15.

1.9K 233 118
                                    

Minho me mintió y si lo hizo es porque no recuerda lo que pasó el sábado. No quise decirle que yo lo ayudé esa noche y mucho menos que le cociné antes de irme porque no quiero que las cosas se tornen más incómodas entre nosotros. Sé que él me contó todo eso por efecto del alcohol, estando sobrio jamás lo haría.

Ahora me da un poco de vergüenza tenerlo de frente ¡y no sé qué hacer! No quiero pasar el resto de mis días ignorándolo porque gran parte de mí siente empatía por él.

Pasando a un tema peor, hoy recibí un mensaje de Yuno diciendo que quiere verme por última vez para "disculparse" por lo que hizo, pues ya casi se va de la ciudad. ¡Al fin! Tal vez así tengo aunque sea un poco de paz.

Bueno, creo que canté victoria antes de tiempo. Yuno ya está aquí. Es como si mágicamente apareciera de la nada en los momentos menos indicados. Retrocedo cuando siento que está demasiado cerca de mí, ignorando sus incesantes súplicas para que vaya con él.

—Ya te dije que no, Yuno. Deja de insistir.

—Amor, por favor. Sólo quiero estar contigo antes de irme.

Lo miro con un gesto de repulsión ante su manera de llamarme. No soy su amor. Lo único bueno de esto es que entre más lo veo, más crece mi rechazo hacia él. Suspiro largo, estando harta de sus para-nada-agradables apariciones.

—¡Pero yo no! ¿Por qué no te largas de una vez por todas?

—¿Quieres por las buenas o quieres por las malas?

—No te acerques ni un paso más. —lo señalo amenazante.

Grave error. Me agarra la muñeca en un movimiento rápido y comienza a halarme en contra de mi voluntad. Miro a mi alrededor en busca de ayuda, pero no hay ni un alma cerca. ¡Mierda! Estas calles están casi a oscuras. Sin mucha dificultad, me arrastra hasta un callejón y me adosa contra la pared de forma violenta.

—Estoy siendo bueno contigo, así que no lo hagas más difícil.

—¡Suéltame! —pongo mis manos en su pecho y lo empujo con fuerzas.

Yuno sacude su cabello con frustración y me mira ligeramente molesto.

—¿Por qué estás siendo tan arisca?

—Escucha, Yuno. No quiero involucrar a la policía, meterte en problemas y arruinarte más de lo que ya estás, así que te pido de por favor que te alejes. Me estás acosando y si no te detienes, no veré otra alternativa más que acudir a las autoridades. Ya te dije una y mil veces que no quiero volver contigo y no, no importa cuánto me ruegues, no importa cuánto te siga queriendo, simplemente no quiero regresar contigo.

—Sólo quiero una última oportunidad.

—Y no te la daré porque ya me dañaste lo suficiente. ¿Es tan difícil darme un respiro? —espero a que él responda, pero no lo hace— ¿Por qué no mejor te enfocas en tus defectos y reflexionas sobre tus errores? De esa manera podrás ser una mejor persona; no para mí, sino para ti mismo. No puedes cambiar la situación sin antes cambiar tú —no le aparto la mirada y, a juzgar por su expresión, puedo decir que mis palabras no son de su agrado—. Estoy siendo pacífica y razonable, Yuno, así que espero que tú también lo seas.

—¡No quiero estar sin ti, ¿de acuerdo?! No quiero irme sin asegurarme de que no me odias y de que estarás ahí para mí.

—No voy a estar allí para alguien que me trató como un juguete.

—¿Por qué no? —junta su cuerpo al mío, presionándome contra la pared— ¿Por qué te haces la difícil? Antes cedías a todo lo que te pedía. ¿De repente dejaste de ser una perrita fácil? ¿Ahora te crees importante? —suelta una risilla burlona— Ni siquiera le importas a tu mamá, ni siquiera le importaste a tu papá o a tu hermano. Mira, todos te han dejado sola, entonces ¿por qué te enalteces? No eres nadie sin mí.

Grietas del Corazón ; Lee MinhoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt