Epílogo

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Epílogo: Hasta pronto

El día que ninguno deseaba que llegase ya está aquí, es momento de que todos regresen a sus casas, es tiempo de separarse, pues el verano ya ha terminado. Ninguno quiere marcharse, especialmente Wendy, teme que sea la última vez que regrese, la última vez tardó cinco años en regresar, teme que esta vez sea para siempre.

Todos pasaron el día de ayer haciendo maletas y recogiendo sus pertenencias y ahora es momento de cargarlas a los coches y abandonar el fantástico pueblo.

—Wendy, cariño ven un momento. —La llama Susannah. La chica responde al llamado y se encamina hacia la mujer.

—¿Qué pasa Susannah? ¿Estás bien? ¿Necesitas algo? —Avasalla a preguntas con preocupación por el estado de la mujer.

—No mi niña, estoy bien. Quería darte esto. —Dice señalando una caja. La chica se acerca y la abre, revelando un pequeño lienzo y en él se encuentra dibujada ella con su hermana y su madre.

—Susannah...—Dice con emoción. — Es precioso. Muchas gracias. —Dice tras abrazarla.

—No tienes porqué dármelas. Quería que tú y Lucy tuvierais un recuerdo así. —Cambiando de un tono nostálgico a uno más alegre dirige la conversación a otro tema. —Ahora que estamos tú y yo solas, quiero decirte que estoy muy contenta de que tú y Jer, estéis juntos, nada me hace más feliz. Tu madre y yo siempre deseábamos que tu estuvieses con uno de mis niños y mira ahora, nuestro deseo se ha hecho realidad.

—Yo nunca lo imaginé, pero estoy muy feliz. —Sonríe la chica un poco avergonzada pero feliz.

—Ya se te ve, estás radiante. Ya he avisado a mi niño de que como te haga daño se las va a ver conmigo. —Dice con seriedad la mujer. La chica no puede evitar soltar una carcajada.

—Jer es un trocito de pan, Susannah.

—Si, lo es, pero a veces puede ser un trocito de pan duro. —La conversación se ve interrumpida por la voz del padre de la chica llamándola desde el exterior.

Con la caja en brazos y la mujer a su lado se dirige al exterior. Allí todos ya están despidiéndose. Deja la caja en el coche y abraza a Steven seguido de Laurel.

—Belly, nos mantenemos en contacto para todo, ¿vale? —Le dice a su amiga cuando es su turno de despedirse.

—Por supuesto que sí. Te voy a extrañar. —Le dice Belly durante el abrazo.

—Yo también.

Se separan tras un último abrazo y Wendy se dirige hacia su mejor amigo.

—Connie, te voy a extrañar. Llámame todo el tiempo, sobre todo cuando necesites cualquier cosa. Y mantenme informada de todo. No te vuelvas un capullo de nuevo, ¿me oyes? —Demanda ella con seriedad disfrazando la preocupación y el temor de perder a su amigo de nuevo.

—Sí, señora. —Se burla antes de rodearla y darle un gran abrazo. —Te voy a extrañar. Y te llamaré, lo prometo.

Es el turno de despedirse de Susannah, y Wendy lo hace con mucho pesar. Sabiendo de su enfermedad y teniendo el recuerdo de lo sucedido con su madre, tiene miedo de que si se despide de ella ahora no la vuelva a ver, tal y como pasó con su madre.

—Te voy a extrañar muchísimo Susannah. Prométeme que te cuidarás mucho.

—Lo haré cielo, esclavizaré a los chicos y los pondré a trabajar todo el tiempo para mí. —Trata de aligerar el ambiente la mujer.

—Iremos a visitarte todas las veces que sea festivo o a papá le den fiesta, hasta entonces, has de cuidarte para que cuando vayamos te podamos mimar mucho.

El verano en que todo cambió (Fisher x OC)Where stories live. Discover now