90. Contra las cuerdas

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— ¡Ja! ¡Se ve que te has metido bien en tu papel! —exclama la villana de cabello blanco, dejando por fin de tener los brazos cruzados y adoptando una pose más ofensiva— ¡Pero vas a necesitar mucho más que algo así para intimidarme! 

Sin pensarlo mucho transformo mis alas en su versión propulsada y salgo disparado hacia ella. No sé si será la más peligrosa de las dos, pero al menos parece la más ofensiva, por lo que lo mejor es eliminarla cuanto antes. No es capaz de reaccionar a mi velocidad, por lo que no es capaz de cubrirse de mi inminente ataque. 

Clavo una de mis plumas espada directa en su muñeca atravesándola mientras pequeñas gotas de sangre afloran de la herida y vuelan a mi alrededor. No sé cuál sea su singularidad, pero parece ser alguien que ataca físicamente. Romper sus muñecas debería dejar sus manos inutilizables y eso me otorgaría una importante ventaja frente a ella. Eso debería bastar para volverla mucho menos peligrosa o al menos como advertencia de que no es el momento de molestarme. Sin embargo, para que todo esto funcione, debo herir sus dos muñecas.

Me dispongo a clavar mi otra pluma espada en su otra muñeca antes de que pueda reaccionar, pero antes de eso una cuerda envuelve mi brazo y noto como tira de mí fuertemente lanzándome bien lejos de las dos villanas. Alcanzo a cortar la cuerda con mi pluma espada mientras me encuentro en el aire. La cuerda provenía de la mano de la otra chica. Un momento... ¡Ya sé de qué me sonaba! ¡Esa chica participó en el examen de ingreso a la UA conmigo! 

— ¡AH! ¡Maldito! —exclama la otra villana agarrándose la muñeca herida dolorida mientras yo aterrizo rodando hacia atrás para amortiguar el golpe y acabar de pie con las rodillas flexionadas y preparado para cualquier ataque. 

— Qué coincidencia... —se anima a decir por fin la de cabello castaño— Y pensar que de todos a los que podría haberme enfrentado, ibas a ser justo tú... —¿Acaso me recuerda? Si no hablamos nada en toda la prueba de acceso... 

— ¿Eh? ¿Os conocéis? —pregunta su compañera ahora algo más calmada. 

— Él a mí seguramente no —responde ella mientras de cada uno de sus dedos salen cuerdas—. Pero yo no hay día que no piense en él... ¡Cómo no hacerlo siendo el que destruyó mi vida! —grita colérica de repente dando un manotazo al aire para lanzar las cinco cuerdas que salían de sus dedos como látigos hacia mí. 

De un salto alcanzo a esquivarlas. Pero ella ya ha generado más cuerdas con su otra mano y me ataca con ellas haciendo un tajo descendente. Gracias a mis alas, consigo esquivarlo y alzo el vuelo rápidamente para esquivar el barrido con el que pretendía atacarme con las cuerdas de su otra mano. Maldición, esto es un problema. Es hábil y rápida, y puede atacar desde muchos flancos distintos, con muy poco tiempo de diferencia entre ataque y ataque. Es evidente que es un peligro, pero no puedo permitirme perder mucho tiempo aquí... 

Repito la misma jugada de antes, impulsándome rápidamente hacia la chica de las cuerdas. Esta intenta detenerme envolviéndome en varias de estas, pero con mis alas metálicas las corto fácilmente mientras sigo avanzando hacia ella. Ya casi la alcanzo cuando de repente la otra villana aparece a mi lado alzando ambos brazos.

— ¡No eres el único con espadas aquí! —exclama esta mientras lo que parecen afilados cristales de obsidiana crecen de sus brazos envolviéndolos hasta formar dos enormes cuchillas negras con forma de aleta. 

Esta deja caer ambos brazos rápidamente sobre mí, y aunque alcanzo a retroceder un poco y poner una de mis plumas espada para protegerme, sus brazos espada cortan mi pluma como si nada y alcanza a generar un largo, pero superficial corte en mi brazo izquierdo.La otra chica aprovecha y envuelve mis alas con sus cuerdas para lanzarme fuertemente contra una pared. En el proceso, mi pluma rota se me cae de la mano, pero consigo mantener la suficiente fuerza en la otra mano para no perder también la otra. 

Dark Wings |BNHA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora