Dark Wings |BNHA|

81. Shie Hassaikai

— Entonces... ¿Tú también querías hablar con nosotros sobre las residencias? —pregunta Kirishima algo impaciente por saber qué es lo que Tamaki quería contarnos mañana. 

— Eh... —titubea el de tercero intentando conseguir el coraje suficiente para hablar. Sin embargo, cuando todavía parece intentar reaccionar, se ve asaltado por la impaciencia y efusividad del pelirrojo. 

— ¡Por favor! ¡Preséntanos al héroe con el que trabajas! —comienza a gritar Kirishima acercándose más a Tamaki. El de tercero, intenta echarse hacia atrás, pero choca con la pared y no puede evitar que Kirishima se acerque cada vez más a él mientras insiste en que nos hable de FatGum. 

— No escupas... —farfulla Amajiki algo molesto— S-Sí. Tenía pensado hablaros sobre eso. 

— ¡¿En serio?! ¡Genial! —exclama Kirishima muy animado por la noticia. 

— T-Tenshi —dice Tamaki—. FatGum quería disculparse contigo por no haber podido responderte antes... Él... Hemos tenido bastante trabajo estos días.

— Lo entiendo. Ningún problema —digo sonriendo amablemente al de tercero. 

— M-Mañana podéis venir conmigo para ver a FatGum y arreglar todo el papeleo... 

— ¡Genial! —exclama Kirishima— ¡Vamos a ser compañeros de residencia Tenshi! —grita antes de darme un golpe en el hombro a modo de motivación. 

— ¡Sí! —respondo también bastante animado mientras me froto disimuladamente el hombro para que no note que me ha dolido el golpe. 

Lo cierto es que, si ya de por sí, es un alivio poder hacer la residencia con FatGum, a quien conozco de hace tiempo, poder hacerla con Kirishima también es una muy buena noticia. Después de todo, será mucho más fácil acostumbrarme al trabajo junto a un amigo. 

— Bueno, pues si eso era todo, ¡Nos vemos mañana! —exclama el pelirrojo despidiéndose de Tamaki.

— ¿Eh? ¿No vas a saludar a Mirio? —me pregunta Nejire al ver que nos marchamos ya. 

— ¿Está aquí? Como no ha aparecido en todo el rato pensaba que no estaba —digo rascándome la nuca algo nervioso. 

De repente siento como algo me atropella desde atrás y como todo mi cuerpo es alejado del suelo. De forma instintiva estiro los brazos y piernas intentando agarrarme a lo primero que pille, pero en mitad de la entrada no es que hubiera mucho a lo que agarrarme. El susto que me llevo es tal, que siento como si mi corazón fuera a salir por mi boca. 

— ¡Así que al final sí has decidido venir hoy! —escucho la voz de Mirio justo detrás de mí y es entonces cuando me doy cuenta de que me tiene agarrado entre sus brazos. 

— ¡Por poco me matas del susto! —respondo fulminándole con la mirada. 

— Lo siento —exclama comenzando a reír—. Solo quería sorprenderte.

— Lo has conseguido... ¿Podrías bajarme de nuevo al suelo? —pregunto algo avergonzado. Me da un poco de vergüenza estar en los brazos del rubio delante de tanta gente. 

— ¡Sí, claro! —exclama él dejándome en el suelo antes de envolverme en un asfixiante abrazo. 

— Nos vimos anoche... Y vengo el viernes —digo correspondiéndole el abrazo—. No hace falta tanta efusividad. 

— Tamaki me ha dicho que iba a hablar contigo sobre tu residencia con FatGum. ¿Has venido por eso? —me pregunta después de soltarme. 

— Sí. Aizawa nos ha dicho que Nejire y Tamaki querían hablar con nosotros y no hemos podido esperar hasta mañana.