56.

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—¡No puede ser! ¿De verdad le hiciste eso?

La voz estruendosa de Jisung retumba por todo el local seguida de sus risotadas.

Me he reunido con él, Changbin, Hyunjin y Jaehyun en un restaurante cerca de la compañía. Les conté de mi pequeña travesura y no han parado de reírse. Jaehyun por su parte trata de reprimirlo a toda costa, aunque es malísimo haciéndolo.

—No puedo creer que llegaste a estos extremos —el mayor niega, pero enseguida saca un sonrisa que modela sus hoyuelos— ¡Estuvo muy bien! Dame esos cinco.

—Por tu cara pensé que estabas reprochándome, además de que prácticamente te obligué a que me dieras su información. Después de todo tú y Hwamin eran amigos.

—Corté todo vínculo con ella después de lo que te hizo y el enterarme de que quiso aprovecharse de Minho me reaseguró que hacerlo no fue una mala decisión.

—Me alegra que hayas superado esa loca, Jae.

—No fue difícil porque no estaba enamorado, sólo me atraía.

—Le hubieras dado de comer cucarachas —añade Hyunjin—. Ahora tengo curiosidad por saber cómo reaccionará Minho.

—El dejó a Yuno en una camilla, opino que esto no es nada.

Los cuatro asienten dándome la razón.

—El cabello crece, en cambio lo que Hwamin hizo es... horroroso, una atrocidad —Changbin se suma a la conversación—. ¿Quién en su sano juicio toca a una persona en estado de ebriedad? Digo, no es algo cotidiano a menos que quieras acabar tras las rejas. Incluso yo me enfurecí al ver la escena.

—Fue un intento de asalto sexual, ¿no? —inquiere Jaehyun con una mueca de disgusto y se estremece— Hwamin es muy rara.

No está de más decir que su conducta retorcida parece más una costumbre de ella, pues basta con recordar las veces en las que se tomaba la atribución de tocar a Minho como si fuesen muy cercanos.

—Y se ve más rara con su nuevo look —Jisung estalla en risas una vez más y por último suspira—. Me hubiese gustado ser parte de la actividad. Hyunjin, ¿podemos jugar lo mismo más tarde?

—¿Alguna vez has conocido mi puño? —eleva su brazo de modo amenazante— Estoy a nada de presentártelo.

—Era broma, hermano, baja eso. —sonríe mostrando su dentadura y muy despacio toma la mano de Hyunjin, apartándola.

Me aíslo de la conversación cuando recibo otro mensaje de Minho diciendo que en poco tiempo se unirá a nosotros. Tuve que darle mi ubicación porque, según él, hay algo importante que decirme y no es para más, yo también quiero verlo.

Para cuando dejo mi celular de lado los chicos ya han cambiado el tema de conversación, entonces continúo degustando mi platillo. Realmente extrañé el peculiar sazón que sólo un país nativo puede brindar.

—¿A qué hora viene Minho? —pregunta Hyunjin. Me fijo en que está acercando sus palillos muy sigilosamente al plato que pedí para él mientras llega, entonces le suelto un manotazo— ¡Su comida se va a enfriar! ¿Qué más da si la comemos?

Las puertas del restaurante se abren y una presencia difícil de ignorar se presenta como por arte de magia.

—Ahí está.

Changbin se mueve un poco para dejar un espacio libre a mi lado, pues sabe de sobra que la relación entre Minho y Jaehyun no es la más afable, por lo que difícilmente escogería sentarse al otro lado.

Minho saluda tranquilamente a los chicos antes de colocarse junto a mí.

—¿Tienes hambre? Te pedí tu guiso favorito.

Grietas del Corazón ; Lee MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora