Sharingan | Nanko Uchiha | Boruto Uzumaki

Capítulo 10: "Has perdido", me dije, y me alegré por ello.

—¿Qué estás diciendo? —masculló el Uzumaki—. ¿Cómo se va a ir Nanko al pasado? Es estúpido.

—Es uno de los poderes únicos de mi Mangekyou Sharingan, Boruto —susurró la chica—. Pero necesito una razón para hacerlo. Además, jamás lo he hecho antes, podría salir mal.

—La razón es simple. Parece que tu Karma impide que Boruto pueda activar su Jogan —explicó Toneri—. Supongo que es porque no lo controla bien todavía.

—Entiendo —murmuró ella—. Pero no sé todavía si sería capaz de viajar en el tiempo como la otra yo, jamás lo he hecho y podría tener consecuencias. Una de mis teorías sobre por qué la Nanko que manipuló esta línea temporal estaba loca se basa en que utilizó demasiado el Jikan.

—Pues tendremos que intentarlo. Porque aquí no te puedes quedar, y toda la tierra, en el presente, quiere matarte. Por lo visto, están enterados de que estuviste viviendo con Boruto. Pagarían un precio muy alto por vuestras cabezas y sería más sensato teneros separados, por si encuentran a uno, que no encuentren al otro.

—Pero no podemos abandonar a Nanko... —susurró el Uzumaki. Ella le sonrió.

—Lo mejor es que me vaya. Toneri, por favor, cuide de Boruto mientras yo no esté.

—Pero ¿por qué accedes tan rápidamente? Seguro que hay otra solución —dijo Boruto, dejando los cubiertos al lado de su plato.

—Es lo mejor, Boruto. Pórtate bien mientras no esté aquí, ¿vale? —Sonrió. —Intentaré marcharme mañana por la mañana, pero no sé a dónde ni cuando...

—Si se me permite una sugerencia, quizás podrías conocer a tu tío, unos años antes de que fuese asesinado por tu padre.

—Eso implicaría tener que unirme a Akatsuki, no me hace demasiada ilusión, siendo sincera.

—No tienes por qué unirte a Akatsuki, estoy seguro de que si le explicas tu situación a tu tío, querrá ayudarte. Al fin y al cabo, eres la hija de la persona que más quiere.

—Pero también soy su asesina —se apresuró a decir ella.

—Él más que nadie conoce tu situación. Yo no le daría muchas vueltas, sinceramente. —Toneri se levantó de su silla. —Deberías ir preparándote. —Se retiró de la sala.

—¿Vas a marcharte así como así? —murmuró Boruto, mirándola a los ojos.

—Es lo mejor para los dos. No te preocupes, sabré cuando estás en peligro e iré rápidamente a ayudarte. Al final, eres mi único amigo. —Sonrió y continuó comiendo.

—Pero ¿cómo lo sabrás? Estaremos separados por el tiempo y el espacio —susurró el rubio.

—Tranquilo, el Karma nos une. Te encontraré siempre, no lo dudes. —Él se sonrojó sutilmente. —Si me necesitas, o cuando ambos creáis que puedo volver, activa tu Karma de manera intermitente y yo volveré a tu lado, ¿sí?

—Está bien. Entrenaré muy duro para que, cuando me vuelvas a ver, no seas capaz de reconocerme.

—Espero que te hagas muy fuerte, yo haré lo mismo. —Nanko dejó los cubiertos encima del plato y le miró. —Pásate luego por mi habitación, tengo algo que darte.

Nanko se marchó del comedor y se dirigió a su habitación. No quería dejar a Boruto solo, pero si ella le impedía evolucionar como ninja, debía irse cuanto antes. Confiaba en que Toneri no le haría nada y, gracias a su Karma, siempre podría saber cómo se encontraba. Además, no sería por mucho tiempo.

Entró en su cuarto y comenzó a meter sus trajes ninja en su mochila. Una y otra vez. Debía huir de todo lugar al que iba una y otra vez. Suspiró pesadamente y, una vez hubo acabado con su ropa, recogió sus libros. Cogió la bufanda que Boruto le había regalado y la dobló con cuidado antes de meterla en la mochila.