Capítulo 14: Konoha, otra vez.

180 26 1
                                    

Nanko había cumplido dieciséis años hacía un par de semanas. El tiempo había volado en compañía de su tío. Pese a no haber participado en tantas misiones de Akatsuki como se esperaba, sí pudo ayudarles gracias al ninjutsu médico cada vez que se herían.

—Cállate antes de que te ampute un brazo por diversión —dijo Nanko sin ninguna expresión mientras curaba algunas heridas del torso de Kisame.

—Cada día que pasa, la niña da más miedo —bromeó él—. Agradecería un poco de rapidez, a diferencia de ti, tengo cosas que hacer.

—Hablas demasiado —masculló la Uchiha—. En un principio, pensaba que lo que asustaba a las chicas de ti era tu cara, ahora veo que tu actitud también influye...

—¡Eh, cállate, yo no me meto con tu situación amorosa! —exclamó Kisame.

—No podrías —habló ella sin inmutarse—. Intenta no herirte tan a menudo, estoy harta de malgastar chakra en ti. —Una vez hubo acabado, se lavó las manos y se quedó mirando al hombre con seriedad.

—Te odio —dijo él.

—Qué bien.

Nanko desapareció de la vista de Kisame gracias a su Rinnegan. Quería seguir entrenando su nuevo jutsu porque quería tenerlo listo para cuando Boruto la llamara. Recubrió sus brazos y piernas con rayos y corrió a través de los árboles, cortándolos a su paso. La velocidad que le proporcionaba el elemento era tremenda, pero también requería de mucha concentración para no desestabilizarse. Liberó el chakra de su cuerpo en un árbol, que comenzó a arder al instante.

—Elemento agua: Gran pared —murmuró, realizando el jutsu para extinguir el fuego—. Debería ser más rápida... Quizás si activo el Karma simultáneamente...

—¿No crees que eso sería demasiado? Tener el Sharingan activado, el Karma y tanto chakra podría ser mortal —comentó Itachi, desde la rama de un árbol.

—Pero nunca está demás intentarlo —murmuró Nanko—. Parece que, cuando acumulo rayos en los brazos, se forman una especie de cuchillas gigantes. Lo que puede ser muy útil contra varios enemigos, pero definitivamente inviable si hay rehenes o compañeros luchando conmigo...

—¿No podrías protegerles envolviéndolos con chakra?

—No creo, sería un proceso muy lento, contrario a la naturaleza rápida del jutsu... Aunque podría intentar transferirlo de mis pies a la tierra y, de la tierra, a las personas. Pero sería muy difícil, no merece la pena —explicó la chica, recolocándose su capa.

—Tienes razón —dijo Itachi, poniéndose a su lado—. ¿No te dijo Pain que no modificaras la capa?

—No hace más que hablar... Es consciente de que no puede matarme y, aun así, sigue regañándome —masculló ella.

—Por cierto, ¿no deberías volver a tu época? Ya ha pasado bastante tiempo —comentó su tío.

—No, debo ser llamada por Boruto para volver. ¿Por qué? ¿Tanto te quieres deshacer de mí? —Alzó una ceja.

—Claro que no, no seas tonta. Es solo que seguro que hay alguien que te echa de menos, ¿me equivoco?

Nanko pensó en su madre, en Boruto y hasta en su hermana. Pero había pasado mucho tiempo y dudaba incluso de que se alegraran de verla de nuevo. Daba lo mismo, no necesitaba preocuparse por esas estupideces. Debía hacerse más y más fuerte si quería enfrentarse a la amenaza de Code y los Otsutsuki.

—Eso es irrelevante. No creo que haya una sola persona ahora mismo que esté preocupada por mí, ni siquiera yo misma —dijo Nanko, ajustándose los guantes.

Sharingan | Nanko Uchiha | Boruto UzumakiWhere stories live. Discover now