a latir, y el muñeco a cobrar vida. Movió sus manos modificadas y se sostuvo sobre sus dos pies. El otro muñeco, que ya había pasado por el momentáneo avivamiento, se acercó con sus patas como de araña y observó con curiosidad.

-Es asombroso, ¿verdad?- suspiró ______, aunque Jake notó que al decirlo, sus ojos estaban fijos en Enoch, no en sus muñecos.

-Y esta ni siquiera es la parte divertida- comentó Enoch, aumentando la incertidumbre del invitado. _______ recibió una sensación de deja vú, y recordó con afecto la primera vez que había conocido al chico que ahora tanto quería -¿Debería mostrarle, ______?- cuestionó, sus ojos marrones desviándose a su amiga como buscando su aprobación. Ella asintió, asintiendo muy emocionadamente. -Okey...