Grietas del Corazón ; Lee Minho

26.

No alcancé a desayunar porque me desperté un poco tarde, así que en cuanto llego a la empresa lo primero que hago es comprar una malteada en la máquina expendedora y también una extra para Minho.

—Hola.

Escucho una voz masculina detrás mío que, a pesar de ser muy familiar, sé que no es Minho. Giro la cara y me encuentro a Jaehyun, un chico que trabaja en la misma área que Changbin y con quien nos llevamos bastante bien.

—Hola, Jae —me hago a un lado, pues sé que también viene a comprar algo—. ¿Tampoco pudiste desayunar?

—Me dormí. —musita, reprimiendo una sonrisa tímida.

—No te avergüences, me pasó igual.

—¿Estarás con nosotros hoy? Creo que Changbin no vendrá. Me mandó un mensaje ayer.

—Oh, qué mal. Sí estaré empacando hoy.

—Bueno, te veo allá entonces. —me guiña un ojo y sonríe, mostrando sus hoyuelos.

La primera vez que eso hizo me quedé perpleja, pero luego aprendí que ya es costumbre suya. ¿Guapo y coqueto? No es de extrañar por qué tiene tantas chicas babeando por él.

—Buenos días.

Ah, ahora sí, allí está él. Mi amargado favorito ya apareció.

—Buenos días, Minho —entono, irradiando felicidad—. ¿Cómo amaneciste?

—Bien. ¿Tú?

No paso por alto el hecho de que está viendo a Jaehyun y no a mí, lo cuál significa que me vio con él. Igual decido ignorar sus posibles celos.

—Acostada. —río cubriendo mi boca. Su cara totalmente seria me causa mucha gracia.

—Tan temprano y ya estás con tus payasadas.

—Una vez leí que si sonríes desde que te despiertas, estarás feliz el resto del día y quiero que tengas un bonito día.

—Qué considerada.

—Lo sé. Soy la mejor, ¿verdad?

—Sigue soñando.

—Y tú sigue mintiéndote.

—Cómo sea. ¿Vas al departamento de empaque?

—Sí.

—¿Entonces cuándo te volveré a ver?

—No lo sé. ¿A la hora de descanso? Te enviaré un mensaje cuando esté libre.

—Bueno, entonces te veo al rato.

—Toma —le extiendo el botecito de leche—. Te daría un besito en la mejilla para que tengas un buen día, pero hay demasiada gente aquí.

Él muestra una media sonrisa y niega.

—Te dejo porque tengo cosas que hacer.

—Bye, Mininho. —agito mi mano con una sonrisa inocente. Él me da una mala mirada antes de irse.

Ah, es tan lindo.

Tal cómo acordamos, le envío un mensaje cuando finalmente estoy libre y él me responde diciendo que lo espere un momento, que sólo terminará algo. Busco una mesa y aguardo pacientemente, matando tiempo jugando en mi celular.

De un momento a otro, alguien llega a mi lado y alzo la vista para verificar quién es. Es Jaehyun de nuevo.

—¿Estás solita? ¿Puedo hacerte compañía?

—De hecho estoy esperando a alguien, pero puedes sentarte sin problema.

—Gracias. Quería decirte esto en la mañana, pero lo olvidé, y es que te ves muy bonita hoy.