09.

1.7K 226 55
                                    

¡Qué vergüenza! Minho tuvo que salvarme de una. Lo que pasó es que cuando estaba esperando el autobús para ir a casa Yuno apareció y como no quería encararlo, salí corriendo antes de que llegara a mi lado. Afortunadamente encontré a Minho, quien ahora sabrá que algo me pasa... Bueno, tampoco es como que llegara a importarle, ¿no?

A la mañana siguiente, encuentro a Jisung y Hyunjin parados frente a la puerta del despacho cómo dos guardias de seguridad.

—Alto ahí, niñita. —Jisung sostiene su palma frente a mí.

—Soy mayor que tú.

—Por un año nada más... ¡Cómo sea! No te dejaremos pasar hasta que hables con nosotros y nos digas qué te pasa.

—¿Yo? Yo estoy bien.

—Sí, claro, y Jisung es muy alto. 

—¡Hey! —el recién nombrado eleva la mirada hacia el más alto y le da un zape— Se supone que vas a ayudarme a cuestionarla, no a humillarme.

—¡Ouch! ¿Qué? Creí que estábamos mintiendo. Ella mintió primero. 

Suspiro pesado ante su juego y busco una manera de esquivarlos, pero me impiden el paso.

—¿Me dejan pasar?

—¡No! —vociferan al unísono, haciendo que me encoja en mi lugar.

—Por favor.

—Que no. Jisung y yo estamos preocupados por ti.

Mi mirada viaja de uno al otro, quienes me ven fijamente y de brazos cruzados. Al parecer van muy en serio, entonces bajo los brazos, rindiéndome.

—Bien, se los diré pero entremos primero.

—Te lo advierto, señorita, si nos estás engañando para dejarte pasar, no te dejaremos salir. —Jisung me señala amenazante.

—No lo haré. Ya entremos.

Ellos se hacen a un lado para que yo pueda pasar, dejo mi bolso sobre el escritorio y quedo apoyada en él mientras los chicos cuidan la puerta y me miran con atención.

—Les conté que me acabo de mudar aquí, ¿verdad? Pues lo hice porque tenía problemas con mi mamá y mi ex pareja. Rompí con él hace un par de meses porque no me dio mi lugar como novia y ahora ha vuelto y me está molestando.

—¿Con "molestando" te refieres a...?

—Me envía mensajes y me busca para, según él, arreglar las cosas pero yo no quiero nada de eso —resoplo con pesar—. No quiero pasar por lo mismo. Sé que no ha cambiado y no lo hará.

—No quiero parecer entrometido ni mucho menos, pero ¿qué te hizo? —Jisung se aparta de la puerta para acercarse a mí.

—Me engañó con varias chicas, una de ellas siendo mi mejor amiga.

Los dos me miran con las cejas alzadas y los ojos bien abiertos.

—Qué maldito. ¿No se ha sobrepasado contigo, verdad?

—No, Hyunjin, pero me preocupa lo que pueda hacer si no acepto regresar con él. Espero que se canse y se largue.

—¿Es peligroso? ¿Necesitas que intervengamos?

—¡No, no! Ni siquiera lo pienses. En primera, es un miedoso y, segundo, no vale la pena rebajarse con alguien cómo él.

—Bueno, si alguna vez necesitas ayuda, no dudes en decirnos. 

—Gracias, Hannie. —le sonrío conmovida.

No me conocen desde hace mucho tiempo, pero están dispuestos a echarme una mano en caso de que Yuno se quiera pasar de listo. ¡Me derrite el corazón lo dulces que son!

Grietas del Corazón ; Lee MinhoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt