Capítulo 14

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El martes, cuando Mel y Björn dejaron a Sami en el colegio, el gesto del abogado era serio. Mel, que sabía por qué, exclamó antes de montarse de nuevo en el coche: —Basta ya, por Dios, Björn, que sólo voy a una entrevista en... —Me hierve la sangre que lo hagas. —Björn, accedí a casarme contigo... —dijo Mel sonriendo. —Sí —siseó el abogado—, pero no me diste fecha.

Ella sonrió de nuevo e, intentando que él lo hiciera también, cuchicheó: —Ésa será otra negociación. A ver si te crees que sólo tú piensas lo que negocias.

Él la miró con el ceño fruncido. Era lista, muy lista. —No me hace ni pizca de gracia que vayas a esa entrevista — gruñó. —Björn... —Vale, Parker. Sé que llegamos a un acuerdo. Tú te casas conmigo y yo no pongo objeción a ese trabajo, pero ¡joder, Mel, ¿por qué?!

Ella lo miró, resopló y, cuando se disponía a responder, él prosiguió gesticulando mucho con las manos: —No necesitamos el dinero. Con lo que yo gano tenemos para vivir holgadamente
Sami, tú y yo. —Mira que te pones feo cuando discutes. —Estoy hablando en serio, Mel —repuso él mirándola. —Y yo también —afirmó ella sonriendo.

Björn maldijo. En ocasiones, discutir con su novia era desesperante y, sin dar su brazo a torcer, insistió: —Ya te he dicho que, si quieres un trabajo, Jungkook estará encantado de... —¡Jungkook! —lo cortó ella perdiendo su humor—. Pero ¿tú te crees que Jungkook es una ONG? Joder, Björn, que Jungkook tiene que mirar por su empresa. Bastante ha hecho ya
accediendo a la petición de Jim como para que encima... —Mel —protestó Björn—. Sin que yo le dijera nada, Jungkook me comentó que si quieres incorporarte al mundo laboral puede reubicarte en su empresa. Pero, cariño, si hasta podrías trabajar en mi despacho. —¿De secretaria? —Sí. —Por Dios, ¡qué aburrimiento!

Él resopló. —Estoy convencido de que serías una excelente secretaria — aseguró. —Mira, Björn, no me jorobes —replicó Mel meneando la cabeza y, sin pensar lo que decía, agregó—: Si quisiera un trabajo de oficina, sólo tendría que decírselo a mi padre y lo conseguiría en el consulado de Estados Unidos.

Nada más decir eso, cerró los ojos. Acababa de meter la pata hasta el fondo. —¿Qué has dicho? —preguntó él.
Mel se rascó la oreja. ¿Cómo podía ser tan bocazas? —¡Ah, genial, Superwoman! ¡Genial! —Habló 007.
Pero el abogado, más furioso a cada instante que pasaba, se alejó de ella y
preguntó abriéndose la chaqueta del traje: —¿Me estás diciendo que no le has pedido un trabajo de oficina a tu padre porque te aburre?

Mel no quería mentirle, así que dijo: —Escucha, Björn. Estar contigo y con Sami todos los días me llena, y soy
tremendamente feliz de teneros y disfrutaros, pero... pero necesito algo más. Estoy acostumbrada a un empleo con actividad, acción y...

Sin querer escucharla, él accionó el mando a distancia de su coche y las puertas se abrieron. —¡Perfecto! —exclamó—. Ahora resulta que Sami y yo somos poco para ti. Mel abrió la boca y, cuando él fue a moverse, lo empujó contra el vehículo, acercó su cara a la de él y siseó: —Yo no he dicho eso. Vosotros sois lo más importante de mi vida. Simplemente estoy diciendo que necesito un trabajo que me proporcione algo de actividad. Yo no valgo para estar sentada detrás de una mesa como lo estás tú. ¿Tan difícil es de entender?

Molesto por sus palabras y por el empujón que le había dado, Björn la miró. —No —gruñó—. A la que le resulta difícil de entender que tanto Sami como yo te queremos y te necesitamos a nuestro lado todos y cada uno de los días es a ti. ¿De verdad no lo entiendes? —Joder, Björn, que no estoy hablando de regresar a Afganistán ni a ningún punto caliente. Sólo se trata de ser escolta y... —Escolta —repitió Björn cortándola mientras tecleaba en su móvil—. Según la Wikipedia, un escolta es un profesional de la seguridad, pública o privada, especializado en la protección de personas (con poder político, económico o mediático). Un escolta es un experto en combate cuerpo a cuerpo, especialista en
armas de fuego y armas blancas, capacitado para minimizar cualquier situación de riesgo. Y, una vez dicho esto, ¿me estás diciendo que no tengo de qué preocuparme?

∆•°Ånd I Will Givë It Tö Më°•∆ ⁴ Último Libro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora